anntherkim Mel AnntherKim

One shot cliché inspirada en una imagen Taekook. JungKook vivía enamorado de su vecino. Pensó en pedirle un favor y al fin tener el valor de hablarle. Mas no imaginó ni en su sueños que quizá su atracción podría ser correspondida. Favor por Favor. ¬Taehyung Top ¬JungKook Bottom ¬Cliché ¬Drama - Intento de Comedia - Romance ¬Contenido Sexual Explícito ¬Lenguaje Vulgar ⚠ LEER BAJO SU PROPIA RESPONSABILIDAD⚠ ⚠ HISTORIA COMPLETAMENTE MÍA ⚠ ⚠ NO SE ACEPTAN COPIAS NI ADAPTACIONES SIN MI AUTORIZACIÓN ⚠ © Todos los derechos reservados.


Fanfiction Erotic For over 21 (adults) only. © TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

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Único Capítulo

Ahí estaba él, mirándolo por la ventana de su cocina, otra vez. Se veía perfecto, aún con las gotas de sudor que caían de su sien a su cuello y perdiéndose en su polo blanco, el sol haciendo brillar parte de su piel canela, mientras podaba el césped en un día de verano.

JungKook suspiró encantado con la vista, reposando su mentón en sus manos y sus codos recargados en la encimera.

Taehyung. Kim Taehyung, su vecino desde hace más de 1 año, lo traía embobado desde que se mudó.

Al principio, JungKook no le tomó atención ni importancia al nuevo del vecindario, pero eso cambió cuando una tarde regresaba de una salida con sus amigos y vió al joven de cabello castaño bajar de su camioneta pickup, con sus jeans sueltos y rasgados, su camisa negra a cuadros con 3 botones sin hacer revelando parte de sus clavículas y dejando mucho a la imaginación del pelinegro.

Dios, JungKook nunca pensó que un hombre lo traería así de enamorado.

No le hablaba, JungKook no era tímido en la universidad, siempre hacía amigos, era sociable. Pero había algo en ese joven de piel canela que lo hacía cohibirse y ponerse tímido siempre que lo saludaba.

No han tenido una conversación que vaya más allá de un:

—Hola, JungKook. ¿Qué tal?

—Oh, ahm bien gracias... Nos vemos.

Y sin mencionar que en algunas reuniones del vecindario, el pelinegro se mantenía en el otro extremo de dónde Taehyung siempre estaba.

Por alguna razón, el castaño, siempre que conectaban miradas, le sonreía, su sonrisa cuadrada que mostraba su perfecta dentadura formaba una estampida de animales en el estómago de JungKook y un sonrojo en sus mejillas que lo hacían ver adorable.

Que el cielo bendiga a los padres de tremendo monumento.

Ahora, el pelinegro tomaba su tiempo habitual para observarlo en secreto.
Y cómo no, si hasta a veces pensaba que su vecino lo hacía a propósito. Salía al frontis de su casa a hacer alguna actividad, ya sea podar el césped o cortar las espinas de sus rosas o simplemente leer un libro sentado en la entrada de su casa. Y JungKook no perdía la oportunidad de adorarlo desde su ventana.

¿Qué pasaría si su vecino se enterara que estaba enamorado de él? ¿Dejaría de saludarlo? ¿Lo evitaría? ¿Lo tacharía de raro? O ¿lo invitaría a salir?

Por las noches, JungKook se preguntaba eso y muchas cosas más. Daba vueltas en la cama tratando de convencerse de que tenía que intentarlo o nunca lo sabría.

Además, Taehyung era amable con él, le regalaba sonrisas y una que otra vez le pedía prestado una taza de azúcar o un par de huevos.

Suspirando indeciso por tantos pensamientos contradictorios, vió a Taehyung terminar de hacer su tarea y dirigirse a su garage a guardar la podadora.

El pelinegro mordió su labio inferior con duda, mirando el grifo de su cocina gotear. Llevaba unos días así.

Era ahora o nunca.

