moisesveliz Moises Veliz

Un día narrado en la vida de Hilary, como aprendió a superar sus problemas y quererse a si misma.


Memoir & Life Stories Not for children under 13.

#amorpropio #erotic
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Despertar

En el piso yace su teléfono, el que trato de hallar tanteando entre las sábanas para ver la hora, sabe que es tarde, la alarma no hizo su tarea, al menos no por completo pues ella siguió durmiendo después de arrojar el dispositivo lejos cuando esté sonó 5 horas antes.


Un pequeño salto dio su corazón al recordar dónde estaba su teléfono y como llego ahí, pero la verdad, mucho tampoco le importaba.


Las sábanas se hacen pesadas y no tiene fuerzas ni ganas de zafarse de estas.


El hambre impide que se vuelva a dormir, pero tampoco tiene ánimos de cocinar, trata de dirigir sus pensamientos a otro lado pero su estómago le gruñe reprochandole que en el no ha entrado más que agua y algunos pedazos de galleta en 3 días.


Con un movimiento rápido, se destapa la parte superior de su cuerpo de sus sábanas, mira a la ventana y entre las cortinas se filtra un rayo de sol que parece más de medio día que de mañana, este le causa molestia en sus ojos, se lleva la mano a estos y siente lo abultado de sus párpados, en ellos han caídos muchas gotas últimamente, y anoche fue la excepción, pero no porque no cayeran, sino porque cayeron como nunca.


De la cara sube a su cabeza y su mano queda estancada entre el desorden que tiene como cabello, ya son semanas que no sabe que es un shampoo.


Se vuelve a tapar de cuerpo entero y entre unos y otros pensamientos de sus ojos vuelven a brotar lágrimas. En los últimos meses ya se había vuelto común ver lágrimas en su rostro, su estabilidad emocional había ido disminuyendo a causa de las acciones de quién tenía como pareja, se volvió más insegura y desconfiada, en las últimas semanas la cosa había empeorado, los problemas en su relación se volvieron más prominentes, en el colegio no le estaba yendo del todo bien.


Ya en los últimos días, después de la agonía y incertidumbre, ese lazo que tenía con Brando se rompió, por el simple desgaste que este tenía,

todo el tiempo los mismos problemas,

todo el tiempo las mismas excusas,

todo el tiempo la misma chica por la que ella le reclamaba al ver mensajes que no reflejaban respeto alguno hacia ella, además del constante coqueteo por las redes.


Brando estaba cansado de Hilary, desde hace tiempo que le fastidiaba la relación y había hecho todo lo posible para que sin hacer nada se acabará, teniendo todo tipo de actitudes negativas hacia ella, ya no le escribía ni buenos días ni buenas noches, no le contestaba las llamadas, salia a fiestas y lugares y no decía nada, simplemente desaparecía y ya.


Pasaban semanas sin verse, poniendo las excusas más ridículas que se les pudieran ocurrir, ”No tengo ropa limpia", "parece que va a llover”, "no vengas que mi mamá está enojada"...etc.


Continuar o no le daba igual, la única razón por la que él no le terminaba a pesar de todo su desinterés, era por quitarse la medalla que sentía que tenía colgada por haber sido su primer hombre entre tantos que la pretendían, él sabía que ella no le era incapaz de estar con otro chico, por eso no se preocupaba que alguien le comiera lo suyo cuando tenía sexo con diversas chicas, par de ella "amigas" de Hilary.


Y de vez en cuando, en esos días que su apetito sexual se veía hambriento, trataba a Hilary de mil maravillas, para que se fuera a quedar unos días en su casa, eran esos días que mantenía la relación viva, y por los que Hilary se la pensaba dos veces antes intentar dejarlo. Aunque después de eso, seguía siendole indiferente cuando le daba la gana.


En su mente todo se acumula y un grito de maldición resuena en su cuarto, esta casada a pesar que se acaba de despertar, pero su cansancio más que físico, es mental y más aún emocional, siente como los latidos en su pecho se vuelven espesos, la respiración se torna pesada, una completa mierda.


No es fácil está situación, recién acabado una relación donde lo dio todo de principio a fin, a pesar de las críticas, de los chismes, de todo y de todos.


No era su primer novio,

pero si su primera conversación hasta el amanecer,

su primer sombrenombres bonitos

su primer "mariposas en el estómago" cuando recibe un mensaje de él,

su primer "estoy enamorada"

su primer inspiración de poemas

su primer gemido de penetración,

su primer "te amo".


Casi un año, 11 meses y 12 días, en los que no fallaba un día sin que hablaran aunque pasaban semanas sin verse.


