kissarmyw Kiss ArmyW

Hay actos humanos a los que no puedes encontrarle explicación, actos donde la más baja de las miserias son el alimento de cada día mezclada con la inmundicia de alguien que carece de alma. Durante más de diez años sin importarle romper la inocencia de dos pequeños, alejándolos de sus familia a lo que podría confundirse con el fin del mundo. Libre...ahora son libres...Yoongi y Jimin deben encontrar el camino a su hogar. (NO HAY PEDOFILIA)


Fanfiction Bands/Singers For over 18 only.

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Muerte

No eran conscientes del tiempo que llevaban de pie junto al enorme cuerpo que yacía en la cama. Lo que tomaron como una extensa siestas se había convertido en una realidad golpeándolos sin estar preparados para ello.

El señor Yogun había muerto.

Yoongi no recuerda a sus padres, eso era debido a que pasaba muy poco tiempo con ellos, sus primeros años de vida habían sido bajo el amor incondicional de su abuela.
Pero a ella sí, no había día que no pensase en ella, su Yaya.
La imagen de ella le daba la fuerza para sobrevivir un día más.

Tenía sólo 5 añitos cuando ocurrió. Él jugaba tranquilo en el jardín de la casa de su Yaya, eran camioncitos de colores que firmaban parte de gran tesoro de juguetes. Eran lo poco que recibía de sus padres, los tomaba como un acto de amor.
Fue una tarde de primavera soleado, él llevaba puesto su camiseta nueva de Kumamon con los pantaloncitos azules, saldría a pasear con su abuela aprovechando la compra de unas hierbas para sus famosas salsas.

Era un día feliz, él a pesar de todo, era un niño feliz, risueño, algo malhumorado en ocasiones, pero de noble corazón. Tendría un gran futuro, de eso se encargaría su familia de una forma u otra.

Pero esa tarde, todo se truncó, esa tarde cuando la anciana fue a buscarlo, sólo encontró los camioncitos y su gorrito azul. Min Yoongi entró a la larga lista de niños desaparecidos.

Se conocieron en la van deteriorada, ninguno sabía que ocurría , ambos fueron arrojados a la parte trasera en un mugroso colchón, demasiado miedo para llorar luego de una amenaza a gritos chuchillo en mano. El pequeño niño de 3 años sólo atinó a refugiarse en Yoongi. Más tarde se enteraría que ese pequeño se llamaba Park Jimin y al igual que él, había sido arrebatado de su familia.

YoGun era un hombre callado, más bien los sonidos que salían de su boca parecían gruñidos que se atoraban en su garganta. Nadie sabía de él, toda su vida pasó desapercibido y esperaba que fuera siempre así, decidió que su hogar fuera lo más lejos posible de la civilización . Construyó su cabaña con sus propias manos. Era un hombre rudo, que dictaba sus leyes y su palabra era la ley. Todo era hecho a su manera y la visión que tenía de su estadía en este mundo reflejaba mucho la mente y alma enferma que albergaba en él.

Dos hijos, siempre tuvo claro que necesitaba dos hijos. Ellos serían su legado en este mundo, les enseñaría lo que todo un hombre debía saber y los alejaría de la contaminada sociedad que jamás lo comprendió.

Esos dos niños que se habían cruzado en su vida lo necesitaban, estaban destinados a ser parte de su familia, la familia que crearía gracias a ellos, si sus padres no se ocupaban de ellos, YoGun les enseñaría las miserias de la vida y ser fuertes para hacerle frente. Que en la vida había que ser un hombre ante todo.

Jamás abusó de ellos, no en el plano sexual, pero dinamitó toda inocencia que un niño puede albergar. A los dos años de estar con él, Yoongi y Jimin reflejaban el auténtico vacío en sus miradas.

Sus días fueron marcados por grandes castigos bajo el temible látigo cuando no obedecían algunos de las imposibles órdenes para tan menudos cuerpos y corta edad, como cortar leña, arar, hacer fuego, cazar, cocinar, para luego ser encerrados en una diminuta habitación, compañeros de bichos y extraños animales. Cuatro paredes carentes si quiera de un sanitario y que no sabían que era si quiera un trapo con agua.

Se acostumbraron a dormir entre sus heces y orina, comer en el suelo y no volver a ver su rostro.

En su vida anterior no llegaron a educarles en cosas tan básicas cómo los días de la semana, meses o años...el tiempo era algo efímero en ellos...solo pasaba sin saber si quiera de su existencia.

Se convirtieron en animales casi nocturnos, carentes de la caricia de un rayo de sol, viviendo en penumbras y lo que parecía un eterno invierno.

Ahora dos jóvenes de 15 y 17 años miraban el cadáver del hombre que los había educado todos esos años.

Ahora eran libres.

—Ya va a anochecer, Jimin— señaló el mayor mirando hacia una mugrosa ventana la cual apenas dejaba entrar luz— prepara tus cosas para cazar.

Eran libres sí, más ellos no conocían otra vida fuera de miseria.

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~Kiss Omma~

Aug. 28, 2021, 1:52 p.m. 0 Report Embed Follow story
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