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IDK A


Inconforme. Es la palabra que mejor describe como me siento, no me malinterpreten, no soy desagradecida con lo que tengo, solo no me satisface la manera en que todo ocurre a mi alrededor. Vivo de apariencias, todo lo que se hace y dice dentro de este circulo social, tiene algún propósito oculto; es un circulo social al que todos quieren pertenecer, solo unos pueden acceder y otros, queremos huir. Pero ¿Cómo es que Quentin Murphy hace que quiera quedarme y ser parte de todo este circo selecto de ricos?


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#romance #dinero #poder #erotico
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I

Todo esta en llamas, puedo percibir vivamente el olor del humo, el dolor en mi garganta, la opresión en mi pecho que no me deja respirar hondamente, el calor que me rodea por completo y el sudor en mi cuerpo que me advierte el peligro inminente.

¿Marie Anne? ¡Marie Anne!

Una voz aguda y desesperada grita mi nombre una y otra vez… Pero no puedo moverme, no puedo decirle que estoy aquí, que necesito ayuda. Y es justo cuando la voz se escucha cerca y está por encontrarme, que me despierto. He tenido este sueño repetidas veces, nunca es el mismo, siempre hay diferentes escenarios pero como resumen siempre hay fuego consumiendo todo a su paso, siempre hay alguien llamándome y siempre estoy yo, inmóvil y sin poder responder. Creo que ya me he acostumbrado, ya no le considero una pesadilla, a veces he buscado en esas páginas de “el significado de tus sueños” donde hay cientos de anuncios sobre leer el futuro y el destino, pero el significado que le dan al fuego en los sueños no es distinto de lo ya sabía: Que mi vida es un desastre. No me mal entiendan, no soy desagradecida con lo que tengo, solo no me satisface la manera en que todo ocurre a mi alrededor.

- Me llamo Marian, tengo 21 años y decidí estudiar administración de empresas porque es lo más acorde a mis gustos.

En realidad me llamo Marie Anne y estudio administración de empresas porque es lo que mi padre quiere que estudie, es decir lo que “nos” conviene pero que no puede estar más en desacorde a mis gustos. Tomo asiento mientras aquellos rostros, algunos conocidos y otros no tanto, me observan, unos con aburrimiento, otros con interés. Así empiezo mi último año de universidad, escuchando como todos inventan alguna frase emotiva que les recuerde por qué mierda empezaron esta carrera.

-Soy Benjamín, tengo 23 y aun no sé por qué estoy estudiando esto, pero ya no me puedo quejar ¿no? Todos ríen, Benja siempre ha sido del tipo sociable, el que conoce a todos, el que siempre sabe qué decir y qué hacer, es su fachada, la cual ha construido muy bien.

El profesor le indica que tome asiento con un gesto de desagrado ante lo que acaba de escuchar pero lo disimula bien con su discurso de bienvenida – Queridos estudiantes, como saben soy nuevo en esta catedra y no conozco a ninguno de ustedes, sin embargo con este ejercicio de hoy me llevo una percepción de cada de uno de vosotros; dejaremos hasta acá pero mañana empezaremos en forma a desarrollar cada uno de los temas, espero tengan ya armados sus equipos de trabajo, me ahorrarían un montón. Nos vemos chicos – Es un profesor muy joven para estar dictando una catedra tan aburrida y tiene la pinta del típico profesor joven y buenon que se tira a las alumnas menos llamativas, parece que va por sus 30 años, y lo que más me gusto fueron sus ojos azules enmarcados bajo unas enormes gafas negras que ocupan casi todo su rostro, su cabello es rizado, de esos rizos que parecen imposibles de controlar pero que aun así lucen bien; además se viste como los típicos niños ricos que van a jugar golf al club, nada mal, sin duda podría ser su alumna tímida e introvertida que él quiere que sea, tan solo para que me deje desorganizarle esos rizos color cobre que – Marian! Calma, es su primer día – susurra Benja sacándome de mis pensamientos, creo que estaba examinando detalladamente al nuevo profesor de comportamiento organizacional que no me fije que ya casi todos habían salido del aula.

- Pero Benja, es que es toda mi línea, no podía irme sin echarle antes un vistazo. Respondo mordiendo mi labio inferior.