Decidido, JungKook fue a la entrada de su casa decidido a abrir la puerta e ir a pedirle un favor a su vecino con respecto a su gotera.
Ya había oído por una vecinas que Taehyung les había ayudado a resolver sus problemas de cañería, así que si él se lo pedía no sería tan extraño.

Antes de abrir la puerta se vió de pies a cabeza. Usaba un polo gris dos veces su talla, dejando parte de hombro y clavícula descubierto ligeramente, un short negro corto que mostraba sus formadas piernas blanquecinas y sus sandalias de puma. Bueno, era verano después de todo.

Decidió que estaba conforme con su ropa casual y salió de su casa tomando sus llaves antes de cerrar la puerta sin seguro.

Camino despacio por la acera, aún con la duda en mente y un dudo en la boca del estómago por los nervios.

—Respira, Kook. Sólo es un favor. Sólo hazlo tu amigo y ve qué sucede...

Se dijo así mismo para motivarse. Se detuvo frente a la casa y vió al castaño acomodando algunas herramientas en su mesa de trabajo. Dió un último respiro profundo y avanzó hasta él.

Sus manos sudaban ante los nervios, así que se las limpió en la parte trasera de su polo.

Se aclaró la garganta para llamar su atención.

—Ho-hola, Taehyung.

El nombrado volteó rápidamente dejando sus herramientas que tenía en las manos sobre la mesa.

—Oh, JungKook. Que grata sorpresa.

Su voz grave y su sonrisa. Oh diablos, no. JungKook sintió sus rodillas débiles, sonrojandose ante lo cerca que lo tenía. Podía oler su perfume. Suave pero varonil.

—¿En qué puedo ayudarte?

—Bueno, yo... Tengo un problema con el grifo de mi cocina... Me preguntaba si... Si podrías ir a echarle un ojo...

El castaño rió suavemente, tomando el pañuelo del bolsillo trasero de su pantalón para limpiar sus manos.

—Claro. ¿Quieres que vaya ahora?

Cuestionó él y JungKook se halló perdido en las facciones marcadas de su rostro.

—¿JungKook?

¡Despierta, Kook, no quedes en ridículo!

—Eh sí, si no fuera mucha molestia, por favor.

Acarició su nuca con algo de vergüenza por haberse perdido en otro mundo mientras lo miraba.

—Entonces manos a la obra.

Bien, hasta ahora todo salió como el pelinegro esperaba.

Se encaminaron juntos a la casa del menor, con JungKook por delante. Y este mismo no va a negar que sintió la mirada de su vecino sobre él todo el pequeño trayecto hasta la puerta.

Abrió la puerta principal y lo dejó pasar.

—Por aquí.

Taehyung miraba sin disimulo el interior de la vivienda, acogedora fue la palabra que se le vino a la mente. Siguió al pelinegro hasta la cocina, confirmando lo que se le había comentado.

—Es una gotera. No será difícil.

Taehyung sacó una llave maestra de su pantalón, detalle que JungKook no había notado. ¿En qué momento lo había tomado?

—Cerraré la llave principal del agua, ¿de acuerdo?

—Sí, claro.

JungKook estuvo sentado en una de las sillas de la pequeña mesa en su cocina, observando directamente como el castaño hacía lo suyo.

Los músculos de sus brazos se contraían por la fuerza ejercida, aunque no eran muy marcados, era digno de admiración.

JungKook no se privó de pasear la mirada por toda la parte trasera del cuerpo de Taehyung. Se consideró un degenerado por un momento, pero tenía sus razones y mirar no hacía daño a nadie, ¿no?

—¿Hace cuánto tienes esta gotera?

JungKook sacudió levemente su cabeza para regresar al mundo real y dejar atrás sus fantasías indecorosas. El castaño se había volteado un poco para poder verlo a la cara.

—Eh... Hace unos 5 días.

—¿Por qué no me buscaste antes?

—Bueno... No quería molestar, creí que se arreglaría si cerraba la llave bien ajustado.

