Día de escuela, día de infierno para muchos. En parte estaba emocionada, siempre lo estoy y no veo razón para no estarlo. Sí, secundaria, a veces un asco por el simple hecho de estudiar, pero para otros por la gente que lo hace un asco. Esos típicos chicos que se dedican a molestar a los más débiles. A mi me molestaban siempre, y eso a mi no me molestaba. La costumbre supongo.
Si el día te sonríe, sonríele tu a él. Eso me habían dicho un día que la cara larga abundaba en mi, obviamente, le hice caso. Sirvió, y mucho. Sabes, sonreírle a un desconocido tampoco estaba mal, llevar buenas vibras a todos lados. Las alegrías son como flores que la lluvia mancha y el viento deshoja. La mejor manera de demostrarle a la vida lo bien que la pasamos es una sonrisa.
Pero también viene el lado malo en todo. Me considero una persona muy positiva, y claro, tengo mis momentos negativos. Como ahora. El sol brilla, las personas no me miran como siempre lo hacen cuando me ven entrando a la secundaria feliz y el clima esta perfecto, no me sorprendería si fuese un sueño. Aún así, deberíamos dejar nuestros problemas a un lado, creo en la pequeña teoría de la sonrisa para la sonrisa de otro.
-Miren quién está ahí, ¡la chica sonrisa! ¿Cómo va todo Amber? ¿Hiciste mi tarea?-preguntó el irremediable caso de Kwon Ji-Yong, un chico insoportable que lo único que sabe hacer es molestarme, ¿curioso?
-Te dije detalladamente que no la haría, ahora, con permiso.-traté de correr e irme, pero él volvió a ponerse entre mío de brazos cruzados. Sí, era fuerte, jugador de algún
deporte que se base en golpearse hasta quedar en el suelo y claro, admirado por la platea femenina. Básicamente él era el león, y yo el ratón.
-No te vas hasta que me des las malditas hojas, ¿entendido?-
-No. Adiós.-traté de volver a zafarme de esta pero él tomó mi cuello y me estampó contra la pared. Al frente de mi cara tenía su puño. Lo gracioso de todo esto es que tal vez mi sonrisa iba a desaparecer en cualquier momento.
-Voy a golpearte hasta que no vuelvas a contar todos los malditos universos que cuentas en clase.-
-Entonces eso será mucho ¿no?-volvió a amenazarme y pensé que los chistes en estas situaciones no servían.-Vale vale, suéltame y termino tu tarea ¿sí?-iba a soltarme cuando la profesora de física, la admiradora de Ji-Yong, llegó. Esas profesoras que le regalan puntos a sus alumnos por su reputación, y vaya que le regalaba puntos a él. ¿A mí? Los puntos los ganaba solos, me había acostumbrado a eso hace mucho, mucho tiempo.
La mujer sólo nos dio un sermón, pero Ji-Yong se salió con la suya acusándome a mí de tratar de golpearlo y de empezar con la pelea. ¿A quién le creyeron? ¡Ding, Ding! ¡Kwon Ji-Yong ha ganado!
De todas formas, lo hecho esta hecho, una simple pelea y un castigo con el director no tirarían mi sonrisa, abajo.
+++
Ya en la dirección me senté junto a una chica con cabello rojo. La conocía. Todos hablaban de ella, como si fuesen a conocerla, supongo. La joven tenía todo tipo de rumores atrás de ella. La tachaban de rebelde, psicópata y sí, rebelde era pero psicópata no, espero que no. Se veía mala, o tal vez mala conmigo porque no para de insultarme y preguntarme por qué la miraba tanto. No le respondí, sólo le sonreí.
Y pasaba la hora del "castigo" que ambos teníamos. Según ella, estaba aquí gracias a la pelea que tuvo con una de las jovencitas del club de cocina. Chicas sencillas y tranquilas, delicadas y positivas, todo lo contrario a SooJung, sí SooJung. Jung SooJung, así se llamaba la chica del cabello rojo. Y era una mujer como todas las que iban a esta secundaria, no entiendo porque nadie comprende eso. Normal, como todos.
Me preguntó varias veces por qué era tan positivo con la vida y los problemas que se cruzaban en nuestro camino.
-Digo, siempre sonríes, con todo. El dolor, con las adicciones, con los problemas en casa, siempre encuentras una solución para todo.-
-Y es eso, sonreír.
-Nunca te he visto con problemas de amor, por ejemplo.-
-Si exagerásemos nuestras alegrías, como hacemos con nuestras penas, nuestros problemas perderían importancia. Y con el amor, pues, nunca me atrajo. Si lo considero genial, pero, no lo sé.-
-Eres lesbiana ¿no?-
-¡No! Claro que no lo soy, sólo no encontré el amor. Dicen que no debes dejar que te roben el corazón, deja las puertas abiertas para que lo tomen con amor.
-Eso es estúpido tanto como tu teoría al sonreír por todo. No sirve, no dura.-
-Si bien es cierto que las alegrías son cortas, tampoco nuestros pesares son muy largos.-fue así como terminó el día, y siguieron los demás.
Pasaba más tiempo con SooJung, pensé que me odiaba, pero no fue así. Y nos divertíamos mucho. Ambas en un mismo mundo, fumando, riendo, leyendo, hablando, todo. A veces pensé que estaba enamorada de mí, o que yo de ella. Que va, estoy diciendo estupideces. Ella nunca sentiría algo por mí, nunca.
Thank you for reading!
We can keep Inkspired for free by displaying Ads to our visitors. Please, support us by whitelisting or deactivating the AdBlocker.
After doing it, please reload the website to continue using Inkspired normally.