- Y yo pensando que el retiro a la playa te había cambiado, linda – dice mientras caminamos fuera del salón.

- Bueno, lo mismo pensé yo cuando te mandaron a ese convento militar a terminar el bachillerato y saliste peor que nunca – Los padres de Benja siempre han sido muy conservadores, cuando en su último año lo descubrieron guardando un cajita llena de hierba, lo mandaron a un convento a las fueras de la cuidad para que terminara su estudio allí, aun no entiendo bien por qué, Benja es el modelo de hijo que todos quisieran tener en nuestro círculo social.

- Ja ja, de no ser por mi sacrificio con esa cajita de hierba, no seriamos tan cercanos, lo sabes, ¿no?

Estaba en lo cierto, la cajita con hierba era mía. Benja y yo no cocimos cuando su familia se mudó al lado de mi casa y como sus padres y el mío tenían negocios juntos, fue muy fácil conocernos, prácticamente fuimos obligados a conocernos. Benja es muy guapo y siempre que sonríe no tengo manera de decirle que no. Al principio me parecía uno de los típicos hijos de papis ricos que solo quiere alardear de sus carros o viajes pero luego de tantas veces que fuimos obligados a convivir, empezó a gustarme, al punto en que por las noches me escabuia a su casa a besarnos a escondidas en el closet y a fumar en el balcón de su cuarto. En una de esas noches, mientras nos besábamos y Benja empezaba a quitarme el sostén, su madre toco a la puerta pidiendo que la dejara pasar, yo no dude en saltar bajo la cama y él en ponerse la ropa pero su madre fue más rápida en entrar al cuarto y descubrir la cajita en el mesón de al lado de la cama, en donde yo guardaba la hierba y que había llevado esa noche para pasar un buen rato. Fue un escándalo total que tuve que aguantar en el frio piso debajo de la cama de Benja, él acepto toda la culpa y echo rápidamente a su madre del cuarto para que yo pudiera salir, al otro día, Benja fue enviado al convento militar para terminar su último año escolar, siempre estuve agradecida con él por no involucrarme y cuando regreso al año siguiente, solo podíamos reírnos de lo que había pasado: ahí nos dimos cuenta que funcionábamos mejor de amigos y sin darnos cuenta, nos volvimos muy cercanos el uno al otro, yo sé todo sobre Benja y él sabe todo sobre mi, conectamos de una manera envidiable, somos como almas gemelas pero en amigos.

- Ya, ya, no te lleves todos los créditos, que soy yo la que te ha salvado el trasero un montón de veces pillo. Ahora, ¿iras a la gala de esta noche? Dime que si porque no quiero lidiar con ese montón de gente yo sola.

- Marie, tu sabes que tengo que asistir, ¿Qué te parece si llegamos juntos? – pregunta Benja mientras yo imagino la tortura de noche que nos espera.

- ¡Perfecto! - Grito y le doy dos besos en cada mejilla a Benja – tengo que irme, papá quiere darme la charla del siglo antes de la gala de este noche, ciao guapo. Benja me dice adiós con su mano y yo tomo rumbo hacia al parqueadero, me saltare la siguiente clase, no quiero seguir escuchando adolescentes frustrados y superficiales decir su nombre y sus pasatiempos favoritos, como si fuera un realitie.

Freno en la entrada de mi casa detrás de dos coches que no reconozco ¡genial! El espectáculo ya empezó, me arrepiento de haberme saltado esa última clase, en este punto hubiera estado muy interesante. Cuando por fin me decido a entrar a la casa, las puertas ya están abiertas pero no hay nadie en el vestíbulo así que apresuro mi paso a las escaleras agradecida de no tener que encontrarme a nadie

- ¿Marie Anne? ¿Ya llegaste? Ven aquí hija – creo que no era mi día de suerte pienso mientras doy media vuelta hacia el despacho de mi padre. Él y yo vivimos juntos desde que tengo memoria, es la típica historia en donde mi madre me abandona de pequeña para fugarse con algún desconocido, mi padre se hace cargo de mí y vivimos felices para siempre.

- Oh, Marie Anne, déjame te presento, estos son los congresistas, Jonh Arnold y Virginia Usher – otras caras desconocidas para mí pero que de seguro sus carteras no son tan desconocidas para mi padre.

