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Karen Mecia


El fuego puede quemarte, pero el amor es capaz de matarte y para Kailey Campbell esto será un hecho cuando conozca al magnate Ethan Cooper, un misterioso hombre que la hará dejar la rutina entre expedientes penales por una vida colmada de sangre y pasión, en donde, jugar a la ruleta rusa con su vida terminará por colocarle una bala con nombre propio directo al corazón... ¿Sucumbirá Kailey ante esta Atracción Infernal? *Todos los derechos reservados en Safe Creative. Se prohíbe la reproducción, copia y adaptación de esta historia sin el permiso de su autora* 2019 Copyright © Karen Mecia.


Romance Erotic For over 21 (adults) only.

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CAPÍTULO I ¿CASUALIDAD O DESTINO?

"La casualidad no existe, todo surge de la más profunda fuente del destino". -Ferrik.

Hoy, es uno de esos días en los que despierto agitada, y es que a menudo tengo sueños en donde un hombre va tras de mí con la intención de arrebatarme la vida. Nunca he entendido ¿por qué siempre tengo el mismo sueño?, pero de lo que sí estoy segura es que jamás me adentraré a un callejón a solas cuando caiga la noche...

—Buenos días Bagui.


Saludo a mi fiel compañero, es un adorable canino raza Cotton, con el pelaje negro con blanco y unos preciosos ojos marrones; él, es quien siempre me llena de besos cuando tengo pesadillas.


Mientras lo acaricio, echo un vistazo para ver la hora del reloj y me sobresalto al mirar que son más de las 11:00hrs.


¡No puede ser!...


Otra vez se me ha hecho tarde para ir a trabajar.


Doy un brinco fuera de la cama, y me apresuro en tomar las primeras prendas de ropa que encuentro en mi armario, que por suerte, son las de mi trabajo.


Una falda azul oscura, camisa blanca de vestir, tacones altos en juego con el color de mi vestimenta, y un par de accesorios que terminan por adornar mi vestuario, hacen el completo outfit para pasar el día en la oficina.


Vuelvo a mirar el reloj, las minutos vuelan, y al notar que no tengo tiempo para desayunar, tomo un trozo de pan que había dejado la noche anterior en la mesa y lo guardo en mi cartera.


Tengo que dejar de ser tan desorganizada e impuntual. Sin dudas, no puedo ir por la vida tentando a la suerte.


¿Hasta cuándo Kailey?


Me despido de mi peludo amigo, y salgo corriendo para tomar el ascensor del edificio en donde vivo, mi vecino tan amablemente sostiene la puerta del elevador para que logre alcanzarlo.


—Gracias, Sr Martins- -saludo afablemente.


—Buen día Srta Kailey, ¿va tarde, como de costumbre?


¡No puede ser! Es increíble que hasta el vecino me tacha de irresponsable.


—Solo un poco Sr Martins, no sé qué le ocurre a mi alarma despertador. -esbozo una gran sonrisa, y espero ansiosa que el ascensor abra sus puertas para correr hasta la salida y coger un taxi.

★★★★★★

Al llegar a mi trabajo, saludo a todos con prisa para sentarme en mi escritorio a trabajar, antes de que llegue mi tan "adorable" jefe. No es que me caiga mal, simplemente siento que es un poco "intimidante".


Cuando por fin enciendo mi ordenador, una voz grave y dominante retumba en mis oídos, al girar la silla, me encuentro nada más y nada menos que con la figura elegante de un hombre alto, de tez blanca y unos ojos azules que invitarían a cualquier mujer que los mírase a desnudarse por completo ante el mar en calma que reflejan sus iris.


¡Sí!, se trata de mi jefe directo el Sr Chris Evans.


—Muy buenas tardes Srta Campbell. ¿Sería tan amable de acompañarme a mi oficina? -inquiere con suma seriedad.


¡OK!, esta vez no funcionó mi plan de pasar desapercibida, no sé qué excusa podré inventarle...


Ya va, ¿será que le digo que algún amigo falleció y tuve que ir corriendo a darle las condolencias a los familiares y por eso llegué tarde?


¡Oh por Dios Kailey! ¡¿A qué juegas?!


