Boston, 1770.
Zachariah Tennyson tenía catorce años cuando su hermano murió delante suyo.
Una sola bala bastó para que el cuerpo de Jonas cayera inerte al suelo.
Las piedras que sus compañeros habían tirado hacia los soldados británicos, se interpusieron en su camino. Pero aún así Zachariah logró alcanzar el cuerpo de su hermano para verle dar el último aliento.
Y fue con sus manos manchadas en sangre que decidió que jamás se detendría.
No iba a parar hasta ver la bandera británica caer.
Hasta poder decir: Somos libres.
Thank you for reading!
We can keep Inkspired for free by displaying Ads to our visitors. Please, support us by whitelisting or deactivating the AdBlocker.
After doing it, please reload the website to continue using Inkspired normally.