- Es un gusto conocerlos, espero verlos esta noche en la gala de presentación, acompañando a mi padre por supuesto – creo que el sarcasmo es evidente en mi tono de voz pero el señor canoso de traje se apura a decir – Por supuesto linda, allí estaremos.

Y esa situación la he vivido miles de veces los últimos meses, mi padre siempre ha sido un político reconocido de la región, por lo cual vivimos de apariencias, como todos los que trabajan en este medio; tenemos que dar la impresión que nuestra pequeña familia rota es la imagen de que a pesar de todo, somos muy felices y todo es espléndido; que aunque mi madre nos haya abandonado hace mucho tiempo, eso no nos importa en absoluto ya que solo nos importa sonreír, la gente clase media, ah y la paz mundial.

- Perdone interrumpirlos señor Rossi pero el director Obrey esta acá – una voz interrumpe la charla tan interesante que estaba ocurriendo en la habitación. Mi padre despide a los senadores y me hace una señal para que me quede.

- Sigue, sigue, te presentare a mi hija, él es Quentin Murphy, mi nuevo asistente de campaña, te lo presento Marie Anne porque lo veras muy seguido de ahora en adelante, es mi mano derecha y espero trabajen en conjunto por mi candidatura – Quentin no debe ser muy mayor que yo, viste de traje impecable y la manera en que cruza el espacio entre nosotros es como si estuviera pasando por una pasarela de moda, no hay nada en él de lo que me pueda quejar, no puedo quitarle los ojos de encima y parece que él se da cuenta.

- Señorita Rossi, es un placer – dice extendiendo la mano hacia mi

- Vaya! Cuanta formalidad para ser el nuevo encargado del trabajo sucio de mi padre

- Marie Anna! Regaña mi padre – No empieces con niñadas desde tan temprano, Quentin te explicara quienes son nuestros objetivos esta noche y cómo se desarrolla la logística en el gran salón, te necesito perfecta para esta gala, ya lo sabes, yo iré a atender el director Obrey, ah y Quentin, que no te intime mi pequeña hija – dice mi padre sonriente mientras sale del cuarto. Él sabe que tiene todo el poder sobre mí, soy solo su marioneta, no puedo decir ni hacer nada que salga de sus condiciones.

Quentin se sienta frente a mí, pareciera que no le afecto en nada que le dejara con la mano estirada y que le acabara de llamar perro faldero, tal vez ya estaba acostumbrado a lidiar con niñitas malcriadas como yo, no lo soy, pero cuando se trata de mi padre y sus negocios, puedo convertirme en la peor persona.

- Estos son Jefferson Oakley y Leila Stuard, tu papá necesita si o si su apoyo financiero, necesito que te concentres en ellos – empieza Quentin poniendo dos fotos sobre mi regazo, el habla lento y pausado, como si quisiera generar intriga, cuando percibe que mi atención está centrada en ese rostro tan hermoso, se acerca hacia mí y continua – espero que no los dejes con la mano estirada eh, Marian?

Me quedo mirando su rostro por un segundo mas ¿Me acaba de llamar Marian? Quentin nota inmediatamente mi desconcierto y en un aire de superioridad toma un mechón de mi pelo que se cola entre mi rostro y lo lleva lentamente hasta detrás de mí oreja, solo sentí sus dedos contra mi mejilla pero eso su suficiente para que me sonrojara.

- Ya, mira, primero, no somos amigos para que me llames Marian y segundo, lo que necesites o no, no es problema mío – digo mientras me levanto de mi asiento en dirección a la puerta – ah, y guapo o no, no caeré en tu jueguito de seducción, perrito faldero.

Prácticamente salí corriendo del despacho de mi padre, el nuevo asistente no es tonto, los anteriores siempre se dejaban manipular por mí y hacían lo que yo quería hasta que mi padre mi enteraba y decidía despedirlos. Pero este, creo que me dará un poco más de trabajo, es tan envolvente, esos dedos podrían hacerme hacer todo lo que él desease. Definitivamente es un peligro, del cual debo deshacerme, tal vez mi padre lo contrato por eso, porque puede ponerme en mi lugar ¡vaya día! Y acaba de empezar.

June 27, 2020, 10:37 p.m. 0 Report Embed Follow story
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