—¿Hacia dónde me llevas? —no le respondí, me mantenía en silencio, había planeado esta noche con mucho tiempo—, Ethan ¿ya?
—No hagas preguntas Emma —dije con una sonrisa en el rostro a mi novia—. Solo sígueme, estoy seguro que será inolvidable.
Emma me sonríe sonrojada, ella sabe que esta noche habíamos prometido que seria nuestra primera vez juntos, por lo mismo quería que todo fuese perfecto.
Acabamos de terminar la escuela y el próximo mes estaremos en universidades diferentes y buscamos la forma para esta noche tras la graduación poder avanzar al siguiente paso como novios, los habíamos postergados bastante y decidimos que ya estábamos listos para consumar nuestro amor, lo admito a sido difícil aguantar momentos incomodos entre besos... de cierta forma sentía que ambos queríamos que este día llegara.
—Es... ¿es seguro aquí? —Emma pregunta nerviosa.
—Si Amor —le respondo—, ya falta poco.
Caminamos entre los árboles de un bosque que quedaba al norte de Aspen, era noche de verano, una noche cálida y tranquila.
—Llegamos —dije.
El lugar estaba arreglado con unas frazadas y unas bebidas, se podía observar en el claro un cielo completamente estrellado, las luces de la ciudad estaban lejanas por lo que la luz de luna brillaba como nunca antes Emma había visto.
—Ethan... —me mira.
—Dime —le respondo mientras ella camina hacia las frazadas y se sienta en el suelo, haciéndome un gesto para que la siguiese.
—¿Crees que entrando a la universidad lo nuestro termine?
—Haremos lo posible para que no pase —me siento al lado de ella y la abrazo con un movimiento torpe, me estaba poniendo nervioso.
—Es un lindo lugar —Dijo Emma mirando al cielo—. Ahora cierra los ojos Ethan.
Cierro los ojos y siento los cálidos labios de Emma sobre los míos, sus manos empujan mis hombros y yo me recuesto sin dejar de besarla, se monta sobre mí y comienza a besarme en el cuello suavemente, sentía como mi cerebro liberaba dopamina por mi cuerpo, mezclado con un deseo carnal, mientras sentía que poco a poco algo despertaba, mis respuestas a sus movimientos eran torpes, también notaba que ella lo estaba, así que me deje llevar.
Puse mis manos sobre su cintura para pegarla más a mí, pero no lo logre ya que Emma me levantaba la polera en ese momento y comenzaba a besar mi abdomen, sus delicados labios bajaban cada vez más, y al mismo tiempo ella lleva sus manos a mi pantalón y desabrocha el botón.
Sentía la respiración de Emma muy cerca de mi intimidad, la cual estaba totalmente erectada.
—Te amo —me dijo casi en un suspiro.
Cerca de nosotros se escuchó un ruido como de una rama quebrándose.
—¿Escuchaste eso? —pregunta Emma asustada, y me mira.
—Debió ser una rama quebrándose —le respondo mientras esperaba a que Emma continuara con lo que estaba —, tal vez el viento.
—¿Y si hay alguien viéndonos? —el tono de voz de Emma como avergonzada.
—Solo yo conozco este lugar cariño, no te preocupes.
—¿Me lo prometes?
—Lo prometo.
Sentí la mano de Emma en mi miembro, estaba helada, luego siento levemente la respiración cerca de mí, cerré los ojos para dejarme llevar por el placer cuando siento un tirón, una ráfaga de aire y Emma ya no estaba sobre mí.
Me levanto rápidamente asustado y me abrocho el pantalón.
—¡Emma! —grite fuertemente.
Un grito ahogado por lo árboles a la derecha hace que corra al lugar, era la voz de Emma, algo le estaba haciendo daño.
Corrí al lugar del grito pero nuevamente ya todo estaba en silencio.
—¿Emma? —gritaba—, cariño esto no es gra...
mientras caminaba tropiezo con algo en el suelo, saque mi móvil para alumbrar el piso, aunque la noche era clara, la sombra de los arboles no dejaba ver bien.
—Pero que...
Quede sin palabras al ver a mi amada Emma con sangre en el cuello, los ojos abiertos con una mirada perdida en un punto en la sombra. Miré allí y pude ver unos ojos rojos.
Retrocedí unos pasos aun mirando a Emma que estaba sin moverse en el piso y a los ojos rojos de entre las sombras, no podía creer que ella estuviese en el suelo desangrándose; los ojos rojos avanzaban a donde estaba yo y al retroceder tropecé con una rama y caí al suelo, pude observar a esa cosa de ojos rojos saltar sobre mí y solo atine a defender mi cuello poniendo mi brazo. Sentí como los colmillos de esa bestia hacían presión sobre mi piel y la perforaban, la fuerza de sus mandíbulas era algo que mi brazo no resistió.
Comencé a entrar en shock por la desesperación y la sangre que perdía, cuando escuche un sonido de un disparo, luego el dolor de mi brazo desapareció y todo se tornó negro.
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