u15715377901571537790 Gláucio Imada Tamura

Un asesino serial fugitivo hace años, está de vuelta en las calles. Una bonita pelirroja aguarda ansiosa la llegada del marido. Esos son ingredientes más que perfectos que la trama frenética de “Período Fértil”, un cuento de horror cargado de tanta tensión al punto de dejar los cabellos del cuerpo erizados. En la fatídica madrugada del cumpleaños de Adriane, una falla mecánica en el coche de Ricardo, brinda al nefasto depredador la oportunidad de aniquilar a una víctima más. Llegará a tiempo Ricardo para socorrerla? O prosperará el psicópata en su intento? Lea y sorpréndase con un desenlace para volar los sesos.


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#misterio #suspenso #crimen #asesinato #terror #drama #psicópata #violencia
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Parte 1

Había fiesta en la residencia de la pareja más nueva de habitantes del Jardín Balneario Meia-Ponte, sector localizado en la región Norte de la ciudad de Goiania. Ricardo, un moreno alto, fuerte y siempre bien vestido, también era conocido por ser un esposo devoto de su mujer. Trabajaba como gerente de producción en una fábrica que procesaba la mayoría de los derivados de la principal marca de leche que llenaba parte de las góndolas de las tiendas de comestibles, los supermercados y las panificadoras esparcidas a lo largo de las avenidas de la ciudad, — la antigua LECHE GOGÓ — una fábrica que ocupaba una inmensa área dentro del sector Fama.

Adriane, su esposa, era una pelirroja de ojos claros y de cuerpo muy esbelto que, con sus trazos finos sumados a los gestos sencillos, su presencia era aún más sobresaliente debido a su tono de voz siempre dulce. Adriane trabajaba en — EL BOTICARIO — y, en conjunto con sus compañeros de trabajo, puede decirse que ella también ayudaba a embellecer el mostrador de ventas de la franquicia de cosméticos más famosos de Brasil.

En la noche en cuestión — debido a la alta carga de ventas que hubo el día de los enamorados — cuando Adriane se adentró en la penumbra de la sala, estaba demasiado cansada, de manera que apenas recordó que era su cumpleaños.

— Sorpreesaaa! — Un grupo muy amplio de invitados gritó al unísono segundos después de que ella encendiera la luz de la sala. Mientras lágrimas de alegría caían de los ojos verdes de Adriane, todos a su alrededor comenzaron a cantar: “Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz...”.

Rápidamente Ricardo salió del fondo y se aproximó a Adriane para abrazarla. Él se acercó con una sonrisa estampada en el rostro y la besó en la mejilla.

— Feliz cumpleaños mi amor! — dijo él luego del beso — Te deseo muchos años de vida... A mi lado.

En la residencia de la pareja se reunían: amigos, familiares y hermanos de la parroquia que la pareja acostumbraba frecuentar los fines de semana.

— Antes de que cortemos el pastel — dijo el padre Joaquín, responsable de la parroquia — sentí en el corazón el deseo de hacer una oración.

Después de que los niños fueron llevados hacia el fondo de la casa, — a causa del barrullo para variar — los invitados hicieron silencio, sosteniendo un mar de manos extendidas en dirección a Adriane y Ricardo. Con el terreno preparado, el padre Joaquín inició sus oraciones.

— Poderoso Dios y Padre, — le dijo a Dios — en esta noche tan especial, nosotros no podemos dejar de agradecer por todo lo que el Señor ha hecho en nuestras vidas...

Luego, él tosió una, o dos veces más y pidió que le trajeran un vaso con agua.

— Sabemos que, — él volvió a hablar con Dios — como puede suceder en nuestra vida, muchas son las pruebas que debemos enfrentar. Pero creemos de todo nuestro corazón que, al final, Tú siempre nos muestras el camino. — Después de volver a toser, volvió a beber agua — Tu Palabra nos dice que estamos bajo Tu Gracia, Señor, — dijo él — y que estamos cubiertos por el manto de Tu inmenso Amor. Por eso mismo rogamos, — él oró de forma más intensa — bendice a esta pareja! Protégelos de todas las trampas del enemigo! Protégelos de todo el mal!

Y todos dijeron “amén!”.

Enseguida los niños volvieron corriendo y los invitados se aglomeraron alrededor de la mesa.

— Para quién va a ser el primer trozo de pastel? — Alguien cerca de la mesa preguntó.

Adriane se dirigió hacia el centro de la mesa y comenzó a agradecer la presencia de los invitados. Pero un grupo desde el fondo comenzó a provocar y a gritar: “Discurso, discurso, discurso!”.

— Buenas noches gente, — dijo ella, sosteniendo la espátula antes colocada al lado del pastel — primeramente agradezco a Dios por un año más de vida, no? Me estoy poniendo viejita... En segundo lugar, agradezco por la vida de Ricardo, este esposo maravilloso que Dios me dio: un compañero cariñoso, comprensivo y que a pesar del trabajo tan ajetreado, aún tuvo el entusiasmo para prepararme esta linda sorpresa junto a ustedes.

— Para quién va a ser el primer trozo del pastel? — Alguien cerca de la mesa volvió a repetir la pregunta.

— Pues, — dijo Adriane ya con el primer trozo de pastel equilibrándose sobre la espátula. Luego ella giró hacia Ricardo y dijo con una voz muy romántica — con seguridad el primer trozo de pastel es para ti mi amor...

El mismo grupo del fondo comenzó a gritarle a Ricardo: “Discurso, discurso, discurso!”. Hasta el padre Joaquín entró en la broma. Luego de batir las palmas, él dijo algo como: “Ahora vamos a hacer silencio que Ricardo va a hablar”

Nov. 15, 2022, 2:55 p.m. 0 Report Embed Follow story
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