raydil Yolanda Garcia

Ian es un joven que está viviendo el mejor momento de su vida, aunque hay algo que le falta, su mejor amiga. Tras la fiesta en la galería Staton, su mundo se volverá patas arriba. Una historia de romance, secretos e intriga. Vista desde el punto de vista del protagonista.


Romance Young Adult Romance For over 18 only.

#erotico #amor #acción #intrigas
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Capítulo 1

Era mediados de marzo y ya era prácticamente de noche a pesar de que no era muy tarde. La galería Staton por fin había abierto sus puertas, y los invitados comenzaban a pasar por la recepción pavoneándose con sus mejores galas. Un desfile de vestidos largos y esmóquines, que hacían que el ambiente fuese demasiado solemne.

Era la primera vez que el señor Staton exigía etiqueta en uno de sus eventos en la galería, pero me había dicho que esta noche haría un anuncio importante después de la subasta, y había organizado una cena benéfica aparte de exponer uno de los últimos descubrimientos que yo había hecho un par de meses antes.

Estaba apoyado en la barra del bar que siempre recibía a los invitados, con todas las variedades de cócteles imaginables y desde donde el jefe de suministros, Gabriel, daba ordenes a sus subordinados a través del pinganillo que colgaba de su oreja, y se ponía de acuerdo con Leo, el jefe de seguridad.

En ese momento estaban organizando la entrada de los invitados, asegurándose de que todo el mundo tuviese su invitación a mano y obteniendo una bebida de bienvenida.

Ya que era una noche especial, seguían al pie de la letra las instrucciones que el señor Staton había dejado para ellos esa mañana.

Después, los harían pasar por grupos a través de la galería, donde se exponían siempre la mayoría de las obras y que hoy, se había dedicado exclusivamente a las que serían subastadas. Por último, los llevarían a la sala donde se ponían las de los nuevos artistas, justo antes de pasar al salón de actos.

Por norma general, ese espacio también estaba destinado a exposiciones y a la venta, pero esa noche habían dispuesto las mesas para la cena y otra barra. Lo habían colocado de tal manera, que nadie se perdiese lo que ocurriría en el escenario unas horas más tarde. Desde los anuncios y la subasta, hasta el discurso que siempre daba su benefactor.

Desde mi puesto podía ver perfectamente la entrada en la recepción y a los petulantes invitados. Una nueva queja salió de mi garganta mientras intentaba, inútilmente, colocarme la pajarita que se había torcido de nuevo.


Siempre fui un chico sencillo. Me crié prácticamente en la calle y siempre me metía en líos menores con la policía con mi “hermano de orfanato”, como pequeños hurtos, peleas y trastadas varias, entre ellas, llenar con nuestro arte todos los muros de la ciudad.

Ahí fue donde el señor Staton me encontró, pintarrajeando un muro con mi idea aproximada, y bastante sarcástica, de ver la libertad. Recuerdo que me asusté tanto cuando me golpeó en la cabeza con su bastón, que malgasté mi último bote de pintura en su traje hecho a medida. Aún así, sonrió, me dio su tarjeta y me dijo que si aún seguía interesado en el arte cuando tuviera edad suficiente, le contactara.

A pesar de las burlas de César, atesoré esa tarjeta durante cuatro largos años, y cuando cumplí los dieciocho y nos echaron del orfanato, mientras que César seguía el camino de la delincuencia, yo marqué el número de teléfono de la tarjeta, con la esperanza de que no lo hubiese cambiado.

Por suerte, no solo no lo había cambiado, sino que además se acordaba de mí y estaba esperando mi llamada.

Y ahora a mis veinticinco, trabajaba como cazatalentos para uno de los hombres más reconocidos en el mundo del arte, y vivía en un estudio relativamente cómodo y amplio donde podía dejar correr mi creatividad. Aunque eso hacía tiempo que no pasaba.

Ya casi era la hora en la que todo iba a dar comienzo, y parecía que todos los invitados habían llegado dada la poca afluencia de gente que entraba ya por las puertas. Muchos se movían a mi alrededor sin perder el tiempo en hacer negocios, otros se limitaban a charlar, pero en casi todas las conversaciones, había la misma duda, y se preguntaban tanto como yo, a qué venía tanta fanfarria.

Algunos me saludaban desde lejos con la cabeza y con expresiones de incertidumbre, a lo que yo respondía con un leve encogimiento de hombros y una sonrisa. Esa noche, parecía más especial de lo normal.


—Ah…¡Que asco de pajarita!

