— Vamos Taehyung , ¿cuántos años tienes? — Cuestionó el pelinegro, apoyando los codos sobre su pupitre y echándose hacia adelante. El castaño levantó la vista de sus documentos, sentado en el escritorio, y con un gesto serio, suspiró.
— Profesor Kim , por favor. No estoy jugando cartas con usted, señor Jungkook — murmuró, su voz rasposa. Aquello, por supuesto, incentivó más a Jungkook, quien se relamió los labios.
— Profesor Kim ... ¿Qué me dice? Debería pensarlo, digo, no es como si quisiera llevarlo a la cama esta noche — dijo, una sonrisa sugestiva ante la miel mirada que momentáneamente, volvió a posarse sobre él— . O quizás sí. Tan sólo debe aceptar. Será divertido.
— Por favor, señor Jungkook. Me parece que esto se está convirtiendo en un momento completamente inapropiado. Mejor recoja sus cosas y salga del aula, lo confino de su castigo por el día de hoy, pero procure no molestar tanto en la próxima clase. — Habló rápido, levantándose de su asiento y aglomerando todos los papeles en sus manos. Su voz aterciopelada, logrando sacar una sonrisa de Jungkook.
El pelinegro se puso de pie, alisando su camisa y adoptando una pose completamente seductora. Observó como un mechón de cabello azabache resbalaba de la cola de caballo que Kim llevaba, cayendo justo en su rostro, y prontamente admiró como los cuidados dedos de su profesor lo guardaban detrás de su oreja. Aquel acto le hizo hinchar el pecho, mordiendo su labio y pensando que, indudablemente, era demasiado caliente.
— ¿Podría tan siquiera pensarlo? — Volvió a cuestionar Jungkook. Los ojos amielados lo observaron con incertidumbre, y con un resoplido, Kim Taehyung irguió la espalda; los brazos cruzados sobre su pecho— . Me estoy cansando de ser rechazado por usted... y ambos sabemos que es una oferta tentadora.
— Creo que es suficiente, señor Jungkook, compórtese. Ahora, si gusta — con una última y dura mirada, caminó hacia la puerta del salón, abriéndola e indicándole a Jungkook con su mano que ya era hora de que se fuera— , tengo muchos exámenes que corregir.
Jungkook soltó un dramático suspiro, caminando con pasos lentos y apreciando el sutil aroma de la colonia de Taehyung . Antes de poder salir por completo, se giró, una sugerente sonrisa en su boca y un guiño que rápidamente fue correspondido con un par de labios fruncidos. Prontamente, él salió de allí, no sin antes echarle un último vistazo al castaño, aún de pie junto a la puerta.
Era cierto, Jungkook estaba loco por su profesor de Lengua. Y no descansaría hasta hacerlo suyo.
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Amo aquí. Me quiero quedar para siempre. Hermosa escritora. Quiero que sepa que soy su fan y voy a seguir hasta el final. A veces solo leo y no comento para no parecer desesperado
DtPensé que iban en el colegio porque en la universidad nunca te regañaria un profesor o te pondrían castigos NSKFKDNF
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