lia-thomas1572354119 Lía Thomas

Tres niños, dos con habilidades especiales y uno sin, son criados juntos en una casa especial. Pero, ¿para qué? No lo sabemos. No en serio, todavía no lo sé bien, pero a ver si obtenemos claridad :p


Thriller/Mystery Not for children under 13.

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Tu nuevo hogar

Los escuché venir por mí y no pude controlarme. Lo intenté.

—Soy como el mar calmo. Soy como el mar calmo.

Pero todo el olor a quemado, los gritos de las personas afuera y el miedo que sentía no ayudaban en nada.

—¡Entró por ahí! —escuché una voz femenina al borde de la histeria. Fue fácil de reconocer. Era la directora del orfanato—. ¿Qué va a pasar con los niños, por favor? —preguntaba sollozando. Uno de los soldados intentó calmarla, pero el resto hizo que todo el piso del cobertizo retumbara en cuanto subían los escalones y se acercaban a la puerta. Entró la luz e intenté con toda mis fuerzas hacerme más pequeño entre las cajas que usaba para esconderme.

—¡Ahí! —no sirvió de nada y a partir de ese momento, todo se volvió más confuso—. ¡Cuidado!

Solo sé que mi cuerpo empezó a doler más de lo que nunca dolió en mi vida. El calor era insoportable.

—¡Muró de contención! ¡Muro de contención!

Grito el primero de los hombres. Nunca había llegado a esos niveles de calor antes. Todo se puso blanco y después… ya no sé.

Lo siguiente que recuerdo es mi respiración caliente y la tela alrededor de mi cara. No conseguía ver nada, pero sé que estaba en algún vehículo por las sacudidas.

—Está despertando —dijo alguien a mi lado.

—Dale otro sedante. No queremos que haga explotar el auto.

Tres personas comenzaron a reírse, y mi cuerpo se calentaba de vuelta. No lo puedo controlar. Cuando me da miedo o me pongo nervioso, simplemente pasa. Pero después de eso, sentí un pinchazo en el brazo y todo empezó a apagarse nuevamente.

La siguiente vez que desperté, estaba en una cama. Me costó distinguir las cosas al principio, pero tras unos segundos, vi el techo blanco y una cara que se asomaba.

—¡Al fin despertás! Ya empezaba a imaginar que estabas hechizado e iba a tener que darte un beso para rescatarte. ¡Pero ahora no hace falta y por fin tendré con quién jugar!

No debía tener más de seis años y su piel dorada solo resaltaba más con toda su ropa blanca. Me apoyé sobre los codos e intenté sentarme, pero todavía no me sentía bien.

—Oh, dejá que pida ayuda.

La niña corrió hacia el otro lado del cuarto y presionó un botón junto a su cama. Miré por encima de la mía y vi que también había uno allí. Segundos más tarde, una viejita regordeta y bajita entró por la puerta, empujando un carrito lleno de comida.

—¿Despertó, Mili? —le dedicó una sonrisa y luego me miró—. Qué bueno. Qué bueno. Debes estar muriendo de hambre —dijo sentándose al borde de mi cama.

—Intentó sentarse, señora Matilda. Pero recordé lo que me dijo y apreté mi botón. No el de él, tal como me enseñaron —la niña me miró—. Vos solo podés presionar ese de ahí. Y yo ese de allá —me explicó.

—Ya, ya, Mili. Dale tiempo. El pobre debe estar muy confundido todavía.

—Me ayudó a sentarme, acomodó el almohadón contra el respaldo y me apoyó delicadamente. Nunca en la vida me habían tratado así.

Si lo pienso, nunca antes había estado en un lugar así. El orfanato estaba abarrotado de camas y si había algún dibujo en la pared, eran de nuestras propias manos. No importaba el sol que hubiera afuera, siempre parecía nublado adentro. Y no había un solo juguete al que no le faltara una parte o que tuviera alguna rajadura. Hasta el ruido era diferente. Cuando yo entraba a alguna habitación, todos callaban. Acá, despierto y me encuentro con esa niña que no para de hablar, en una cama que podría acomodar a tres de los que vivíamos en el orfanato. Las paredes son tan blancas que hasta dañan los ojos. Igual que estás ropas —Se tocó la parte superior de su mono—. Eso en los espacios en los que se ve pared, porque estaba repleto de cuadros. ¡Y de los buenos! Con marco todo.

La mujer tomó un poco de comida en el tenedor y me lo colocó frente a la boca. La niña y la mujer tenían la misma sonrisa. Como si aquel primer bocado fuera un gran hito en la vida. Pero no tenía mucha más opción. Así que abrí la boca y dejé que me alimentara.

Otra cosa que era diferente: la comida aquí era deliciosa.

—A que no te sentís mejor después de comer un poco, ¿verdad?

Asentí levemente.

—¿Recordás algo de lo que pasó?

Abrí la boca para hablar, pero ninguna palabra salía.

—Oh, claro —dijo la mujer con una risita alegre—. Tu garganta debe estar muy seca. Tomá un poco de agua.

Me acercó el vaso con una pajilla. Beber fue un alivio. Ya no sentía que tenía una lija adentro de mi garganta. Noté el agua pasar de mi boca y llegar hasta mi estómago. Esa era la sed que tenía. Con voz ronca, pregunté:

—¿Dónde estoy?

La niña se rio como si hubiera hecho la pregunta más boba del mundo.

—¡En tu nuevo hogar, obvio!

May 8, 2022, 8:17 p.m. 6 Report Embed Follow story
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Post!
Matt Levy Matt Levy
Me encanta! Y tiene muy buen cierre del capítulo ☺️
May 21, 2022, 17:19

  • Lía Thomas Lía Thomas
    Aw!! Gracias, Matt!! Lo quería mostrar en el taller,pero nos abandonaste los sábados y murioooo 😭 May 21, 2022, 17:26
Elinor Thomas Elinor Thomas
Me encanta!
May 09, 2022, 13:24

Guillermo Arregui. Guillermo Arregui.
Tremendo,pero voy a dejar las opiniones para la reseña.
May 08, 2022, 20:48

  • Lía Thomas Lía Thomas
    Hola, Guillermo!! No keibka reseña todavía. Pero gracias por pasarte!! 😃 May 08, 2022, 21:06
~

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