—Joder, qué es eso.
—Es como si hubieran pintado una habitación completamente de blanco, pero con muchas luces adentro —decía mi compañera Yamazaki.
—¿Parámetros del sistema, Yang?
—En parámetros generales no presenta ninguna novedad, la anomalía no parece tampoco expulsar algún tipo de radiación.
—Muchas gracias, Yang. Propulsores de hiperimpulso apagados, estamos a 219 metros de la anomalía. Esperamos ordenes.
—Recibido, manténgase a una distancia mínima de 150 metros, analizaremos por uno minutos la anomalía, no sabemos a lo que nos enfrentamos.
—Perfecto, esperare órdenes.
Era realmente el fin del universo, llevábamos más de 2 años en nuestro viaje desde la Vía Láctea, hasta llegar a la mayor anomalía encontrada por el ser humano. Cuando los datos recopilados por el centro de investigación JAXA, relacionados a que el universo por fin había detenido su expansión, fue una catástrofe mundial. Los japoneses no tuvieron miedo de dar a conocer esta información, pues de igual manera, creo que en algún momento otra agencia espacial lo descubriría.
—Necesito que me digas qué es lo que ves exactamente, qué hay frente a tus ojos, Guidzenko.
—Es algo tan anormal, estamos en la oscuridad absoluta, pero ahí hay una pared blanca, totalmente blanca, como si hubieran rasgado un pedazo del universo. No expulsa ningún tipo de radiación nociva o similar, pero si tiene un enorme brillo.
—¿Representa algún sonido?
—No, señor, está todo en silencio, en un absoluto silencio blanco.
—Recibido, anotando datos, esperen un momento para nuevas órdenes.
Una pared blanca con luces, era la más acertada de las formas de describir esto, esta anomalía totalmente extraña.
—¿Físicamente qué es lo que estamos viendo?
—¿Alguna rotura en el espacio tiempo? —respondí a la duda de Gutiérrez.
—Tienes un magíster en estudio de materia oscura y el espacio tiempo. No puedes decirme que hay una rotura en el espacio tiempo sin un agujero negro, Boris. Esto es una maldita locura.
—Solo que no sé qué es, nunca antes habíamos visto una mierda así.
—¿Nos harán entrar a esa cosa? —decía Yang.
—Eso es obvio, vinimos a ver una anomalía de clase 6, ni siquiera teníamos ese tipo de clase antes de venir hasta aquí —le respondía la japonesa Yamazaki.
Quedamos en silencio, hasta que nuevamente la agencia espacial nos respondió con órdenes nuevas.
—Guidzenko, Yang, Yamazaki, prepararse para salir de la nave. Tomaremos todas las precauciones necesarias, Gutiérrez quedará en la nave analizando los sistemas y las características de la anomalía cuando entre Guidzenko.
—Perdón por interrumpir, señor Pasternak, pero Guidzenko es el piloto principal y el encargado de manipular los propulsores de más alta velocidad. —respondía Gutiérrez a la voz del subjefe de la estación espacial.
—Gutiérrez, si bien usted no es un especialista como Guidzenko, está capacitado para manejar la nave y devolver a todos sanos y salvos. Que no le gane el nerviosismo.
Gutiérrez se quedó en silencio.
—Prepárese, Guidzenko, no olvide insertar los aparatos de rastreo VBL-19 y el transmisor de voz y video VSSL-76.
—Lo haré de inmediato, le avisaremos cuando estemos por salir de la nave.
—Gracias a todos, por esta enorme hazaña, su propia llegada ya es un hito para la historia humana.
Tenía tanta razón, pero esta hazaña podría costarnos la vida.
—¿De verdad vas a salir allá afuera?, apenas tenemos 120 años, nos quedan como 800 años todavía para vivir, Guidzenko, vámonos, nos dieron la nave más avanzada de todas, podemos ir a cualquier sistema planetario, buscar un planeta donde haya una civilización primitiva e incluso ser sus dioses, pero siempre yendo escondidos a buscar a nuestras familias. Existen miles de posibilidades —me decía Gutiérrez.
—Es la misión, no podemos escaparnos, puedes vivir 800 años más gracias a todos los sacrificios y hazañas de las personas que murieron. Nunca pensé que Estados Unidos nos mandaría a un cobarde entre nosotros.
