Gané peso otra vez; todo el peso que te odio, toneladas de odio. Todo el amor que sentí no es más que una marea de ardiente odio.
Te burlaste de mi en diversas maneras y yo que creí que te perdonaría.
Ahora sé que no lo haré.
¡Me culpaste de todo!
Cuando fui yo la que quedó sola, en ridículo y con el alma rota. Nadie viene a consolarme, nadie viene a abrazarme. Gracias a ti ahora no queda nada más que aire.
Te quedaste con todo, incluso con mi odio, te llevaste mis sueños y los ahogaste en tu bañera, llena con las lagrimas que me culpan a mí.
Gracias a ti no quiero existir. Gracias a ti, ya no quiero vivir.
Thank you for reading!
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