andylocares Andy Locares

Esta es una compilación de «one shoots» de una de sus parejas favoritas: Larry y Dreico (les guiño un ojo). Todavía no tengo una frecuencia fija de actualización pero trataré de hacerlo de vez en cuando. Tomen en cuenta que cada capítulo es un relato diferente y puede o no estar relacionado con los demás. ¡Disfruten! La reproducción de este contenido está prohibida sin mi consentimiento. Photo by ラデク ストーン on Unsplash


LGBT+ For over 21 (adults) only. © ANDY LOCARES

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Señor nudista.

Hacía calor. Larry abrió la puerta corrediza y dejó que la ráfaga de aire caliente acariciara su cuerpo desnudo. Miró al horizonte mientras las cortinas rozaban su piel al moverse con el viento. Se sentía adolorido. Miró por encima del hombro y le guiñó un ojo al culpable de su «agonía»: a Dreico.

—Ya despertaste, señor dormilón.

—¿Señor dormilón? —preguntó Dreico, y recorrió con la mirada el cuerpo expuesto de Larry—. No creo que tú lleves mucho tiempo despierto, señor nudista. Todavía puedo ver las marcas que dejaron las sábanas en tus piernas.

—¿Te quitan el deseo?

—Claro que no —dijo Dreico, mordiéndose el labio inferior.

—¿Quieres que regrese a la cama?

—¿Para qué?

Larry se giró y comenzó a acercarse a la cama con paso decidido, Dreico lo miraba atento y recordó la primera vez que lo vio así. Desnudo. Había sido hacía apenas unos meses, en uno de los baños del colegio; por alguna razón, Larry había terminado con sus ropas empapadas en lodo y estaba cambiándose de ropa a un lado de los lavaderos.

—¿Para qué quieres regresar a la cama? —Dreico no podía dejar de sonreir.

Larry llegó al borde de la cama y apoyó una rodilla sobre el colchón.

—Acabo de despertar. Me siento muy cansado, Larry.

El otro subió las dos piernas al colchón. Los ojos de Dreico ardían con deseo.

—Necesitaría comer algo primero.

—Me comes a mí —propuso Larry.

—Es en serio, Larry. —Dreico se cubrió su entrepierna con la sábana; no quería que Larry viera el efecto que estaba teniendo en él.

Larry soltó una risita.

—Está bien. —Apoyó los pies en el suelo y comenzó a caminar hacia la puerta.

—¿Qué pasa? —Dreico se incorporó de repente.

—Voy a la piscina.

—¿Sin mi?

—Sé lo cansado que te encuentras —repuso Larry, sin voltear a mirarlo.

—¿Sabes qué? —Dreico se puso de pie casi de un salto y se acomodó sus calzoncilos—. Creo que mágicamente me regresaron las fuerzas.

—Ya veo —dijo Larry con sarcasmo—. Ahora vamos a la piscina.

Larry salió primero al patio trasero; alzó los brazos y se estiró. Dreico lo miraba con los ojos como platos.

—¿Por qué me miras tanto?

—Me encanta tu trasero y como resalta cuando te estiras.

—Tú no estás tan mal. —Larry le dio un suave puñetazo juguetón en su vientre—. Estás duro como roca y ya veo que también de otras partes. —Señaló sus calzoncillos.

—Gracias, señor nudista.

—Ahora a la piscina. —Larry se lanzó a la piscina salpicando agua por todas partes.

Dreico, se deshizo de su ropa interior y se introdujo al agua poco a poco.

—Está fría.

—¿Qué ha pasado con aquel chico atrevido y valiente del que me enamoré? —Larry lo salpicó de agua.

—El agua está fría. Puede ser que se me quite lo cachondo.

Larry se sumergió en el agua y dio una voltereta.

—O puede ser que no.

Cuando Larry salió a la superficie se acercó a Dreico y lo tironeo para que entrara al agua. Dreico salió del agua y se acomodó el cabello.

—¡¿Cómo pudiste?! —Quería seguir reclamando pero las piernas de Larry ya estaban alrededor de su cintura.

Con una maniobra, Dreico cargó a Larry y lo volteó contra el borde de la piscina.

La erección de Dreico estaba debajo de Larry. Ambos se deseaban. Ya no podían contenerse.

Dreico lo penetró; Larry tensó el cuerpo por unos instantes y ambos comenzaron a moverse en forma de vaivén.

Estaban recostados en el césped, todavía jadeantes.

—¿Larry?

—¿Qué pasa?

—Te quiero.

—Yo también te quiero. —Larry se volteó y plantó un beso en la mejilla de Dreico.

June 1, 2021, 7:32 p.m. 0 Report Embed Follow story
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To be continued...

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Andy Locares Escritora. Psicóloga. Cat mom.

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