—Si tener miedo a lo desconocido es ser de cobardes, entonces soy el cobarde más grande de todos, Guidzenko, puedes decirme lo que quieras, pero tener miedo es algo humano. ve, ve afuera a ver qué es esa mierda, pero si noto alguna alteración en esa cosa, sea lo que sea, me llevaré a todos de aquí. Porque este cobarde quiere volver con su familia.
—Está bien, su decisión ha sido aceptada, por el capitán de la nave.
Caminé en dirección a la sala SC-19, la habitación de tecnología y máquinas, aquí me equipé con lo más que pude, incluso llevaba un Balcky-34, una arma que me serviría si sucedía algo.
Justo en el momento que me equipaba el casco, surgió una llamada de la estación espacial ubicada en la tierra.
—Su transmisor de voz estará en simultáneo con sus compañeros y con la propia estación, usted para nosotros será nuestros ojos, ya que la transmisión en video en vivo es aún una utopía. sea detallista, incluso cuando esté dentro de la anomalía. Confío en que hará lo mejor, toda la nación rusa estará orgulloso de usted, Guidzenko. Imagínese que así se sintió su gran héroe, usted será el próximo Gagarin.
Por alguna razón se me apretó el pecho, era tal vez emoción o el propio miedo que me había contagiado Gutiérrez. No lo sabía.
Salí de la habitación, mis demás compañeros estaban igualmente listos, no había de otra. la misión ya estaba en curso.
—Atención, estación espacial, nos preparamos para salir, estamos todos conectados a la nave, Gutiérrez quedará en el módulo de salida, me acompaña, Yang, Yamazaki. He dado el primer paso hacia el vacío, estoy en movimiento con los propulsores del exoesqueleto.
—Mantengan formación de rombo, dos a cada lado de su capitán y a 3 metros de distancia.
—Entendido —decían mis dos compañeros.
Estaba todo en completo silencio, más allá del sonido blanco del micrófono, solo un vasto vacío de silencio.
—98% de capacidad de los propulsores, a 5 minutos de emparejar con la anomalía, sensores normales, salvo el ritmo cardíaco, acelerado; 140 latidos por minuto. 3.2 metros de distancia en relación a mis compañeros. ¿Parámetros de la anomalía, Gutiérrez?
—Normales, ninguna alteración de nada.
—Muchas gracias. 4 minutos para contacto, el brillo aumenta cada vez más, pero no me provoca ningún dolor en los ojos o alguna reacción en ellos. Sigue siendo un misterio cómo puede expandir tanta luminosidad sin un sol que refleje la luz. es claramente un ente autónomo, por decirlo en pocas palabras.
Comencé a sentir un pequeño eco en mis palabras, era como una despersonalización.
—Sistema de emisión y receptor de audio fallando, presenta pequeñas modificaciones de sonido.
—Guidzenko, según los parámetros que recibo, están normales.
—¿Estás seguro?, ¿nadie más escucha el eco de nuestras voces? —todos negaron.
—Vuelve, Guidzenko —me decía Gutierrez.
—No interfieras en esto, Gutiérrez —decía el general de la estación espacial.
—!Vuelve, Capitán!
—Desconecten a Gutiérrez de la transmisión.
—Maldita sea, ¡Guidzenko, vuelve a la puta nave!
—¡Desconéctenlo! —gritaba el capitán de la estación espacial.
—1 minuto para contacto.
solo escuchaba gritos de ambos lados, pero sentía una enorme atracción hacia aquella pared. simplemente mi mente disociada de todo lo que decían.
—Señor Guidzenko, responda, qué es lo que ve.
La voz de Gutiérrez ya había sido apagada, solo escuchaba al capitán.
—20 segundos, para contacto.
—¡Guidzenko , Guidzenko, Guidzenko!, ¡responda!
—10 segundos.
—¡Responda a la orden!, —¡Guidzenko!, ¡qué es lo que ve!, ¡responda!
—contacto…
……………………………………
…………………………..
…….
..
—¡Yang, Yamazaki!, situación.
—Él no está.
—¡Qué has dicho, Yang!
—Perdón, El capitán Guidzenko ha desaparecido enfrente de nuestros ojos, surgió un sonido similar al de un agujero negro tragando materia. Después del sonido solo se desintegró, por así decirlo.
—Vuelvan, vuelvan a la nave, ¡de inmediato!
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