—Buu buueeenos días Sr Evans, por supuesto... ¿Desea que lleve algunos de los expedientes? -pregunto para hacer ver que soy responsable en mis labores.


—No, Srta Campbell, no hará falta. -responde tajante.


¡GENIAL! Presiento que hoy será el último día en el que trabajaré para Luna Corp. ¡Gracias impuntualidad!


Al llegar a la resplandeciente y lujosa oficina del Sr Evans, me señala uno de los muebles que se encuentran frente a su escritorio, invitándome a tomar asiento.


—Srta Campbell, este fin de semana tenemos un expediente importante que debemos trabajar con urgencia, y en vista de que usted siempre se retrasa al llegar a el trabajo, necesitamos que el día de hoy trabaje de forma corrida. Le pedimos que no se retire de las instalaciones hasta que haya culminado dicho expediente -mira unos segundos hacia al techo, para luego posar sus penetrantes ojos color zafiro sobre los míos.


—¡NO QUIERO QUEJAS, NI RETRASOS, NI EXCUSAS! -inquiere tajantemente- Tómelo como la última oportunidad que le brindamos en la corporación para reivindicar sus errores -muestra una ligera sonrisa de lado, cual gato disfruta acorralar a su presa-. -¿Acepta la propuesta?


Pufff... ¿Qué pregunta es esa? Como si tuviese alguna otra elección...


Coloco mi mejor sonrisa fingida, y comienzo a recitar mi discurso protocolar.


—Por supuesto Sr Evans, no tenía nada previsto para el día de hoy, así que en unos segundos me pongo en marcha para culminar lo más temprano posible el expediente.


Evans arquea una ceja, emitiendo una pequeña risita sarcástica, tal y como si buscara alguna reacción de mi parte para seguir hundiéndome.


—Eso espero. Srta Campbell, recuerde, es su última oportunidad -enfatiza cada una de sus palabras.


Sin siquiera dejar que abriese la boca, me dirige hacia la puerta, haciéndome una seña de que ya nuestra conversación llegó a su fin.


Al llegar nuevamente a mi asiento de trabajo dejo escapar un largo suspiro.


—¡Hey Kailey!, ¿todo bien?


Reconozco esa voz tan elocuente de mi adorado compañero de trabajo, así que giro buscando su presencia tan afable.


Él es Aaron Cooper, un hombre rubio, de una estatura de más de 1.85cm, piel ligeramente tostada por el sol y unos brillantes ojos color esmeralda que van a tono con su cálida y sensual apariencia.


Aaron, es una de las razones por las que sigo aquí en Luna Corp, su compañía me hace olvidar hasta el problema más grave que pasa por mi mente. Se ha vuelto mi apoyo incondicional, mi pañito de lagrimas, mi inspiración y mótivo para seguir adelante. Y es que, Aaron es una especie de gema preciada dificil de encontrar, y estoy feliz de que sea parte de mi vida desde hace un par de meses.


—¡Hola Aaron! -respondo a su saludo con emoción- Sí, acabo de salir de la jaula del león sin ninguna mordida -muestro mis pequeños músculos, dejando escapar la mejor de mis sonrisas, haciendo estallar en risas a mi compañero.


—¡¿Quéeeee?, ¿ni un solo mordisco?! -abre los ojos sorpresivamente, siguiéndome la jugarreta-. Así se hace mi pequeña guerrera, pero por favor, no sigas tentando al león -me guiña un ojo y antes de poder responderle se gira a mirar su ordenador.


Se nota que hoy no soy la única que tiene mucho trabajo por resolver, aunque en este tipo de trabajos es normal mantenernos concentrados y ocupados en todo momento.


Tomo un vaso de agua puesto en mi escritorio, cierro los ojos, y trato de meditar un poco antes de que mi cuerpo y mente sean absorbidos por completo.


Veamos de qué trata este "importantísimo expediente".


Giro la mirada hacia una enorme pila de documentos, carpetas y papeles sin sentido.


!Genial! Solo ordenarlo me llevará medio día.


En la portada de una de las carpetas aparece el nombre de: "Ethan Cooper". Por una extraña razón posee el mismo apellido que mi compañero, supongo es un apellido común en Nueva York, algo así como el apellido Rodríguez lo es en Venezuela.


