En acuerdo con lágrimas del cielo, violáceo abanico
Desciende sobre caseríos improvisados, rico
En amplitud, escaneando cada rostro bio-metálico,
Cada humanoide desactualizado, cada chico,
Cada madre abandonada. Sí; es un lugar caótico,
Montañas en chatarra logradas, pero le replico,
Jefe, que aún son humanos, por tanto dedico
Completo esfuerzo y le aseguro: inocente era ese chico.
Nuestras unidades bio-eléctricas ingresan temerosas,
Pues el cuadrante Beta, reconocido por gravosas
Escenas, de miseria y grupal narcisismo, de rosas
Bañadas en escoria de plata, sí; pavorosas
Señales simbólicas de caudillos sin glorias:
Es área también poblada por ancianos y damas...
Sí; jefe, al culpable hallaré del crimen: "sonrisas oxidadas".
Causa cual detonante, de mi pausa por siete
Años abarcada, fue la helada mirada, inerte,
De antropomorfa unidad, vagamente chispeante,
Orgullo de la bio-metálica, de cautivante
Profundidad, que junto a osito felpudo, le halló la muerte.
¿Pudo acaso luchar, de angustia fue consciente?
¿Humanos o inocentes máquinas... poseen mente?
¿Cómo definir, cuando dudosa es la vida, la muerte?.
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