LOS SECRETOS PUEDEN HACER DAÑO
Salgo de mi habitación a velocidad de una bala, no logre tomar unos zapatos antes de salir, considerando que los pisos del lugar están limpios, no hay problema. Gracias Loneer.
Debo tomar una ducha antes que el baño sea inundado y abarrotado por personas, odio esa tontería e tener que compartir los baños porque “compartir es lo que el Señor nos ha enseñado” y lo de "los niños nunca nacen con malas intenciones”
Ja, si ellas supieran las intenciones de los calenturientos de este lugar bendito. Nunca subestimes a las personas de cómo o en donde viven, eso lo tuve que aprender por experiencia.
Es tarde, lo sé. Abro la puerta empujándola con fuerza y velocidad, debo terminar de ducharme antes que llegue alguien.
<<muy tarde>> me detengo.
Dos siluetas sentadas en os lavabos hacen detener mi paso, las veo en espera que digan algo. Vanna y Solem reían y bromeaban antes que llegara, sus miradas caen en mi asustadas.
- ¡Arah! – me saluda una enérgica Vanna – pensábamos que eras Regina.
Bueno yo también me hubiera asustado si estuviera hablando muy tranquila y de pronto llega alguien y prácticamente tira la puerta.
La madre encargada suele revisar los baños para asegurarse que nadie haga bromas, al menos yo. Porque si, ya he tenido algunos –muchos- problemas por divertirme. Este lugar es tan monótono y aburrido, necesita un poco de diversión y risas y las de los niños son las mejores.
- ¿pueden pensar por la otra? – me cruzo de brazos – tienen ese poder ¿verdad?
Solem entorna los ojos.
Ella es la más tranquila de las dos, no suele hablar tan seguido. Aun así, cuando las veo juntas no puedo evitar hacer la misma pregunta, solo para molestar.
-Nosotras no nacimos con esa tontería, Arah. Ya te lo hemos dicho.
-Aun así, es de locos tener un clon. - Tomo una toalla de los percheros para mujeres – bueno si me permiten, tomare una ducha.
-Es muy temprano para tomar una ducha ¿no crees?
Sí, es temprano, pero como dije no quiere que esto se llene y menos con hombres, así que nada mejor que levantarse a las 5:30 A.M para no tener molestias. Hoy se me hizo tarde, pero todavía falta una hora para que los demás se levanten. Eso me lleva ¿Por qué Vanna y Solem estaban despiertas?
-No quiero toparme con ningún hormonal. ¿Qué hacen ustedes aquí? Por cierto.
-Uno: tú también eres una hormonal – ríe y ruedo los ojos – y dos: no queríamos despertar a alguien con nuestra charla.
Asiento y camino hacia los pasillos de las duchas. Cuando termino de asearme y estoy totalmente limpia salgo de los baños con una toalla enroscada alrededor de mi cuerpo hacia mi habitación. Avanzo por los pasillos, me detengo frente a mi puerta, un largo silbido de asombro suena a mis espaldas, por un momento pensé que sería un tonto madrugador.
-Si no quieres que nadie entre a los baños y te vea semidesnuda, no te pasees así por los pasillos – no es necesario voltear para saber quién es. Este también es un tonto madrugador, pero a este si lo tolero.
- estas celoso porque tú no puedes entrar a los baños y apreciar la vista – lo pico un poco y volteo a verlo.
—Por supuesto que puedo entrar
—Cuando está vacío.
Acepto que me gusta molestarlo e intentar que se altere un poquito, pero por mas que doy mi mayor esfuerzo no lo logro. Solo me muestra una sonrisa característica de Loneer.
Mi mejor amigo aparte de ser mi gran amigo es el que hace mantenimiento a todo el lugar, por tener 19 años no puede seguir viviendo en el orfanato y así es como se gana la vida, siempre me pareció un trabajo duro y demasiado excesivo, este lugar es exageradamente grande, pero eso a las monjas nunca les importó.
—Ya enserio, no camines en toalla por los pasillos— me reprende —hay adolescentes con las hormonas a flor de piel caminando por ahí
—¿Cómo tú?
—Yo no soy un adolescente y buaj — hace una mueva de asco — estás loca si piensas que quiero algo contigo. Eres como mi hermana.
Tomo su hombro.
—Tu eres un Papá para mi — arrugo la nariz—. Por lo gruñón.
Entro a mi habitación y me dispongo a cambiarme y bajar a desayunar en el comedor común. Este cuenta con 8 gigantescas mesas donde aproximadamente pueden llegar a sentarse 50 personas sin ningún problema, pero aun hay alginas mesa que no están llenas del todo y otras que son mas pequeñas.
Me acerco con una bandeja a las diferente comidas y eligió la que me apetece para desayunar. Me siento frente a Avana, a mi costado esta Raquel.