Taehyung rió divertido, negando ante la ocurrencia del pelinegro, y la leve presión que sintió al notar que JungKook no captó la indirecta.

—Eso no lo solucionará, ¿lo sabes no?

JungKook hizo un leve puchero con los labios.

—No soy un experto en cañerías, señor vecino.

—Puedo notarlo, inexperto niño.

El pelinegro formó una 'o' indignado arrugando sus cejas ante la juguetona ironía de Taehyung.

—Y... Dime Tae si deseas.

Vaya, su vecino se lo puso fácil.

El rubor subió a las mejillas lechosas del pelinegro.

—Okay... Tae.

Pasó una hora en la que Taehyung revisó la avería en el grifo, fue a traer más herramientas necesarias a su garage y terminó por arreglar la gotera, mientras JungKook lo apreciaba desde su silla.

—Muy bien. Esto ya quedó.

El pelinegro se levantó para acercarse y cerciorar que era verdad.

—Wuao, muchas gracias. Uhm, ¿cuánto te debo por el trabajo?

—No hay necesidad, JungKook. Es un favor. Los favores no se pagan.

—Oh... Bueno, es verdad.

—Así es. Se devuelven con otros favores.

JungKook lo miró asombrado ante la información.

¿Favor por favor?

—Así que, ¿qué te parece si me acompañas a preparar la cena mañana en mi casa? Normalmente ceno solo, pero tu compañía me caería muy bien.

No lo podía creer. ¿Esto es real o es una mala jugada de su cabeza? ¿Le estaba invitando a cenar? ¿A SU CASA? ¿Mi compañía qué?

JungKook no salía de su pequeño trance ante la insinuación.

—¿JungKook?

—Ah sí... Claro, puedo mañana en la noche.

—Perfecto. Nos vemos entonces.

—Okay.

—Me retiro.

El pelinegro asintió y Taehyung también sonriendole, pero había algo más en esa sonrisa y en esa mirada que confundió a JungKook. ¿Fue una sonrisa pícara?

Escuchó la puerta de su casa cerrarse y él se dejó caer en el suelo de cerámica lentamente. Tenía una cita en casa de su crush. Se cubrió su rostro sonrojado con sus manos ocultando una dulce sonrisa que dejaba ver sus dientes superiores.

Subió rápidamente a su habitación luego de estar gritando - internamente- de la emoción por lo sucedido.

Abrió su armario y empezó a buscar qué atuendo estaría bien usar para la cena. ¿Elegante? No. ¿Deportivo? No. ¿Casual? Quizá, con una camisa para no dar la impresión de que no le importaba la cita.

Por la noche, se acostó en su cama pensando en todas las situaciones posibles que podrían ocurrir en la casa de Taehyung. Y una de ellas, aunque le avergonzaba admitirlo, era la posibilidad de besarlo o que su vecino lo besara. O también, algo más intenso quizá.

—Joder, no, debo dejar la leche de banana. Creo que ya no me hace bien.

Negó riendo ante este último pensamiento.
Se quedó dormido con una bonita sonrisa ansiando a que el momento de ir a la casa del castaño llegara lo antes posible.

Por la mañana, el pelinegro desayunaba cereal con leche sabor a plátano. Nada ni nadie lo haría dejarlo, es su bebida favorita.

El día transcurrió normal para él, haciendo sus quehaceres del día a día en sus vacaciones, aunque los nervios le provocaban dolores estomacales de rato en rato. Cosa que le impidió almorzar adecuadamente. No había visto a su vecino en todo el día.
Sí, estuvo vigilando por su ventana con la esperanza de verlo, pero no fue así.
Extraño. Pensó en que quizá estuvo ordenando su casa para la cena. No le dió mucha importancia.

A las seis de la tarde empezó a alistarse. Se dió una ducha algo minuciosa, y se colocó un poco de maquillaje en los ojos, nada extravagante, pero lo suficientemente para resaltar sus ojitos redondos.

