Había surcado indemne los furiosos mares, atravesado las más enfebrecidas tormentas, navegado la oscura soledad de las noches sin luna.
Hasta que un día, al parecer como cualquier otro, sin que nadie pudiese presagiarlo, abandonó su navío y simplemente dejo de existir ahogado en una pena de amor.
Thank you for reading!
We can keep Inkspired for free by displaying Ads to our visitors. Please, support us by whitelisting or deactivating the AdBlocker.
After doing it, please reload the website to continue using Inkspired normally.