Encantadoras casualidades de la vida.


Decido poner en marcha mi intuición detectivesca y empiezo a leer algunos de los documentos, no entiendo muy bien la correlación de este expediente con lo que hacemos en Luna Corp. Y es que, en la empresa hemos tratado miles de expedientes ligados a una gran cantidad de dinero, debido a que nuestros clientes siempre han sido personas que poseen un gran poder adquisitivo.


Pero, esto es diferente... Al parecer, nuestro nuevo cliente ha estado involucrado en algunos problemas delictivos un poco peligrosos.


La palabra que más me ha causado impacto al leerla es "Homicidio". Es extraño, porque vivimos en una pequeña ciudad, donde la delincuencia no es tan común como se piensa, o al menos eso creo.


Además de esto, lo que más me causa intriga es que ninguno de estos sucesos han salido a la palestra pública, tal y como si este sujeto tuviese el poder de borrar por arte de magia todas sus fechorías.


Bueno... Eso es lo que hacemos aquí ¿no?, intentar limpiar el nombre de nuestros clientes e intentar venderlos luego como los mejores ciudadanos del país. ¡Tú sabes!, es como volver del mafioso un candidato presidencial...


★★★★★★

He pasado tantas horas sentada en mi escritorio, que he olvidado por completo de comer, o de tan siquiera mirar la hora en el reloj. Giro a mi izquierda para buscar a mi compañero y recuerdo vagamente que hace unos minutos se despidió de mí.


Pero... ¿¡Qué carajos!? ¿En qué momento pasé de modo humana a robot? Ni siquiera me percaté de que me encontraba sola en la oficina y habían pasado las 22:00hrs.


¡No puede ser!


Comienzo a desesperarme, es tan tarde... y llevo todo el día intentando darle sentido a este montón de escrituras, tratando de entender como un asesino puede estar suelto por las calles de la ciudad como si nada, y peor aún, ¿por qué debemos intentar abogarlo?


Dirijo mi mirada hacia el techo y un suspiro ensordecedor se escapa de mis labios. Tan solo me faltan 2 documentos por revisar, ¿será que mañana temprano los culmino?


Estoy sola, no creo que nadie note que me fui sin terminar mis labores.


Vuelvo a mirar el reloj que llevo en la muñeca, ya son las 22:30hrs. Pongo en orden mi escritorio y me apresuro a tomar mi bolso para luego dirigirme a la salida del edificio.


Pero, antes de salir, decido perder unos minutos en la máquina expendedora de café.


¡Realmente lo necesito! Tengo mucho sueño.


No aguanto las ganas de llegar a mi departamento y echarme a dormir.


Me precipito hacia la salida de la torre a esperar un taxi que pueda llevarme a mi hogar. Espero hallarlo rápido, ya que son pasadas las 22:40hrs.


Al llegar a las afueras de "Luna Corp", me percato de que no hay casi ningún transeúnte caminando por la avenida, los pocos carros que pasan al frente van muy deprisa, y por si fuera poco, ningún taxi se ha asomado tan siquiera por estas calles.


Suelto un ligero suspiro... Debí haber contratado a un taxista personal para que me viniese a buscar al finalizar mi labor.


Empiezan a correr los minutos... Y yo, sigo en el mismo lugar, esperando que algún taxista pase de casualidad.


La oscuridad se intensifica un poco, el ruído de algunos roedores saliendo de las alcantarillas hacen eco ante tanto silencio, los faroles se encienden tenuemente y el sonido de la brisa pegando en mi rostro me pone los nervios de punta.


No puede ser que las horas pasaron tan rápido y ni siquiera pude terminar de colocar en orden el tan "importante" expediente.


Definitivamente, tuve que haber tomado la decisión de irme cuando mi compañero se despidió de mí. ¡Pero claro!, como a mí me encanta la presión laboral, aquí estoy, en medio de la penumbra rezando para que algún milagro divino me envíe un carro que me lleve a mi departamento.


Veo el reloj angustiada, marca las 23:00hrs, y mis esperanzas disminuyen cada vez más.