A las siete de la noche se encaminó a la casa de su vecino.
Los vellos de sus brazos estaban erizado, sus piernas las sentía como gelatinas. Se mordió el labio inferior, parado en la entrada de la casa de su vecino. Las luces estaban encendidas. Sí, él estaba en casa. Dió una bocanada de aire que terminó en formar sus labios como un pato y tocó el timbre. Al cabo de unos segundos la puerta se abrió, dejando ver a un Taehyung sonriente vistiendo una camisa azul marino de mangas cortas, un pantalón jean algo suelto y unas converse. JungKook se sonrojó, pero bajó la mirada evitando que el contrario lo notara.

—JungKook, que bueno que viniste, empecé a pensar que me dejarías plantado. Pasa.

—Gracias.

Ambos se encaminaron a la cocina, podía olerse el aderezo que el castaño había empezado a preparar.

JungKook se inclinó a ver el contenido de la olla y abrió los ojos impactado.

—Taehyung, eso se está quemando.

Se apresuro a decir, bajando el fuego de la hornilla y pasando la olla a otra apagada.

—Carajo, es el segundo que hago y se sigue quemando.

Taehyung parecía avergonzado, miró hacia otro lado para evitar la mirada del pelinegro.

—Está bien, yo te ayudaré. Cocinar se me da bien, ¿sabes?

—¿En serio?

JungKook asintió y se lavó las manos para empezar su trabajo. Taehyung estuvo ayudándole pasándole todo lo que el pelinegro le pedía.

—Esto ya está.

La comida que preparó no fue algo ostentoso, estofado de kimchi, pollo frito agridulce, arroz y ramen con pollo. Pero, para Taehyung, que veía todo maravillado, era como comer en un restaurante.

JungKook se sintió orgulloso de sí mismo y agradeció mentalmente las clases de cocina que tomó con su mejor amigo SeokJin hace dos años.

Ambos se sentaron en la pequeña mesa y empezaron a comer.

—Esto es increíble. Si te soy sincero, yo sólo sé hacer ramen y no me sale tan bien como quisiera.

—No es nada, yo... Tomé clases de cocina.

—¿De verdad?

—Ujum. Con SeokJin hyung.

La sonrisa de Taehyung disminuyo un poco ante la confesión.

—No sabía que tenías novio, JungKook.

JungKook detuvo el acercamiento de la cuchara con sopa hacia su boca. Lo miró frunciendo las cejas ante el tono que había usado el castaño para decir eso.

¿Celos? No, no, no, quizá sea otra cosa. ¿No?

JungKook sonrió disimuladamente, como si hubiera ganado algo.

—No, no tengo. Él es mi mejor amigo en la universidad, es como mi hermano mayor.

Taehyung se dió una bofetada mental por suponer sin preguntar. Rió suavemente mirando su plato.

—Lo siento, no debí suponer.

—Está bien, no te preocupes, Tae. Pero, ¿y tú?

—¿Yo qué?

—¿Tienes novia?

—No.

—¿De verdad? Pero, vi a una señorita salir de tu casa la otra noche.

—¿Qué?

Ahora JungKook fue el que se dió una bofetada mental, y una muy fuerte. Se supone que su vecino no debería enterarse que lo admiraba en secreto. Titubeó nervioso.

—No, bueno... Quiero decir, cuando regresaba a mi casa la vi salir de la tuya.

Taehyung alzó una de su gruesas cejas con una sonrisa de lado.

JungKook tragó saliva nervioso de nuevo. Aclaró la garganta y tomó la copa con vino entre sus dedos, moviendo el líquido dentro antes de darle un sorbo en disimulo.

—Ella es mi hermana. Viene a visitarme de vez en cuando. No tengo novia... O novio.

Taehyung lo miró fijamente, estudiando las reacciones del pelinegro, que no quería agregar más a la conversación al parecer.

—Sabes, JungKook... No tengo pareja, pero he estado observando a alguien que me atrae mucho desde hace un tiempo.

