adysmal Oihane Gabriel

Robegor es un paria entre los shykane. Un “limitado” que ya no puede utilizar la N’Ashyk en todo su potencial. Mientras intenta redimirse por los errores de su pasado ayudando a las autoridades a investigar los crímenes cometidos por otros como él, recibe órdenes de volver a Legynor, cuyas islas lleva sin pisar desde hace dos años. Onna es un shykane en su último año de formación, que a duras penas puede controlar sus habilidades. Una noche, escucha una extraña voz en sueños y acaba siendo testigo del asesinato de un profesor de la Universidad. ¿Quién se atrevería a asesinar a un shykane en la Universidad de Legynor? ¿Qué razón podrían tener? ¿Y cómo podrán Robegor y Onna continuar con su vida después verse metidos de lleno en la investigación del crimen?


Fantasy Dark Fantasy For over 18 only.

#Adysmal #Arinor #Shykane #32816 #341 #N'Ashyk
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Prólogo

El hombre entró jadeante en su habitación.

Todo estaba oscuro. En silencio.

Se acercó a la mesa frente a la ventana y encendió un par de velas, recorriendo con una mirada la estancia. Estaba solo.

Se dejó caer en la silla y cerró los ojos, cansado, relajándose después del agobiante camino a casa. Allí estaba a salvo, nadie sabía nada de su investigación, había sido un histérico, apresurando el paso, activando la N’Ashyk solo por una sensación.

Respiró hondo un par de veces y sacó una botella del armario a su espalda, sirviéndose un vaso con el licor más fuerte que tenía, le dio un trago y se recostó un segundo en la silla, antes de decidir que si iba a abrir y degustar la botella más cara que nunca había comprado, lo mejor era ponerse cómodo. Se levantó con el vaso en la mano y se sentó en un enorme sillón granate donde solía pasar horas leyendo y corrigiendo ensayos de sus alumnos.

Dio otro trago al vaso, solo un sorbo, degustándolo y sonriendo para sí mismo. Desterrando la sensación de horror que le había hecho volver a casa corriendo aquella noche. Realmente era un buen licor.

Una melodía asaltó su mente en ese momento, la había oído aquella noche en uno de los bares de la ciudad. Era pegadiza, ya camino a casa la había recordado sin poder remediarlo. No le gustaba, el ritmo era impredecible, los entendidos decían que eso hacía que tuviera calidad. Pero él no era un entendido de la música, no sabía diferenciar las pequeñas variaciones de una melodía ni diferenciar una buena de una mala canción. Mucho menos cuando había bebido.

Lo único que podía sacar de aquella melodía era una sensación de desasosiego, con aquellos ritmos cambiantes y la voz del interprete, limpia y suave mientras hablaba de su final. Mientras esperaba a la Muerte. Nadie nunca estaría tan calmado justo antes de morir.

No si supiera que iba a ocurrir.

Se puso tenso de golpe y abrió los ojos de nuevo, aquella música todavía resonando en su cabeza.

De pronto, un dolor lacerante le hizo gritar. Oyó el vaso caer al suelo y miró hacia la fuente de aquel dolor. Donde debía estar su mano ahora solo había una sensación húmeda, la sangre recorría su brazo y en un movimiento instintivo se llevó la otra mano al brazo herido, apretando con fuerza e intentando no centrarse en el dolor.

Las velas que había encendido unos minutos antes se apagaron de pronto y la oscuridad inundó la habitación.

—Llevamos tiempo observándote, Lyren —dijo una voz de mujer—. Deberías haber sido más cuidadoso.

El hombre no podía moverse, era como si algo no le permitiera hacerlo, estaba totalmente paralizado.

—¿Quién eres? —preguntó mirando a todos lados—. ¿Qué quieres que mí?

—Tu investigación, por supuesto. No podemos dejar que salga a la luz.

—¿Qué investigación?

Una sombra se formó lentamente enfrente de la ventana, una figura de mujer recortada contra la luz de la luna.

