Daniela
Caminar a la universidad es algo tedioso, prefiero tomar mi motocicleta e irme por mi cuenta para ahorra tiempo y no tener que madrugar, lo malo de esa decisión es que dejaría de tener tiempo junto a Laura, el camino a nuestra universidad es uno de los poco momentos donde puedo estar junto a ella y ese sacrificio lo tomare cada mañana solo por ella.
Había llegado a nuestro punto de encuentro, una farola en frente de un café que nos daba la cafeína suficiente para la primera clase del día. Aproveche el tiempo de sobra que tenía y me adelante a comprar los cafés, mientras veía el mostrador de postres y el menú del lugar vi una infografía de color naranja con el título: Que dice el café sobre ti.
La curiosidad le gana a cualquiera, y cada persona tiene un café predilecto debido a su sabor o presentación, en mi caso el expreso era mi favorito: Inteligente, modesto, y adaptativo según la información de la hoja. En parte tenía razón, estudio en una de las universidades más exigentes de mi ciudad, y mi apariencia física era común, tengo el mismo color café oscuro en mis ojos y cabello, pero mi personalidad es más dada al egocentrismo y la vanidad, la adaptación es algo que se deja al criterio del espectador.
Aun no era mi turno de ordenar, seguía concentrada en una vitrina llena de postres que hacían agua la boca de cualquier amante del azúcar, ojalá hubiera otra infografía que dijera el significado de cada postre tal vez de esa forma podría definirme como persona en lugar de tener crisis existenciales cada mes.
En mi cabeza ya estaba organizado el menú, mi preciado expreso y un macchiato para mi mejor amiga, tenía curiosidad por saber que tanto podría decir un macchiato de ella, talvez y lograría que la sacara de aquel pedestal de perfección en que la tenía, ese papel decía que Laura era una chica reservada e indecisa, que algunas veces intenta cosas nuevas o peligrosas. Daba miedo, su exactitud no era de un cien por ciento, pero si tenía altos niveles precisión.
Laura es más indecisa y reservada, casi nunca es capaz de salir de su zona de confort sin que alguien la empuje a hacerlo, su apariencia llamaba la atención, principalmente sus ojos color miel, su cabello largo, castaño claro es la envidia de cualquier chica femenina, y su piel sin ninguna imperfección es envidiable. Describir a Laura es sencillo definirla es diferente, no todos la vemos de la misma manera, no todos la conocemos al mismo nivel, y no todos sentimos lo mismo por ella, solo digamos que estar enamorada de mi mejor amiga desde hace casi un año, no me pone en la mejor posición para definirla.
Cuando ya era mi turno de ordenar vi por la ventana del local asegurándome que Laura no estuviera afuera, me relajé al no verla. Cuando salí del café con el pedido en mis manos escuché mi nombre a lo lejos, por inercia dirigí mi atención a la fuente. Creí que era un espejismo y quería tallar mis ojos para confirmarlo, pero mis manos estaban ocupadas, mi sonrisa desaparecía lentamente mientras una expresión seria y fría hacia presencia, su acompañante me daba ganas de pegarme un tiro.
Todo iba en cámara lenta, esa silueta masculina que había sido mi amigo de infancia y que ahora solo me daba días llenos de ganas de derramar sangre, acompañaba a la chica de mis sueños. Para no hacer la historia tan larga, era Hazel, un chico de cabello negro con puntas azules iguales a sus ojos que se había convertido en mi rival varios años atrás.
Estaba sorprendida de verlo junto a Laura un viernes a las 7 de la mañana, era rara la ocasión donde Hazel inscribía materias tan temprano. Cuando los tuve de frente vi el ligero sonrojo en las mejillas de Laura y las manos enlazadas de los dos.
- Supongo que me hizo falta un café. - Dije con un tono sombrío demostrando mi desagrado.
- Agradezco tus modales Daniela, pero si quieres seguir con ellos me puedo quedar con tu expreso, no es de mis favoritos, pero no está mal. – Decía Hazel apretando el agarre y manteniendo una arrogante sonrisa.