El pelinegro dejó la copa en la mesa, ya sin ganas de beber. Levantó la mirada y le miró entre asombrado y decepcionado.

—Ha pasado un largo tiempo y he esperado a que él diera el primer paso.

¿Qué? ¿Él? El corazón de JungKook empezó a acelerarse. No dejó de ver a Taehyung a los ojos.

—Sé que debí darlo yo. Fui tonto. Pero ahora que él dió el primer paso y está sentado frente a mí...

Mierda, está hablando de mí, pensó JungKook, ruborizandose hasta las orejas.

—Quiero decirte primero que me encantó la comida que hiciste para nosotros esta noche.

Taehyung rió suavemente mirando los platos sobre la mesa. JungKook imitó la acción aún en shock y rojo como un tomate.

—Segundo, eres muy bonito, ¿ya te lo habían dicho?

El pelinegro ruborizado asintió sin poder creer lo que se le estaba diciendo.

—Ah entonces ya te lo han dicho, ¿eh? ¿Tendré que preocuparme por eso o por alguien más?

JungKook negó suavemente luego de unos segundos. Taehyung sonrió satisfecho por la respuesta, estiró una mano mostrando su palma sobre la mesa en petición a que el pelinegro posara su mano sobre la suya. Lo hizo.

—Tercero y último, sé que has estado observándome... Así como yo a ti, Kook.

En un acto rápido pero delicado, tapó con su otra mano la de JungKook, acariciando con su pulgar sus nudillos.

—Y-yo no...

—No lo puedes negar, lo he notado muchas veces. Y lo tomé como un juego, pero he perdido.

El pelinegro frunció las cejas confundido.

—¿Perdiste? ¿Por qué?

Taehyung asintió mirando sus ahora entrelazadas manos.

—Me he perdido en tu existencia. Me he enamorado de ti.

Algo hizo explosión en la cabeza y pecho de JungKook, sus redondos ojos se abrieron brillantes ante la confesión. Taehyung sonrió, lamiendo sus labios algo avergonzado.

—¿Podrías decir algo, por favor, bonito?

—Yo... T-también...

—¿También?

—Estoy... Enamorado de ti, Taehyung.

Ambos se sostuvieron la mirada, todo se detuvo a su alrededor. Se sonrieron, sintiendo sus pechos llenos de algo que les impedía respirar bien. Soltaron el agarre de sus manos y se levantaron de la mesa, encontrándose a un lado esta.

Taehyung subió una mano para acariciar la mejilla rojiza y caliente de JungKook, sintiendo la suave piel, sintiendo que quería acariciarlo por siempre. Queriendo sentir la suavidad con sus propios labios.

Por otro lado, JungKook lo observaba sin parpadear, creyendo que si lo hacía el castaño frente a él desaparecería sin más.

—¿Esto es real?

Susurró el pelinegro muy bajo, casi imperceptible, pero Taehyung logró oírlo. Se inclinó sobre él sintiendo la errática respiración de JungKook.

—Lo es, Kook. Es muy real. Ahora, déjame besarte, por favor.

Los ojos de JungKook brillaron más, no sabe si por no haber parpadeado mucho tiempo o por las palabras de su vecino que causaron un fuerte impacto de emoción en su corazón.

Asintió y Taehyung no desaprovechó ni un momento más.

Unió sus labios en un toque suave, JungKook se sujetó de la camisa del castaño pues sintió sus rodillas débiles por el contacto.

No pudo contener su emoción, así que JungKook abrió levemente sus labios para capturar el labio inferior de Taehyung, succionando de este suavemente. Un leve jadeo murió en la garganta del castaño, tomando con astucia el labio superior y delgado del pelinegro, empezando un beso apasionado pero lento. Saboreando los labios ajenos con sabor a vino, respirando el aire del otro y haciéndose saber que el amor era mutuo y correspondido.

