Jimin había tenido a su cachorro hace cuatro años. ¿Su padre alfa? Se había ido tras otro de sus excompañeros.
Con pesadez logró acomodarse sobre el sofá marrón que su madre le había regalado unos meses atrás. Su hijo estaba frente al televisor viendo aquella serie que lo tenía distraído desde que empezó a caminar, sonrió pero hizo una mueca al sentir el dolor agudo sobre su estómago.
¿Acaso era su celo?, ¿Por qué debía llegarle ya? Debía ir a trabajar. Trabajaba en un bar nocturno en lo que su mejor amigo le cuidaba a su cachorro.
─ ¿Papi?─ La dulce voz Taehyung le regresó de su mundo, alejando esos pensamientos hacia otro lado.
─ ¿Si, bebé?─ Pasó una de sus manos por la cabeza del menor y acarició su cabello castaño con suavidad.
─ ¿Me puedes dar galletas? Tengo hambre.─ El cachorro llevó sus manitas hacia su estómago y dio leves vueltas.
─ Está bien bebé, ve a sentarte, ahora iré.─ Le dio un piquete en la nariz y con mucho pesar, se puso de pie.
Sus pasos eran lentos y muy, pero muy pesados, tenían cuidado al poder pisar, sabían que debía ir a comprar supresores, pero ya no tenía dinero suficiente, a menos de que dejará de comprar aquellas botellas de cartón con leche de frutilla que tanto le gustaban a su hijo.
Ya estando en la cocina, tomó uno de los vasitos de plástico que tenía chupón y virtió la leche de frutilla del menor allí, para luego ponerla en el microondas y se calentará un poco. Con leves estiramientos con su brazo derecho, alcanzó la caja de galletas Oreo y sacó una bolsita que había. Con un pequeño platito de kumamon, colocó las galletas y luego fue por el vasito con leche tibia para su bebé.
Sí, aún llamaba bebé a Taehyung, tenía planeado dejar de hacerlo hasta que su hijo se lo pidiera. Con veinticinco años ya sabía que su madre no se cansaba de llamarlo así, le gustaba y sabía que a su cachorro también.
─ Toma bebé.─ Había logrado llegar de nuevo al sofá, sus dolores se habían calmado, pero no sabía de dónde venía aquel aroma a Menta.
Se recostó sobre aquella manta que tanto le gustaba, sentía la suavidad. Con algo de necesidad, cerró sus ojos olvidándose del resto. No sabía que había pasado, su cuerpo se sentía muy pesado y su subconsciente le decía que debía ir a la cama a descansar, tenía que hacerlo.
La pequeña voz de su hijo lo hizo abrir sus ojos levemente, soltó un gruñido al no poder separar sus labios para hablarle al menor.
─ Papi, papi, responde papi.─ Taehyung soltaba pequeños sollozos y sus ojitos se llenaban de lágrimas.-─Papi, abre tus ojos.─ Empezó a llorar.
Su padre no reaccionaba, Jimin ya había cerrado sus ojos nuevamente y no los abría. El cachorro sin saber que hacer comenzó a darle golpes en las manos a su padre, llamando su atención pero no funcionó.
Ahora recordaba, su vecino había llegado hace poco, reconocía ese aroma que le gustaba, caminó a la puerta y de puntitas trato de abrir, fallando en el intento, empezó a llorar más fuerte.
.
Yoongi que se encontraba sentado sobre el sofá de su sala, mientras observaba aburrido aquel programa que ya habían repetido por cinco veces en ese mes, tomó su celular para distraerse. Solo por impulso cerró sus ojos y aspiró el aire, omega en celo.
Frunció su nariz.
A pesar de ser alfa, no le gustaba estar alrededor de omegas en celo, eran casi un fastidio para él. Sin importarle más, empezó a revisar sus redes sociales, no había nada interesante.
Bloqueó la pantalla y lanzó el celular hacia la mesa central de la sala, en cambio, tomó el control del televisor y lo apagó. Su apartamento estaba totalmente en silencio, y casi oscuro, ya iban a ser las siete de la noche y sabían que era la hora perfecta para una siesta.
Pasó su brazo sobre sus ojos y acomodó más la sábana azul sobre él, dispuesto a dormir, de dejó vencer. Sin embargo, el lloriqueó de un niño lo despertó. Abrió sus ojos confundido, sabía que su vecino tenía un hijo, pero no sabía de qué edad.
Sonaba muy pequeño, así que con extrema curiosidad se puso de pie y caminó hacia la puerta principal. Saliendo de su lugar con los zapatos mal puestos, caminó hacia el lugar donde estaban los gritos.
─ ¡Ayuda!─ El grito afónico del bebé le llamó la atención.
Se hincó frente a la puerta, ¿Lo estaba llamando a él? ¿Qué debía hacer ahora?
─ ¿Estás bien?─ Preguntó estúpidamente.