Decido caminar a la siguiente cuadra, a ver si en otra avenida más transitada puedo contar con un poco más de suerte.


Al llegar a la siguiente parada, siento una presencia atrás de mí pisándome los talones. El miedo se apodera de mi cuerpo y empiezo a dar pasos menos firmes.


No sé por qué, pero tengo la sensación de que estoy en una cacería, de que no debo dejar que me alcance, de que si mis presentimientos no fallan, esta noche podría terminar en un fatal suceso de la prensa local.


Una gota de sudor frío comienza a bajar lentamente desde mi frente hasta mis mejillas, siento que mis pulsaciones comienzan a acelerarse, van tan rápido que hacen eco en mis oídos. ¿Será que la persona que va tras de mí también puede escucharlas?, ¿puede también oler mi miedo?.


Intento tomar mi teléfono celular de mi bolso, pero cuando por fin lo encuentro, miro que me he quedado sin batería, así que tomo fuerzas y corro lo más rápido que puedo.


Ha sido una pésima idea salir a altas horas de la noche...


Sin siquiera darme cuenta me he adentrado a un callejón oscuro. ¡No puede ser estoy acorralada! Y aunque solo he visto una sombra seguirme, el temor ha invadido todo mi ser, inmovilizándome por completo, en este callejón sin salida.


Aunque mi cuerpo no responde completamente a mis movimientos, volteo para enfrentarme a mi depredador. Mis labios pronuncian torpemente un:


—¿Quién eres?. ¿Qué quieres de mí?. No poseo nada de valor, ¡por favor déjame ir! -suplico casi en un sollozo.


El sujeto suelta una risa burlona mientras se dirige hacia mi, exponiendo aún más su aterradora presencia.


Trato de identificar quién es, y aunque la oscuridad no me permite detallar su rostro, veo brillar en su cinturón un largo cuchillo afilado.


Intento gritar... Pero, me doy cuenta de que el miedo me ha arrebatado las cuerdas vocales.


¡Esto no puede ser real!


Estoy viviendo en carne propia un momento de Déjà vu, recordando el sueño recurrente que tanto me ha atormentado las últimas noches.


Y aquí estoy, frente a una de mis peores pesadillas, sin siquiera saber si en esta oportunidad podré despertarme y olvidar este mal capítulo.


—No tengas miedo chiquita -exclama el completo desconocido.


Esa voz tan escalofriante se acerca cada vez más a mí, tanto, que por fin puedo detallar su semblante.


Se trata de un hombre de unos 36 años, su aspecto luce como el de cualquier persona que ha sido devorada por las drogas, logro detallar un tatuaje en uno de sus brazos, y muchas marcas en su rostro causadas por armas blancas.


—Se se señor -balbuceo vagamente- de verdad no tengo dinero, puede llevarse mi bolso, es todo lo que tengo.


Me cuesta emitir más palabras, pero por ahora es lo único que puede salvarme de esta pesadilla.


El hombre se posa frente a mí, sus ojos comienzan a recorrer toda mi silueta, dejándome completamente desnuda con su asquerosa mirada, se va acercando poco a poco a mi cuerpo hasta pegarme contra la pared, toma su cuchillo y empieza a juguetear con el pasándolo por todo mi rostro.


¿Cómo puede gustarle jugar con la vida de una persona?


Suelta una risa escalofriante que detiene por completo todos mis sentidos, luego aprieta mis mejillas con sus manos obligándome a mirarle a los ojos.


—¿Quién dijo que quería tu bolso? -su cuchillo baja en zigzag por mi cuello, clavícula y termina rompiendo cada uno de los botones de mi camisa para terminar en el escote de mi brassier-. -Chiquita... Creo que tienes algo más que ofrecerme... -asevera en una mirada lasciva.


Su cuerpo comienza a frotarse contra el mío, mientras sus manos intentan desnudar mis muslos. Cojo fuerzas y consigo empujarlo, busco la manera de salir corriendo, pero ha sido solo un intento en vano.


El sujeto me tomó violentamente por mis brazos, haciéndole presión a mis muñecas con tanta fuerza que comienzo a sentir un cosquilleo en mis manos por falta de circulación sanguínea.