- Antes muerta que darte mi café, me adelanto no quiero interponerme en lo que esto sea, Laura ten tu favorito lamento no acompañarte, pero prefiero evitar roces, ya sabes- Dije mientras le entregaba el macchiato e intentaba no quebrar el vaso con el expreso en mi otra mano.
- Daniela necesito decirte algo - “Tenemos que hablar” gran forma de iniciar la conversación Laura- No tendremos clase juntas este semestre…
- No entiendo, habíamos inscrito una materia juntas ¿La cancelaste?
- Quise decirte antes, realice un cambio en mi horario y cancele nuestra materia para inscribir una catedra.
- Supongo que está bien, pero me debes una, ya no puedo cancelarla.
- Lo sé, y enserio perdóname por no decirte antes, Hazel me dijo que inscribió esa catedra este semestre y me venía mejor tener ayuda.
- Oh… Asique fue porque Hazel estaba tomando esa clase, genial, Hazel… ten mi café, se fueron las ganas de introducirme cafeína.
Estire mi mano soportando las ganas tenia de golpearlo, aunque no era su culpa me hervía la sangre de saber que estaría con Laura todo el semestre, seguí mi camino sin pronunciar palabra una vez Hazel tomo el café.
No quería amargar más mi mañana y en mi cabeza solo sonaban insultos que rogaban salir de mi boca. La ciudad y el camino a mi campus es lo suficientemente largo para que una chica llamara mi atención, tal vez fue su mirada de cálidos ojos verdes o el cabello castaño corto que se cargaba, lo más probable era la placa de su Hyundai aura color negro que yo tanto envidiaba, lo que llamo mi atención.
- Milagro que no estés con la correa y tu ama ¿Quieres un aventón?
- Alice, mi amiga con derechos y mi puta salvadora el día de hoy.
- Amanecimos con putazos. Súbete la profe de espectroscopia no le gusta los retrasos.
- Eso explica que solo tenga un hijo. Salón 302 ahí vamos- Decía mientras subía al asiento de copiloto y para ser la DJ en el trayecto que nos quedaba.
- Que sucedió para que tus oraciones usen groserías como sustantivos
…
- …Y eso fue lo que sucedió- Terminaba de contarle a Alice mi desagradable encuentro de la mañana.
- Resumen: metiste técnica fotográfica y experimental por culpa de tu “mejor amiga”.
- La fotografía es un pasatiempo, pero principalmente quería tener tiempo con Laura, quien, si ES mi maldita mejor amiga, ya me pongo yo solita el maquillaje de payaso, gracias.
- Si tú lo dices no me lo creo. Aún me queda hueco este semestre puedo inscribirla si quieres para que la se sienta sola.
Estábamos camino al salón 302, me deje guiar por Alice mientras pensaba en su oferta, no quería socializar con las personas y Alice es mi amiga, no me vendría mal su compañía pero algo no me encajaba del todo.
- Tierra llamando a Daniela.
- Perdona, no me desagrada la idea, pero quiero preguntarte ¿Esto tiene algún truco de fondo?
- ¿Eso es un sí o un mal intento de decir no? En cualquier caso, el único truco seria tener tiempo contigo y ver si te enamoras de mí, pero tus ojos están en otra.
- No quiero jugar contigo y lo sabes.
- Lo sé, mejor piénsalo y dame tu respuesta después de espectroscopia, si me dices que sí me adelantas la primera clase.
-Trato.
Suponemos que estar en la universidad significa que las personas no se interesan en tu reputación o popularidad, en cierta medida es cierto, aun así, hay un momento donde tu perfil en Instagram comienza a llenarse de seguidores, donde la gente te escribe intentando conocerte, y cuando pisas un lugar tan común como la universidad las miradas caen sobre ti.
Cuando entramos al salón quise evitar las conversaciones hipócritas de personas que suponían conocerme, busqué rápidamente un asiento libre fuese donde fuese, quedaba un lugar en la mitad del salón, Alice sentó en la parte trasera siendo rodeada grupo de chicas a los segundos. Detesta participar y hablar en público, esos asientos eran su mejor zona para escapar de la posible participación que le pediría la profesora, pero no la protegía de las charlas de pasillo.