—¿Te ha gustado la canción, Lyren? Siempre he tenido en alta estima a quienes pueden enfrentarse a la Muerte con serenidad

—Eres shykane.

—Por supuesto que lo soy. ¿Cómo si no te habría dejado paralizado? He de reconocerte que ha sido inteligente por tu parte escoger el sillón. Morirás más cómodo.

—¿Era real? —preguntó el hombre.

—¿Qué? ¿La canción? Sí, era real, hace unos cuantos años. Murió el pobre. Resulta que la canción era más real de lo que parecía. La noche que se la oí se me quedó grabada, ¿sabes? A veces pasa. Al día siguiente el tipo apareció muerto en una de las calles cercanas al bar donde solía tocar. Tal y como decía en la canción.

—Lo mataste.

—No. Simplemente murió.

—Era joven.

—Lo era, ¿no te parece curioso? Un tipo joven, había sido padre apenas unos años atrás. Su hijo había estado muy enfermo ese año, nadie podía hacer nada por él. Ni siquiera los magos. De pronto el hombre vuelve a su sitio de actuación habitual con una canción nueva en la que cuenta cómo ha hecho un trato con la mismísima Muerte. Al día siguiente muere. Su hijo sigue con vida a día de hoy. Me pregunto si realmente hizo un trato con Ella.

—No sé nada de ninguna investigación. Todas las que he intentado hacer han sido desestimadas por la Universidad.

—Oh… ya veo —dijo la chica, decepcionada—, ¿y entiendo que vamos a pretender que no seguiste con ella igualmente?

Un escalofrío recorrió la espina dorsal del profesor.

—No te olvides, he estado en tu mente ¿crees de verdad que solo he entrado ahí para meterte una canción en la cabeza?

—Por favor…

—Lyren, eso no ha estado bien. Mentirme, digo. Si hubieras dicho la verdad… bueno esto podría haber acabado de forma distinta. Pero tenías que mentir.

La chica cogió algo que había dejado en el alféizar de la ventana. Lo sostuvo un momento en sus manos y después de quitarle el anillo lo lanzó con despreocupación. Lyren vio su mano caer por la ventana a la luz de la luna. La mujer limpió lo que había cogido con las cortinas de la habitación. Después se puso el anillo y lo observó, su rostro iluminado de pronto por la tenue luz violeta de la gema.

—¿Qué vas a hacerme? —preguntó él.

—Iba a matarte de una forma limpia y rápida…

—Después de cortarme la mano.

—Por supuesto. Necesitaba el anillo. Una tiene que tener siempre claras sus prioridades. Tu vida no vale ni la mitad de lo que vale esta gema.

—¿Y ahora?

—Ahora voy a experimentar un poco. Nunca he tenido uno de estos en la mano. Me pregunto cómo funciona. Cómo se siente, absorber la energía de alguien de una manera tan sencilla. Tu muerte será horrible, por supuesto, pero a mi no debería afectarme en exceso, mi nivel es, como habrás podido intuir, mucho mayor que el tuyo.

—Por favor, no.

—No supliques, Lyren, es patético perder la dignidad de esa manera.

El profesor empezó a sentirlo apenas unos segundos después. La energía que escapaba de su cuerpo. La confusión que acompañaba al proceso y poco después el dolor, como si su cuerpo entero ardiera por dentro, mientras aquella canción, que le había acompañado toda la noche resonaba en su mente más y más fuerte. Mientras él no podía moverse, no podía gritar.

Hasta el mismo momento de su muerte.

Feb. 2, 2023, 11:02 p.m. 0 Report Embed Follow story
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Arinor
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El universo de Arinor incluye varias novelas (algunas en proyecto y otras proyectadas) que suceden en el mundo ficticio de Arinor, donde los shykane utilizan la N’Ashyk para ser capaces de hacer magia y su relación con los shane se asienta en un tenso equilibrio a través del control legislativo de los usos de la N’Ashyk. Read more about Arinor.