—¿Alguna broma para esta semana?—pregunta Raquel
—Nah, es aburrido cuando solo hay una monja a cargo—Dice Avana metiéndose un pedazo de pan a la boca—mejor esperemos a que llegue las otras de su comisión para "niños necesitados" — levanta los dedos haciendo comillas.
—Y eso sera hoy— intervengo
—Entonces ...
—Tenemos la broma perfecta para cuando lleguen las demás monjas — como si hubieran sido llamadas hablan las gemelas acercándose a nosotras —cuando lleguen podemos quemar sus túnicas y tendrán que salir a hacer sus cosas en pijamas, eso hará que sean la burla de por meses.
—¿No crees que son demasiadas monjas para hacerle eso a todas?—cuestiona Avana.
Piensan por un momento y yo entorno los ojos un poco irritada .
—Solo yo haré la broma ustedes solo sienten se y vean el espectáculo —planteo — también cortaré los cables de luz de su cuarto. Será divertido verla rezar y piense que es algún alma —me levanto de la mesa con mi bandeja y salgo del lugar.
*
—¿Saben donde esta la madre encargada?—cuestiona vanna entrando a mi habitación.— no la he visto desde ayer.
—uhm... No, tal vez está ocupada- Loneer sale de mi cama y se sienta en la silla del escritorio.
Vanna desaparece del umbral de la puerta dejandola abierta y dando paso a Avana.
Salgo de la cama y me dirigió a la puerta.
—Si llegan a verla, ¿me pueden cubrir?—pregunto.
Necesito salir por unos momentos y se que ellos son perfectos para hacer creer que estoy en mi habitación.
—¿A quién? — cuestiona mi amiga
—A la madre encargada
—Eso no se pregunta, pero¿Que harás?—cuestiona Loneer.
—Pues... ¿Que más?, veré a Drage —me es imposible ocultar mi sonrisa.
Loneer y Avana se lanzan una mirada dudosa.
—¿Que?
Si dirán lo que me imagino que ni sueñen que les haré caso alguno, siempre empiezan con lo mismo. Los animales del bosque son su pesadilla.
—Arah...—duda —no creo que sea buena idea que vallas hoy.
«¿Que?» juro que si estoy una hora más sin ver a Drage entrare en depresión y una muy mala.
—¿De que estas hablando?—frunzo el ceño claramente confundida.
—La madre superiora llega hoy con el resto de las monjas y si no te ven, armará una grande.
—No tardaré, estaré aquí antes que lleguen —me encojo de hombros restándole importancia.
—Arah, no creo que...—niega
—Avana, es mi novio necesito verlo —la interrumpo con tono tranquilo.
No dicen nada por un momento.
—Bien entonces te acompaño hasta allá— No es necesario pero aceptare por que no quiero discutir y atrasarme más.
—Bien, vamos — doy la vuelta y salgo de la habitación.
Entiendo que mis mejores amigos quieren lo mejor para mi y también quieren que sea feliz, pero como seré feliz si no estoy con el. Con el me olvido de donde vivo, quienes tratan conmigo y lo mas importante de como vivo. Simplemente es inevitable querer estar con el.
—Deberias dejar de hacer esto —rompe el silencio y ruedo los ojos.
—Y tu deberías dejar de ser tan entrometido — bajamos las escaleras
—No soy entrometido —se defiende —solo no quiero que salgas lastimada.
—Loneer, no saldré lastimada_arreglo mi cabello cuando estamos apunto de llegar a la barrera que divide el orfanato con el inmenso bosque y los acantilados —Y si eso pasa lo superaré, nadie muere por amor. —rio irónicamente —¡Buenas días Roger!— Saludo al guardia.
—¡Maidin mhaith!— Buenos días
—Salir con una Narcotraficante de Armas ¿Te parece poco?— salimos de Deternnon — Creo que ya es hora de mejorar tu comportamiento rebelde.
—Tranquilo papá — digo con sarcasmo. Freno teniendo adelante de mi un denso bosque— No se es joven por siempre — le doy un beso en la mejilla y entro al lugar donde viven miles de animales.
Camino esquivando ramss y arboles hasta que llego a una gran roca junto a dos árboles igual de grandes, presiono mi dedo índice en un lugar especifico de la roca haciendo que esta tome mi huella dactilar y la compruebe con la base de datos. Se hace a un lado permitiéndome acceso a unas escaleras verticales. Desiendo por ellas hasta llegar al fondo del pozo encontrándome con una sala de estar con grandes comodidades, como sofás, habitaciones, un comedor y el centro de control del lugar.
Encuentro a Drage observando las pantallas de vigilancia a espaldas de mi.
—¡Dia duit!— me gusta hablar irlandes con Drage. Camino hacia él.
—Hola—se voltea fríamente sin expresión en el rostro, sé que esta enojado.
