Tus ojos al mirarme Follow story

Cuando tome tu mano descubrí que había mundos que nada tienen que ver con el mundo de los hechos y las noticias. Cada acto puro nos lleva a límites increíbles y nos llenan de la más alta energía. Olvidar a veces la fatalidad del mundo es llenarnos de la verdad que se esconde en el respirar, en el sonreír, en besarse. Cuando tomé tu mano noté que cada parte de mí todavía existe por tomar tu mano. Cada parte de mí sabe que respira por ver tus ojos y tomar un helado contigo.

Es insospechada la capacidad que uno tiene cuando olvida que existe lo más pesado, lo más agrio y lo más certeramente real. Cuando uno sueña que vive es cuando uno realmente despierta de este atroz mundo en que hemos nacido. Si tomáramos en cuenta todo lo bueno que está sucediendo nos daríamos cuenta que el mundo no es tan feo. Están sucediendo cosas maravillosas todo el tiempo. Todo el tiempo a alguien se le olvida que pertenece a la tierra y sube a un mundo que, para mí, es más real, más sustancial, dotado del más alto sentido de vida.

Para mí, tus dedos son la forma más fundamental en el estudio de la política, tus labios, lo único que debe impórtales a los filósofos y tus ojos son la más compleja geometría. Nada es más importante que acariciarte el pelo, y dejar pasar las horas, acostados en el pasto de cualquier parque, que es nuestro parque, nube o verdad. Cada poro de tu piel me recuerda vidas que he pasado contemplándola, me recuerda el tacto con la más pura verdad que existe. Todavía recuerdo ese día como la verdad que deberían reportar los periodistas.

En este mundo tan atroz, en esta realidad tan dura, deberían olvidarse de esos problemas tan atroces y tan duros y volver al cuerpo, el lugar en que uno habita y abrazarse, tomarse las manos y amar, tan profundamente, que el mundo regrese a su curso, a ese lugar tan amado por todos y todas.

Cuando me miras entiendo el curso de las estrellas, es como si se alinearan muchos planetas, porque los astrólogos y astrónomos solo esperan 80 años para que sucedan esas cosas yo espero, siempre que suceda el más amoroso de los hechos astrológicos. Tus ojos cuando me miran.