Él, nuevamente se acerca a mi rostro con determinación, para susurrarme al oído:


—Me excita que se resistan chiquita, lo estás haciendo bien... -sonríe maliciosamente recorriendo con sus ojos mi cuerpo- Pero, te conviene no hacer ninguna otra estupidez -dice con voz amenazante.


Mi respiración se entrecorta, y siento como presiona fuertemente mi garganta con su filosa arma.


¡Está decidido, este es mi final!


Esta absurda película de terror la vi tantas veces en mis sueños, que me pregunto... ¿Por qué?. ¿Acaso estamos destinados a vivir determinados momentos?, ¿momentos que por más que queramos evitar siempre terminarán ocurriendo?. ¿De eso se trata la vida?


Es como si se tratase de un simple libro o una película, donde somos protagonistas de alguna absurda historia, escrita por alguien que decide a su juicio cuál va ser nuestro final.


O al menos dime, ¿crees acaso en la casualidad o en el destino?. Pues, para este hombre soy una deliciosa casualidad con la que satisfacerá sus necesidades más primitivas y lascivas. Pero... para mí, todo esto es tan solo un cruel y mórbido destino...


Cierro los ojos, una lágrima corre por mi mejilla y espero que esto acabe pronto. Y es que les confieso, preferiría terminar muerta antes que recordar cada día como sus asquerosas manos recorrian todo mi cuerpo como juego previo antes de hacerme suya.


En ese instante de rendición, escucho de repente una fuerte detonación que retumban mis oídos. Como acto de reflejo abro mis ojos, y veo como el hombre que estaba encima de mí da un salto hacia al frente e intenta huir, pero su intento fue infructuoso. Una ráfaga de disparos va tras él inmovilizándolo por completo.


Mi agresor cae abatido en segundos, ha dejado bajo su cuerpo un gran charco de sangre que comienza a correr por el suelo, dirigiéndose hacia donde me encuentro, como si esa sustancia color pardo rojiza me señalara a mí como culpable de este terrible deceso.


Un hombre se acerca a mí y me toma en brazos, ni siquiera hace gran esfuerzo en cargarme, es como si mi peso equivaliera al de una pluma.


No tengo fuerzas ni de hablar, comienzo a sollozar dejando que mis lágrimas corran por todo mi rostro, a este sujeto tampoco lo conozco y puede que también quiera hacerme daño, y es que, no se me olvida que acabo de presenciar el terrible escenario de cómo le arrebató la vida a ese hombre que intentó abusar de mí.


Sin embargo, si quiere hacerme daño o no, no lo sé, pero de lo que sí estoy completamente segura, es que mis pulsaciones se han desacelerado, mi cuerpo ha dejado de temblar, y mi mente ha dejado de divagar en pensamientos negativos.


Así que, por ahora, no tengo más opción que confiar en él.


Nos vamos acercando hacia la salida del callejón, pero por una fuerza mayor mis ojos comienzan a cerrarse involuntariamente. El cansancio se apodera de mi ser, he pasado de estar en extrema adrenalina, a pasar un switche en mi cerebro y dejarme desvanecer, pero no sin antes preguntarme:


¿Será este el verdadero fin de esta infernal pesadilla?


.....


☆☆☆☆☆☆

¡Hola, hola chic@s! (Enero 2021)


Bueno, me presento :D soy la personita que está detrás de esta historia, les comento que empecé a publicarla en otra plataforma solo por hobbie, aún así me ha sorprendido la receptividad que ha tenido en tan poco tiempo, llegando a más de 40k de lecturas... Es por esto que he querido experimentar con Inkspired para traerla a sus manos, queriendo además, presentarme ante ustedes de forma de agradecimiento por su enormeeee amor...


Esta historia tiene muchísimos giros, no es solo una novelita de amor (aunque es la trama principal), ¡NO! Aquí verán mucha sangre correr, persecuciones, enfrentamientos, pero sobre todo lecciones y rupturas de prejuicios sociales.


Así que, te pido te quedes hasta el final, y me ayudes a crecer con mi historia dejando tu huellita. ¡Prometo no decepcionarte! ♥

Karen M.

Jan. 21, 2021, 7:43 p.m. 0 Report Embed Follow story
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