Las personas a cargo de algunos de los países más importantes del mundo se encontraban sentadas alrededor de la gran mesa negra, observando la descabellada propuesta que se les estaba presentando, todos sumidos en un tenso silencio. La mayoría de ellos repasaba una y otra vez las palabras dichas por la mujer rubia de traje blanco, que se había parado al frente con una fría sonrisa y presentado ese proyecto como si se tratara del magno avance de la década, cuando para varios se trataba en realidad de la peor atrocidad de la década.
Ni hablar del gran debate que todas las acciones que serían realizadas en este proyecto traerían si por algún motivo llegara a ser de conocimiento público, incluso en ese preciso momento algunos de ellos tenían esa disputa en sus cabezas. ¿Estaba bien el objetivo de aquel proyecto?, o ¿Era moralmente incorrecto?, el tenso silencio en el que estaban sumidos fue roto cuando uno de los líderes habló.
— ¿Cómo nos garantizas que haya un ser humano dispuesto a cometer tal barbaridad? —Una sonrisa maliciosa se formó en el rostro de la mujer de traje blanco presentando el proyecto, haciendo que los líderes se removieran incómodos en sus asientos, las alarmas en sus cabezas encendiéndose.
—Porque...ya encontramos al sujeto ideal—Contestó la mujer haciendo que el ambiente en la habitación se tornara frío y los inevitables escalofríos llegarán a algunos de ellos—Hagan que entre.
Luego de unos segundos que los líderes sintieron como horas, dos guardias robustos entraron, en el medio de ellos caminaba una niña, tenía una tez clara bastante pálida, llevaba su largo cabello azabache recogido en una cola alta, vestía una bata blanca de tela quirúrgica que le quedaba ancha para su contextura pequeña y delgada, sus ojos color ámbar tenían una feroz expresión, su ceño estaba levemente fruncido mientras examinaba la habitación y a las personas sentadas alrededor de la gran mesa negra, quienes la observaban algunos horrorizados, otros intrigados y los demás con pena. Lo que más llamó la atención con respecto a la chiquilla, fue advertir que sus pequeñas y delgadas manos se encontraban rodeadas por unas gruesas esposas, a la manera en la que se trataba a una peligrosa criminal, ante las atentas miradas hacia los objetos de metal que la encadenaban, la mujer rubia de traje blanco habló.
—Se encuentra esposada por su seguridad—Explicó con una tranquilidad en la voz que los líderes encontraron perturbadora.
— ¿Qué motivos tienes para pensar que esta niña, es el sujeto ideal para tu proyecto? —preguntó con intriga uno de los líderes. La mujer rubia le sonrió arrogante.
En la pantalla detrás de ella se comenzaron a mostrar imágenes de los cadáveres de dos niñas, cuatro hombres y una mujer, algunos de los líderes tuvieron que apartar la mirada ante la sensibilidad producida por las fotografías, luego estas se centraron en los cuerpos de tres de los varones mostrados anteriormente.
—Ellos fueron eliminados por nuestro sujeto aquí presente—La mujer rubia señaló a la pequeña niña.
— ¡¿Ella lo hizo?!—Varios de los líderes expresaron su incredulidad— ¡¿Sola?!
—Así lo dictaminó la evidencia—La mujer rubia afirmó—No tenemos ningún testigo que corrobore la historia, pero las pruebas apuntan a ella y su testimonio es bastante acertado, hicimos todos los análisis, sin duda alguna ella lo hizo.
Todos en la sala la miraban impactados, a lo que la pequeña les devolvía una feroz mirada, sin decir palabra alguna, simplemente se dedicaba a mirarlos y mantenerse quieta como si de una estatua se tratase, parecía acusarlos con sus ojos, al menos eso era lo que algunos de ellos sentían.
— ¿Lo hiciste? —Una mujer de entre los líderes preguntó dirigiéndose a la pequeña, por la manera en la que la miraba parecía rogar que fuera una mentira, y que tuviera una negativa por respuesta.
La pequeña la observó, luego pasó su mirada por todos los rostros en la sala antes de contestar con un asentimiento de cabeza aún sin pronunciar palabra alguna.
—Las fotos no prueban nada, pudo haberlo hecho alguien más y darse a la fuga, lo que estás planteando es descabellado—Replicó uno de los líderes.
—No trates de burlarte de nosotros Jeanette—Le siguió otro comenzando a enojarse.
—Sé que parece descabellado, pero le hemos hecho pruebas y tiene todas las actitudes del sujeto ideal para iniciar con esta propuesta, podemos moldearla para llevar este proyecto a la perfección, yo me encargare de todo ustedes solo deben esperar por los resultados—La mujer rubia los apaciguó con sus palabras.
— ¿Cuánto tiempo? —Le pregunto otro líder.
—Unos años como mucho, debemos condicionarla, sin embargo, les garantizo que cuando termine con ella, todos sus problemas se resolverán—Fue su respuesta.
—De acuerdo, te daremos los recursos necesarios, si algo falla la responsabilidad será solamente tuya y responderás por lo que pase, eso incluye si el proyecto llega a salir al público, negaremos cualquier vinculación y las consecuencias recaerán únicamente sobre ti.
—Lo sé, la responsabilidad será solo mía.
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