—Deja ya de quejarte —me dijo Bastian quitándome las manos de esa tela infernal y arreglándola otra vez.

—Esta ropa me agobia y la espera no hace más que ponerme nervioso.

—Ya sabes como es padre. Va a exprimir este momento tanto como pueda, así que tómalo con calma y ¡no te muevas! —dijo tirándome del cuello de la camisa para poder terminar lo que estaba haciendo.

Bastian, era el hijo mayor del señor Staton, un chico de mi edad con el que enseguida hice buenas migas. Era un apasionado de la música, algo obligatorio en su familia aparte del arte, y tras acabar sus estudios, había audicionado para la filarmónica donde le habían aceptado y con la que pasaba mucho tiempo viajando. Así, que sus intereses y los míos, nunca chocaron en cuanto a su padre. El no quería heredar el negocio del arte, lo había tenido claro desde que era un niño.


—No creo que pueda soportar hasta que pase la subasta.

—Tendrás que hacerlo. Como todos.

—Por cierto… —dudé antes de hacer la pregunta —¿Aún no ha llegado tu hermana?

—No la he visto. Es raro, su vuelo llegó hace horas —dijo con aparente calma.

—Tengo ganas de verla….

Desde que Bastian y yo nos enteramos de su llegada, su hermano había estado hecho un manojo de nervios. Solo se había calmado cuando se habían abierto las puertas de la galería. Pero su porte estoico y su fingida tranquilidad, no podían engañarme, no a mi.

Yo también estaba inquieto, más que eso, estaba impaciente.

Alexia Staton... inteligente, dulce, encantadora, con talento para la música al igual que su hermano, y bastante guapa o al menos así la recordaba. Mi mejor amiga y confidente. La persona que hacía que mis bloqueos se fueran con solo una sonrisa.

Hacía cinco años que no la veía. Se había ido a vivir con la ex mujer del señor Staton para cursar sus estudios universitarios en Londres, y desde entonces, aunque al principio se ponía en contacto con la familia y conmigo, no había vuelto por la ciudad.

Él y su madre se habían divorciado hacía años, y la mujer vivía en Londres desde entonces. No había sido un divorcio bonito. Ella había renunciado a la custodia de sus hijos por petición del señor Staton, pero a cambio, había tenido que compartir con ella varios bienes bastante sustanciales, entre ellos, las propiedades en Inglaterra, y siempre había mantenido el contacto con Alex.

Sabía que la falta de comunicación no era cosa de la chica. Su madre era realmente estricta, celosa de lo suyo y muy rencorosa, por lo que había oído de Bastian, que no la tragaba por mucho que se tratara de su madre. Seguramente, por las peleas que habían tenido sobre su condición sexual.

La mujer se había cuidado muy seriamente de mantenerla ocupada durante los periodos vacacionales, e incluso había conseguido que las llamadas fueran disminuyendo a lo largo de los años, hasta que finalmente desaparecieron.

Nadie sabía qué aspecto tenía ahora, y mucho menos, si su carácter se había agriado tanto como el de su madre. Pero para mi, siempre seria la joven musa que se aparecía en mis sueños.

May 26, 2020, 9:51 a.m. 8 Report Embed Follow story
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Cris Torrez Cris Torrez
interesante sigue así!!!
July 31, 2020, 13:47
Misshell Gavidia Misshell Gavidia
Condición Sexual, de Bastian? Es gay o algo así 🤔
June 02, 2020, 20:58

  • Yolanda Garcia Yolanda Garcia
    Si, es gay ^^ June 02, 2020, 21:05
  • Misshell Gavidia Misshell Gavidia
    Oohh la mamá además de mente cerrada O.o June 02, 2020, 21:07
  • Yolanda Garcia Yolanda Garcia
    Su mama es horrible (no siempre van a ser los papas los malos y los cerrados de mente XD) June 02, 2020, 21:30
  • Yolanda Garcia Yolanda Garcia
    Por cierto, gracias por leer y por que te guste :) June 02, 2020, 21:34
Om Garcia Om Garcia
Por lo que entiendo, la madre de los chicos es algo superflua y de apariencias. Solo así se explica que haya renunciado a sus hijos por dinero, y rechace a batian. Buen trabajo.
May 27, 2020, 20:34

  • Yolanda Garcia Yolanda Garcia
    Si su madre es bastante malvada jajajajaj. Gracias!!! Eres mi primer comentario y seguidor. Te lo agradezco mucho. Si te gusta la historia o tienes alguna recomendación no dudes en decirmelo ^^ Un saludo May 28, 2020, 05:32
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