Taehyung sostuvo ambas mejillas de JungKook, inclinando un poco más su cabeza para profundizar el beso, tanteando con su lengua el labio inferior de JungKook en busca del sinhueso del mismo. JungKook entendió la petición y abrió la boca dándole acceso al castaño, sus lenguas encontrándose y jugando entre ellas, jadeantes ante la falta de aire en sus pulmones.

>°°°<

La sala era inundada por suaves jadeos de un pelinegro ruborizado y con la camisa abierta recostado de espaldas en el sofá de un castaño sobre él situado entre sus piernas, quien mordía y besaba su cuello con esmero, como si fuera un dulce y él un niño. Pasaba su lengua dejando un rastro de saliva hasta por debajo de su oreja. Mordió y succionó el lóbulo junto con el arete circular en esta misma, JungKook gimió tomando entre sus manos los cabellos castaños de Taehyung, retorciendose por lo bien que se sentía. Taehyung subió una mano de la cintura del pelinegro a su pezon café claro erecto, acariciando con la yema de su pulgar en movimientos circulares para luego tomarlo entre dos dedos y pellizcarlo.

—Joder, bonito, tus gemidos me enloquecen como no tienes idea.

Se alzó un poco para conectar miradas con el pelinegro bajo él, contemplando sus ojitos brillando por las lágrimas de placer retenidas, sus mejillas estaban ruborizadas y respiraba algo agitado por la boca. Tan bonito. Tan suyo. Angelicalmente tentador por donde lo vieras.

El castaño lamió sus labios rojizos por los besos dados anteriormente, se inclinó y le dió un suave beso en la frente, luego en la nariz y por último en los labios contrarios.

JungKook se sentía en las malditas nubes, de donde admiraba al resplandeciente Taehyung.
Sus manos bajaron por los hombros del castaño hasta su pecho, donde tomó el primer botón de la camisa contraria, miró a Taehyung por permiso y cuando esté sonrió de lado como afirmativa empezó a deshacer los botones. La piel semi bronceada que tenía enfrente lo hizo babear y tragar saliva. No tenía el abdomen marcado pero sí estaba firme, JungKook pasó las manos sobre la caliente piel hasta el comienzo de los jeans contrarios, donde un prominente bulto le llamó la atención. Quiso meter una mano bajo el jean y así poder tocar el miembro contrario pero el castaño no se lo permitió. Taehyung tomó con firmeza la muñeca del pelinegro quien lo miró confundido.

—Aún no.

—Pero, yo quiero...

—No seas impaciente, bonito. Subamos.

Jungkook realmente no creyó que llegaría hasta esto cuando aceptó la invitación a la casa de su vecino. Sonrió asintiendo ante la orden de Taehyung. Se levantó con ayuda del castaño. Fue subiendo las escaleras delante de Taehyung, este último admirando sin pudor alguno la forma del trasero de Jungkook moviéndose de lado a lado. No pudo aguantar y le dió una nalgada sonora a ese culito tentador.

Jungkook se ruborizó emitiendo un quejido agudo, abriendo los ojos avergonzado. Admitió mentalmente que la nalgada había enviado una corriente placentera a todo su cuerpo.

—T-Taehyung...

—Tienes un buen culo, Jungkook, no podré contenerme demasiado.

Taehyung se posicionó a la altura del escalón donde Jungkook estaba parado, acorralando al pelinegro contra la pared poniendo ambas manos a los lados de su cabeza, apegándose a la espalda de su presa y su entrepierna al redondo trasero ofrecido a su merced, frotando y dando falsas embestidas provocando más jadeo del pelinegro.

—Mira como me has tenido, querido vecino. No me parece muy justo.

Susurró ronco Taehyung cerca de la oreja de Jungkook antes de morderle el cuello y succionar, dejando otra marca en la blanquecina piel.

—Déjame compensarlo entonces, sucio vecino.

En la habitación, ambos jóvenes se besaban con pasión parados a un lado de la cama del castaño. Jungkook no pudo soportarlo más, tomó el botón del jean de Taehyung y deshizo el agarre, este último dejándolo hacerlo, metiendo la mano al boxer donde sintió un miembro caliente, palpitante y ligeramente húmedo. Se lamió los labios anticipando tenerlo en su boca, provocando a Taehyung en el proceso. Jungkook se arrodilló frente al castaño que bajaba hasta por debajo de sus rodillas sus pantalones, liberando una extensión de manera orgullosa.