No había sacado esfero de la maleta cuando la profesora ya estaba explicando el tema uno del corte, estaba dispersa, no sabía si escuchar mis pensamientos o las palabras que decía la maestra, trate de hacer ambas solo para responder las preguntas del examen al final de la clase y darle una respuesta a Alice después de este.
Es egoísta pedirle aquello solo por no querer estar rodeada de desconocidos, con quienes dejaría de hablar el próximo semestre. Ser egoísta o no ser egoísta, esa es la cuestión.
Debido al monólogo dramático y mi dispersión la clase paso rápidamente, no me di cuenta cuando terminé el pequeño parcial que nos realizaron y no estaba segura de las cosas que había puesto. Cuando iba a salir Alice llamo mi atención buscando una respuesta.
Seguiré la personalidad de Hamlet, el ego y mis deseos primero.
- ¿Cuál es tu respuesta?
- Inscríbela, me encantaría tu compañía.
- Ay, que coqueta. Nos vemos después de tu clase y pásame los apuntes de la primera clase, te parece.
- Por supuesto.
Tome rumbo a técnica fotográfica con el impulso de buscar a Laura, me estaba mintiendo pues desde hacía semanas actuaba raro conmigo, cancelaba planes a último minuto, robó mi moto, y me pedía mentirles a sus padres sobre su paradero, lo lógico es pensar que Laura conoció a alguien y si ese era el caso ¿Por qué ocultármelo? Ella sabe que me gusta, pero también sabe que debo superarla ¿Qué tan importante era esa persona para cancelar nuestros planes y robar mis cosas?
Cuando llegué al salón de fotografía no vi ninguna cara, el salón estaba casi vació, solo veía fondos fotográficos, focos, y una estantería llena de diferentes cámaras fotográficas. Todas las sillas estaban ubicadas en redondo frente al tablero, no había algún escritorio y supuse que la silla de diferente color frente al tablero le pertenece al profesor.
Me senté en una de las sillas más alejadas y saqué mi celular, no quería dejar en el tintero las preguntas que rondaban en mi cabeza sobre Laura. Le escribí para vernos después de clase, casi al instante sonó mi celular con su mensaje, accedió y me dijo a que hora terminaba horario. Debía esperar una hora, pero el viaje entre edificios se robaría parte del tiempo, apague la pantalla de mi celular y espere al profesor que llego minutos después cuando todo el salón estaba lleno.
La primera clase no fue tan tediosa como esperaba, explicación de la metodología y el programa académico principalmente, la última media hora adelantamos el tema inicial abriendo paso por la regla de los tercios y el punto de simetría que resultaron ser más interesantes de lo que pensaba.
- Señorita Ivette ¿Me permite un momento?
- ¿Qué sucede? – dije acercándome al lugar de la profesora.
- Estás dispersa, no te interesa la asignatura o es algo más.
- Hay varias cosas en mi cabeza realmente y estar rodeada de extraños genera una presión asquerosa.
- El arte es una manera de liberarnos y la fotografía es arte, ya que eres nueva tomando asignaturas de este tipo ¿Por qué no intentas hacer de tus problemas tu proyecto?
- ¿Me ven tan mal en fotografía?
- Nunca he visto un trabajo fotográfico tuyo no tengo expectativas, pero conozco algunos de tus trabajos escritos, tienes una gran oportunidad en esta clase para salir de tu zona de confort, en lugar de contar la historia de otros con palabras, cuenta la tuya con imágenes.
- Lo pensare, si acepto su propuesta le advierto, me tendrá detrás suyo todo el semestre.
- Encantada, te puedes retirar.
Emprendí camino al salón de Laura, viendo los árboles que rodean los caminos de adoquines y saludando algunas personas acostadas sobre ellos, o acostados en el paso de las planicies donde comprabas marihuana antes de un parcial.