Cabe recalcar que enojado se ve aun mas lindo de lo que es, su mandíbula se tensa y tiene sus muy fornidos brazos cruzados sobre su tonificado pecho.
—Y ahora ¿Que paso? —pregunto con un puchero
—¿Por que Loneer te sigue acompañando? — no espera ni un segundo para contestar.
Me encojo de hombros y me acerco más a él.
—Solo me esta protegiendo —toco su brazo subiendo hácia su hombro —Solo...no quiere que me pase nada — acerco mi rostro al de el — además es solo mi amigo.
—Eso no lo hace siego. — mantiene su postura.
—Drage estoy contigo. — debo calmarlo antes que se enoje más — te quiero a ti. Él es solo mi amigo.
Pozo ambas menos en sus mejillas y lo traigo para mí.
—¿Él sabe que perteneces a esto?
—¿Quieres dejarlo ya? — Lo beso porque sé que no se callara por la buenas.
Juega con mi labio inferior, succionando y mordiéndolo un poco, intenta tornar el beso un poco más íntimo, pero me separo.
—No quiero volver a ver a ese tipo por aquí.
— Drage...
—Arah, lo digo enserio.
—Eso no tiene sentido. Él es mi mejor amigo y no haría nada para seducirme, enamorarme o lo que sea que estés pensando.
Toma mi rostro con ambas manos y me obliga a mirarlo fijamente.
—No te quiero perder ¿sí?
Vuelve a besarme. Este beso es más desesperado, es notorio que intenta emitir un mensaje. Trata de poseer toda mi boca y juega con mi lengua, baja su mano por mi brazo, pero corto el beso al instante.
—Debo irme antes que lleguen las monjas y quiero caminar un poco para relajarme.
—Yo te puedo relajar — se acerca a mi cuello para besarlo, pero me separo.
—Ya hablamos de eso
— Esta bien, no haré nada— dice afligido —¿no puedes quedarte un rato más? —sus ojos son suplicantes.
—Solo vine porque quería verte — niego — Vendré cuando pueda — camino hasta las escaleras — No me extrañes mucho.
—Será difícil — Dice antes que logre salir y la roca vuelva a su lugar.
Pasar por este bosque es bastante reconfortante y tranquilo, deja a la intemperie mis pensamientos y futuros planes de bromas que podría hacer a las mojigatas del orfanato, especialmente a algunas novicias que llegan de visita o a practicar con los niños.
Me desvío por él acantilado donde está posicionado el centro, uno de mis lugares favoritos. Me siento en la orilla teniendo una vista perfecta del bosque a miles de pies. Me encanta pensar en este lugar y más cuando estoy sola.
Intento recordar todo lo que me pasó y no lo logro ¿Cómo es posible no recordar nada? Ni siquiera mi niñez o que pasó antes del accidente. Nada. El doctor dijo que podría recordar si viera a una persona conocida de mi vida, aunque nunca fue seguro, pero aún no lo hago y eso me frustra.
—¡ah...! —grito con todas mis fuerzas, apoyo la cabeza en mis manos - recuerda. — me suplico a mí misma mi respiración se acelera al mismo tiempo.
—Creo que eso será difícil — voltee tan rápido que pensé que me rompería el cuello.
—¿Qué haces aquí? — vuelvo a contemplar el paisaje.
—¿Así tratas a tu amigo? —finge ofensa.
—Los amigos no se hacen a base de chantajes. —me pongo de pie sacudiendo el polvo y pasto de mi ropa. - Dime que quieres Edan— cruzó de brazos.
—Solo pasaba por aquí y te vi — alza los brazos inocentemente.
Cada vez que veo a este hombre me altera y hace que mi lado a la defensiva salga a la luz, no lo soporto, sin embargo, se ha empeñado en estar tras mío siempre, desde que lo conozco, hace casi 2 años, pero como se puede lidiar con alguien cuando guarda un secreto y luego lo toma como un mando de te va controlando a su antojo.
—Bien ya me viste — paso por su lado decidida a irme. — y ahora ya no.
—Te veré luego — grita a mis espaldas — hazle llegar mis saludos a Drage.
Solo con eso me hace voltear y llegar a esta el con paso lento pero decidido.
—¿Puedes dejarnos en paz de una vez por todas? — suplico
—No me divertiría si así fuera.
«Lo odio» maldita en la hora que lo conocí, maldita en la hora en que le hable maldito el.
No puedo separar los ojos de el, mi vista descarga furia.
—Diviértete mientras puedas Arah — pasa por mi lado dejándome con la mandíbula apretada.
No puedo evitar imaginar como un ave depredadora lo lleva por los hombros para devorárselo y así no volverlo a ver nunca más. Una sonrisa amarga se forma ante esa idea.
«Sí, eso debería pasar» pienso antes de darme la vuelta y caminar hasta el orfanato.
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¡Dia duit!: ¡hola!
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