Mierda, me ahogaré. Pensó Jungkook. Bueno, máximo esfuerzo.

Tomó con una mano el miembro ajeno y con la otra tomó la pierna del castaño para sostenerse. Pasó su pulgar por el glande que brillaba por el líquido preseminal, haciendo movimientos circulares antes de darle una lamida lenta, saboreando la salada esencia.
Empezó a masajearlo suavemente, distribuyendo el líquido por todo el miembro antes de meterlo a su boca, Taehyung jadeó suave pero ronco ante la deliciosa sensación que le daba la lengua de Jungkook alrededor de su miembro. Las mejillas de Jungkook se hundieron ante las succiones que le daba, moviendo su cabeza de adelante hacia atrás, siendo algo inexperto pero de igual modo dándole el placer que quería a Taehyung. Este último tomó de los cabellos negros de Jungkook cuando este metió todo su miembro hasta lo más profundo de su garganta. Jungkook sintió arcadas por las estocadas que Taehyung empezó a realizar lentamente, pero las aguantó como pudo y antes de ahogarse por falta de aire, sacó el miembro de su cavidad bucal. Su mentón estaba lleno de saliva y líquido preseminal, levantó la mirada viendo los oscuros ojos de Taehyung mientras se lamía los labios y masturbaba el gran pene.

—Buen trabajo, bonito. Ahora tu recompensa.

Jungkook se levantó soltando el miembro aún erecto. Taehyung lo hizo recostarse en la cama para poder despojarlo de todas sus prendas inferiores, incluyendo su ropa interior, dejándolo sólo con su camisa abierta, descubriendo un miembro erecto con la punta rosada goteando. Se quitó los zapatos y el pantalón para subirse sobre el pelinegro, le abrió las piernas suavemente, inclinándose para dejar besos húmedos en sus formados muslos hasta cerca de su intimidad, donde le dió una lamida traviesa a toda la extensión de su miembro.

—Eres delicioso.

Jungkook jadeo esperando por más atenciones que Taehyung no le negó. Sujetó las piernas del pelinegro por debajo de sus rodillas y las abrió un poco más, revelando una virginal entrada palpitante. Taehyung miró a Jungkook de entre sus piernas, sonriendo perversamente antes de pasar la lengua por el anillo de músculos, Jungkook gimió alto por la nueva sensación, apretando la sábana a los costados de su cabeza.
El castaño siguió su trabajo un poco más, metiendo la lengua dentro de la entrada caliente una y otra vez, motivado por los melodiosos gemidos de su angel en su cama. Bajó su diestra hasta la entrada de Jungkook para meter un primer dedo y empezar a dilararlo porque no aguantaba más las ganás de penetrarlo y poseerlo por completo.

Cuando lo sintió preparado, tomó un prrservativo de su cajón de la mesita de noche junto a su cama. Jungkook se inclinó y tomó el material de jebe para ponérselo él mismo, cosa que Taehyung admiró lujurioso.

—Quiero que me lo metas, Taehyung. Por favor, hazlo ahora. Poséeme.

—Mierda, te haré mío para siempre, Jungkook.

Taehyung se posicionó entre las piernas abiertas de Jungkook alineando su duro miembro en su entrada, introduciendolo suavemente observando las reacciones del pelinegro, quien cerró los ojos y dejó escapar un jadeo de dolor. Taehyung se detuvo a la mitad y empezó a besar las mejillas y nariz de Jungkook, buscando distraerlo del dolor. Tomó entre sus labios los de Jungkook y lo besó con amor, este último correspondiendo y abrazándose a su cuerpo sintiéndose desfallecer. Pronto el dolor se convirtió en un cosquilleo de placer y Jungkook abrió los ojos encontrándose con un Taehyung preocupado.