No lo mencioné antes, pero vivo en una ciudad mejor conocida como la capital de un país ubicado en América del Sur, romperé la cuarta pared un momento: mi país no existe en tu universo, se creyeron superiores dividiendo nuestro territorio, envidiosos.
En el camino pasé frente a un puesto de comida en la universidad, no quería perder la oportunidad de recuperar el café que dejé en la manos de Hazel. Después compra rápida de un capuchino después seguí mi camino, me estaba preparando psicológicamente para escuchar a Laura decir: “Daniela, tengo novio” y escuchar mi corazón romperse en pesados mientras sostenía una sonrisa y preguntaba: “¿Quién es él?” automáticamente mi cabeza reprodujo olvídame y pega la vuelta de pimpinela.
Mi café estaba por la mitad cuando le escribí a Alice preguntando su paradero para poder verla después de hablar con Laura. Faltaban pocos minutos para que la clase acabara cuando llegué al lugar, me quede junto a la puerta mirando mi café sin tener nada mejor que hacer.
La gente comenzó a salir lentamente, tenía dudas sobre si esté era realmente su salón, por lo que pregunte recibiendo una respuesta afirmativa, este es el salón de Laura. Parecía un perro esperando a su amo quedándome junto a la puerta y mi capuchino estaba a pocos sorbos de acabarse, ya no salían más personas y pensé que Laura salió y no me di cuenta.
Antes de escribirle nuevamente miré adentro del salón, mis ojos se abrieron como platos, mi garganta creo un nudo y mi mano apretó tan fuerte el vaso con el café que lo rompió, haciendo que el líquido restante cubriera mi mano.
Arrojé el vaso en la basura del salón y salí del lugar cerrando la puerta para ir con Alice, quería ir a casa y no pensar en nada.
Estaba actuando de una forma tan inmadura, no manejo mis emociones como debería, y esto empeora cuando Hazel me altera. Te comenté que nuestras familias no se llevan bien, debido a eso nosotros tampoco somos los mejores amigos.
El legado de mi familia a estado ligado con la seguridad, salud, investigación, y justicia, más que ser parte de cuerpos policiales mi familia tiene su propia organización intergubernamental. Preguntarle a cualquier Ivette sobre su familia y empleo, es preguntar sobre las grandes hazañas que han hecho, los criminales que han visto la justicia, y los tantos reconocimientos que mostramos con orgullo.
Por otro lado, el árbol generacional de los Gautier esta rodeado de delincuentes con alto ingenio. El crimen organizado mejor llamada como mafias en por lo menos dos países, despiadados y muy rigurosos, solo una vez dejaron un cabo suelto: la destrucción de un negocio, y el testimonio del dueño quien declaró que aquel acto se debía a no pagarles por sus servicios ese mes.
No hay evidencia en su contra para que estén presos, asique no tiene sentido llevar a un criminal a una audiencia si no hay evidencias que respalden las acusaciones.
Tenia 13 años cuando mi familia me hablo sobre ellos, cuando me dijo de esa rivalidad entre mi padre y la última generación de los Gautier, cuando entendí la gravedad y peligro de las personas con las que duré años relacionándome quise alejar a Laura de eso, pero tampoco podía decirle la verdad, la expondría y eso podría empeorar todo. Desde entonces solo observo de brazos cruzados a Hazel, y aguanto las ganas de querer verlo en una prisión con un traje verde oscuro.
Verlos besándose me hizo entender que ya no podía alejar a Laura de él, no puedo evitar que sienta algo por él y desteto saber que mi choque con la realidad se lo deba a él.
Seguí caminando cuando escucha la puerta abriéndose, apresure el paso y cubrí mi cabeza con la capucha de mi saco, pero su voz me paralizo y causo que me volteara a verla con una sonrisa en la cara.
- ¡Daniela! Lo que viste, puedo explicártelo.
- No expliques nada eres mi amiga no mi novia, mejor regresa, no quiero interrumpir el beso de Ofelia y Hamlet.
- ¿Y tú quién eres, Laertes?
- Yo no soy nadie, porque al final de la obra yo no voy a morir.
Thank you for reading!
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