Cabe a destacar que Brando no era así desde un principio, como todos, al comenzar era todo bello, estaba pendiente de ella todo el día, la llamaba constantemente, en las mañanas su buzón de entrada lleno de mensajes lindos de él; su relación fue mutando hasta terminar en la aberración que acabo.


Como puede logra levantar tú torso se la cama, acto seguido se sienta en la orilla de esta y cabizbaja dura unos minutos inerte, mueve sus pies debajo para encontrar sus pantuflas rojas, 2 o 3 tallas mayor a la que utiliza, y arrastrando los pasos llega al baño.


Abre la llave del lavamanos y deja el agua caer sin intervenir en ella por algunos segundos, toma su cepillo, le aplica pasta, más de la cuenta, y comienza a cepillarse.


Todo lo hace lento, está por inercia, en su mente el alboroto de pensamientos sigue vigente, piensa mil cosas y no todas buenas, recuerda como solía ser un año antes.


Una chica alegre, simpática, siempre riendo, vida normal, de su casa al colegio, una que otra vez salía los fines de semana, grupo de amigas super unidas, gran jugadora de tenis aunque no le ponía todo el empeño que quisiera pues los estudios absorben casi todo su tiempo, Electricidad,carrera que fue impuesta por su padre y que ella detestaba pero solo le faltaba un año para terminarla, además con las amistades que había hecho ahí los días fueron más llevaderos, se habia ido a vivir con su abuela por estar solo a 10 minutos caminando del colegio.


Rara vez lloraba, siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás con sus problemas, especialmente emocionales.


Su estabilidad emocional era tan buena que ni se daba cuenta de eso, hasta que llegó Brando a su vida, no conocia la depresión.


Ni que era llorar y golpear su almohada hasta quedar dormida sin fuerzas.


Tampoco que era despertarse con la duda si seguiran siendo novios o ya Brando la sacaría de su vida.


Escupe y se enjuaga la boca, junta sus manos, recoje agua y se la echa en la cara, se queda con está tapada unos segundos hasta que la descubre ante el espejo.

Al hacerlo observa su rostro de palpados hinchados de tantas lágrimas, sus ojos apagados por la tristeza; no se mostraba ni una pizca de alegría.


Se queda mirando fijamente su reflejo, y comienza a recordar momentos difíciles anteriores y como su resiliencia se había hecho presente en estos.


Y que su yo del pasado le diría a su yo del presente, las palabras que se les vinieron a la mente fueron "La vida es una sola y, demasiado corta y volátil, como para gastarla en sufrir por amores mediocres, menos para no ir atrás de tus sueños".-


Esa frase se la repitió mentalmente varias veces, otras más habladas y las últimas gritabas de impotencia y cansancio de sufrir.


Tomó aire,

cerró los ojos,

se recogió el cabello y se miró nuevamente, se decidió a salir de el hoyo donde llevaba semanas hundida pero hace meses que venía cayendo.


Sabía que tenía que ponerse para ella, enfocarte en lo suyo, dejar a atrás las calamidades que iba arrastrando día tras día.


Lo primero que pensó en hacer fue ejercicio, entre depresión en depresión había descuidado completamente el deporte aunque esto no le hizo subir de peso ni perder la figura.


Fue a su armario, se vistió de running y salí a correr, eran las 4 de la tarde, el cielo alternaba azul con nublado, clima ideal para trotar.


Solo tiene que caminar unos minutos para llegar a una avenida dónde la gente va a ejercitarse, hace unos estiramientos precios y comienza, los primero minutos le cuestan un poco, obvio, fueron semanas parada las que paso.


Se detiene al completar el primer kilómetros, se siente sofocada, sin aire, las piernas no le responde bien del todo, piensa en volver a su casa, pero estaba decidida a continuar, no quería rendirse, no de nuevo, ya muchas veces fueron las que dejó de hacer cosas por la tristeza que en ella vivía.


Baja el ritmo pero sigue trotando, poco a poco va, motivando se constantemente... Recuerda esos días que dejó de ir a entrenar por verse con Brando, cosa que la retraso bastante en su avance del tenis.


Pasan los minutos y en su muñeca vibra su reloj, 6 kilómetros concluidos, se siente satisfecha, viva, alegre, con regocijo en su cuerpo, no recuerda la última vez que se sintió así, decide volver a casa.




May 24, 2020, 1:19 a.m. 0 Report Embed Follow story
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The End

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Moises Veliz Amante del texto, apasionado de la vida admirante de la muerte.- ⁦

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