─ ¿¡Hyung!?─ El lloriqueo del bebé fue interrumpido por un pequeño ahogo.─ ¡Hyung!─ De nuevo los gritos.
El alfa sin saber que hacer, se puso de pie. Recién notó que detrás de esa puerta había un omega en celo, pero... ¿Dónde estaba el padre del menor? ¿Dónde estaba su vecino? ¿Por qué lloraba tanto?
Con temor, tomó el pomo de la puerta, girándola indeciso, cuando la puerta se había hacia afuera, un pequeño cuerpo chocó sobre su pierna.
─ ¿Estás bien?─ Volvió a preguntar, estúpidamente.─ ¿Y tú padre?─ Alzó su vista y dio una leve mirada hacia dentro.
─ ¡Mi papi está allá!─ Señaló hacia adentro sin soltar la pierna del alfa.
─ Ven.─ Yoongi pasó sus manos hacia abajo para llamar la atención del menor, y lo logró, Taehyung al sentir el calor del mayor, tomó sus brazos para colgarse a él y no soltarlo.
Siguió llorando sobre el pecho del alfa, Yoongi con su lado paterno de alfa, lo pegó más hacia su pecho y le dio leves caricias, algo indeciso, comenzó a restregar su mejilla sobre el cabello castaño del menor.
─ Mi papi.─ El menor habló un minuto después, se había logrado calmar gracias al alfa.
─ Ya vamos.─ Se adentró al apartamento tragando duro, no sabía que hacer. Caminó lentamente por el pasillo, no sin antes sacarse los zapatos, se acercó al sofá dónde estaba tendido el cuerpo del omega.─ Veamos.─ Yoongi bajó al pequeño hacia un sofá al otro lado y se acercó a Jimin, pasó su mano hacia la frente del menor y tomó su temperatura.
Era la adecuada si estaba en celo, pero no debía tener demasiada, a menos de que estuviera teniendo intimidad. Con un gruñido pequeño, pasó sus manos por las piernas del menor y otra por su espalda y caminó por el otro pasillo, buscando la habitación del omega.
─ ¡Aquí!─ El cachorro corrió rápidamente hacia la puerta correcta y la abrió para el mayor.
─ Gracias pequeño.─ Le sonrió y luego colocó a Jimin sobre el colchón.─ Espera aquí con tu padre.─ Señaló al pequeño para que subiera a la cama y se quedará cerca.
El alfa decidido, entro al baño del menor, buscando aquellas famosas cajas favoritas de su hermano, no encontrando nada. Tal vez no tenía.
Le dio un vistazo rápido al pequeño, el cual se había acomodado sobre el pecho de su padre y lo abrazó fuerte, sonrió en grande y luego corrió hacia su apartamento, recién había notado que había dejado la puerta abierta, la cerró y luego corrió al pasillo, llegó a su puerta y luego corrió directo a la habitación se Woozi. Allí estaban las cajitas.
Tomó tres de las cinco que tenía y se las llevó.
Más tarde se las pagaría, corrió de vuelta hacia el hogar del pequeño y entró como si fuese su hogar. Caminó de nuevo hacia la habitación, no sin antes visitar la cocina y tomar un vaso de agua para que tomase la pastilla el omega.
Con algo de incomodidad, colocó las cosas en la mesita de noche y movió al omega un poco. Taehyung se había quedado dormido, abrazando fuertemente uno de los brazos de Jimin.
El omega con mucha pesadez abrió sus ojitos, encontrándose con los ojos oscuros del mayor. Hizo una mueca al sentir el fuerte dolor en su vientre, su omega estaba llamando al alfa frente suyo.
─ He traído esto.─ Le enseñó una de las cajas al omega y le entregó el vaso de agua.─ Puedes tomarlas.
─ Gracias.─ Murmuró apenado y las tomó.
Jimin con un poco más de calma, abrazó a su hijo. ¿Qué había sucedido?
─ ¿Ya estás mejor?─ Yoongi tomó asiento a su lado y luego tomó la mano del pequeño.
─ Sí, gracias hyung.─ Habló bajito y luego sonrió.─ ¿Cómo...?
─ Estaba llorando mucho, golpeó muy fuerte la puerta.─ Pronunció lento con su explicación.─ No salió, solo gritó, no te preocupes.─ Le aseguró y Jimin asintió.
─ Gracias.─ Se limitó a decir y sonrió.
Ahora Yoongi estaba un poco en shock. ¿Por qué no había tratado antes con su vecino? Era muy tierno. Su alfa después de cinco años, volvió a saltar. ¿Qué le estaba sucediendo?
»─ Soy Park Jimin, y él es Park Taehyung.─ Presentó a ambos.
─ Yoongi, Min Yoongi.─ Le sonrió y con confianza, paso uno de sus brazos por los hombros del omega, atrayéndolo hacia él y dejar un beso sobre su frente.
Era suyo.
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