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Sueños

Quiero llorar, lo deseo como a nada en el mundo, pero por alguna razón no puedo. El pequeño peso de Luka sobre mi pecho ya no me reconforta, es agradable, si, pero ya no es lo mismo.

Se que esta noche tendré que hacerlo callar, los monstruos no le perdonaran ni un llanto, no se si sobrevivamos, por eso es mejor intentar llorar ahora. Mirando el sol. Para que no se valla. Para que ellas no lleguen.

—Tranquila —Dice Luka, mi mascota—. Hemos sobrevivido una vez más.

—No se donde esta Gril, estoy preocupada —digo mientras lo aprieto un poco contra mi.

—Él no va a morir, es más listo que tú y yo juntos.

—Sé que tienes razón, pero aun así…

Me callo porque el sol esta escondiéndose y no podemos seguir en el fondo. Cuando me doy vuelta veo a una niña, no es cualquier niña.

—Cami ¿Qué haces aquí? Tenemos que ir adentro.

Mi primita esta sosteniendo un perro azul con franjas negras. Cuando abre la boca un sonido espantoso sale de su boca y se desvanece. Estoy asustada pero no hago preguntas. Escucho los silbidos de los monstruos. Están cerca.

Corro alzando a mi perro hasta que llego a mi cama y nos cubro con las mantas, escucho la otra puerta abrirse.

—Es una inútil, Melissa, no puede hacer nada bien.

—Lucil, no se de que te quejas, es sabido que es una inservible.

—¿Viste sus lentes? Horribles. Parecen del año del pedo.

Escucho como los monstruos hablan de mi, siento odio por sus ojos claros, pero no debo caer en sus provocaciones.

—Dan unas ganas de matarla, junto con el perro sarnoso que tiene.

—Te juro.

Siento algo en los pies y me estremezco, Luka se da cuenta y toma la peor decisión del mundo.

Sale de la cama y les hace frente. Intenta defenderme, pero siguen siendo monstruos. No puede ganarles. Lo único que alcanzo a hacer es escuchar sus llantos y alaridos mientras lo devoran vivo.

En algún momento me quede dormida y cuando despierto Gril esta a mi lado, intento tocar su suave pelaje, pero se aparta.

—Anoche murió Luka —dice el gato—. Esta noche me toca quedarme contigo —dicho eso se va.

Hoy no tengo ganas de ver el sol, me quedo intentando llorar en mi cuarto.

A la noche los monstruos vuelen a entrar, están conversando sobre mí nuevamente.

—¿Y si le arrancamos el pelo?

—Le estaríamos haciendo un favor.

Puedo oír como se acercan, abrazo más a Gril.

—No entiendo por que te asustas. A ti no te va a pasar nada.

Ha hablado. Su voz es tranquila como si no estuviera condenándonos a muerte. Se que los monstruos lo han escuchado, pero no siento sus pasos.

—Tú no vas a morir —vuelve a hablar.

Siento pasos.

—Yo si.

Lo arrojo fuera de la cama y escucho sus gritos, lloro porque sus últimas palabras han calado en mi y finalmente despierto. Ahora tengo que volver al colegio. Tengo que ver sus ojos de colores. Los de mis compañeras. Melissa y Lucil.

Aug. 23, 2022, 12:11 p.m. 0 Report Embed Follow story
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The End

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En Løvetann El secreto de los dientes de león es que cuando los cortas te maldicen en vez de cumplirte deseos... O, si tienes suerte, te devuelven una promesa que será tu ruina.

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