—¿Estás bien, bonito?

Jungkook asintió con una leve sonrisa.

—Puedes seguir, Tae. Estoy bien, tranquilo.

Recibió un beso en la frente antes de sentir como sus paredes anales se expandían más y más, hasta que sintió sus nalgas cerca de la pelvis del castaño.

Taehyung dió una leve estocada, provocando una corriente de placer puro en Jungkook, quien lo expresó en gemidos y jadeos. Luego empezó un vaivén constante pero suave.

Diablos, se sentía jodidamente bien, quería ir rápido, quería joder ese culito a como de lugar, pero no podía ser egoísta con Jungkook y lastimarlo.

De pronto, sintió como Jungkook mismo movía sus caderas más rápido, buscando una penetración profunda a su punto dulce. Taehyung como buen servidor le dió lo que su bomnito angel le pedía. Sus estocadas se aceleraron al igual que los gemidos de Jungkook. Mordió el hombro contrario con fuerza ante la espléndida sensación que apresaba a su pene.

—Jungkook tienes las malditas puertas del paraíso entre las piernas, mi amor.

Salió de su interior y se recostado a su lado, pasando a Jungkook sobre él, esperando el menor entendiera lo que quería. Y vaya si entendió. El pelinegro se sentó a horcajadas de Taehyung y se penetró, empezando a dar saltos sobre el penetró erecto, sentía cómo en aquella posición tocaba con más acierto su próstata.

—¡Fuck, Tae!

Gritó Jungkook, el castaño bajo él se había unido al vaivén de sus caderas, ambos con sus cuerpos cubiertos de una capa de sudor y sintiéndose cerca de la culminación. Taehyung tomó el miembro goteante de Jungkook y empezó a masturbarlo, viendo con adoración como este hacía gestos por el placer que recibía y quería tomar una fotografía de esta, enmarcarla y ponerla en su pared.

Dios, es tan hermoso que parece irreal. Sus gemidos podrían ser clasificados como la melodía más hermosa jamás creada, y que benditos sean los vecinos que presenciaban tremendo arte.

Jungkook dió unos saltos más antes de llegar al clímax con un gemido alto, esparciendo su semen por todo el abdomen y pecho de Taehyung, se recostó sobre el pecho del castaño manchando el suyo propio de su propia esencia. Pero Taehyung no se había detenido pues aún no culminaba, tomó las caderas de Jungkook y lo giró para quedar nuevamente sobre él, sin salir de su interior siguió embistiendolo como un salvaje animal, sus jadeos graves llenando la habitación y sumergiendo a Jungkook a una sobre estimulación que lo hacía lloriquear de placer. Pronto, se corrió dentro del preservativo y se dejó caer sobre Jungkook, este con los ojos cerrados y una sonrisa abierta en los labios, reflejando su fascinación por lo reciente ocurrido.

—Tae...

—Dime, bonito.

—Me volvió a dar hambre.

Taehyung soltó una risa suave y se recostó sobre su costado para abrazar a su pelinegro.

—¿Hambre de otra ronda?

—No, hambre de comida.

Jungkook fingió hacer un puchero, pero no evitó sonreír.

—Me encantó.

—A mí me encantas.

Jungkook levantó la vista del o echo de Taehyung y miró sus ojos.

—¿Mucho?

Taehyung asintió acercándose a rozar su nariz con la contraria en muestra de cariño.

—Te amo, vecino.

—Yo también te amo, Tae.

Ambos jóvenes se unieron en un beso, no de lujuria, no de perversión. Sino de amor, un amor sincero que era ocultado por dos tontos vecinos que no tenían las agallas de dar el primer paso y pedir un simple favor.

*****************FIN*****************



Jan. 28, 2021, 6:38 a.m. 0 Report Embed Follow story
14
The End

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Mel AnntherKim Perú 🇵🇪 23 // Acuario ♒ Taehyung con T de Top 🐻❄️ TAEKOOK ☆

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