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Alba Uigiliarum y Trahentium Nigrum llegaron a un acuerdo. Sobre la tierra, un chico mitad "ángel"-mitad "demonio" haría vida y tendría descendencia. Bajo la tierra una chica mitad "demonio"-mitad "ángel" haría vida y tendría descendencia. Así ambas especies entenderían más la una sobre la otra, sobre su contradictoria naturaleza. Los Trahentium Nigrum podrían llegar a ser más sabios y menos impulsivos. Los Alba Uigiliarum podrían llegar a ser más flexibles y menos fríos. El primer cruce produjo a una niña. Nuestra historia se desarrolla bajo y sobre la tierra, una mestiza con un corazón rodeado de plumas blancas, prefiere ignorar la oscuridad latiendo en perfecta sincronía en un rincón de su interior, solo quiere escapar de las "bestias".


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¿Qué estoy haciendo aquí?

Cray era, nuevamente, entre los profesores de una prestigiosa academia, "perfecto".

Como un Trahentium Nigrum, mejor conocidos como "demonios" por los ilusos fanáticos religiosos, destacaba entre todos los humanos y los hacía verse... descoloridos y patéticos a su alrededor.

Lucía su típico disfraz de traje blanco, casi siempre simulando irónicamente a un Alba Uigiliarum, mal conocidos por la humanidad como "ángeles". Incluso portaba una cadena del oro blanco más puro, con un dije -tallado de una rara variante del cristal Piedra de Luna- en forma de unas exquisitas alas, cuyas brillantes puntas eran fácilmente visibles en la piel expuesta de su marcada clavícula.

Sin embargo, a pesar de su increíble presencia y destacable aire "elevado", había algo difuso en él y eso era su propia mente, él mismo Cray desconocía el motivo que lo había llevado a entrar esta vez en un internado donde solo había chicos... Eso definitivamente no ayudaba a su causa, no cuando él estaba buscando una existencia femenina.

'¿Acaso tanto tiempo sin sentir me ha convertido en un típico sodomita sexual?', pensó Cray receloso, no estaba disgustado, pero sí poco convencido de dicha conclusión.

Pero no, no... No había nada que lo indicara, ninguno de los insulsos humanos allí presentes, por más atractivos o tiernos que luciesen llamaban su atención, además nunca había sido de esos, no se había sentido atraído por otro espécimen de su mismo sexo como solía ser una práctica habitual y normal en su raza.

Al contrario, las chicas eran de su completo agrado y lo ponían muy caliente. Pero, solo hasta ahí... ese era su martirio desde hace años, ya no más. Había momentos en que le rogaba al infierno y al cielo por igual poder tener al fin de nuevo una maldita liberación.

Sí. Cray había sido privado de sus maravillosos y merecidos orgasmos. Al contrario de lo que cualquiera pudiese pensar sobre los "demonios", los Trahentium Nigrum eran seres monógamos y cuando eran vinculados a una pareja, lo cual Cry había sido "obligado" a hacer, solo con ella encontrarían el tan anhelado y placentero final que los humanos podían conseguir con un insignificante y aburrido trabajo manual.

Y Cray estaba irrevocablemente vinculado, desde que apenas alcanzó sus 105 años de eterna juventud (acababa de hacerse adulto a sus 100 años), debido a una prueba/convenio entre ambas razas, para suavizar ciertos rasgos que los ponían en peligro.

La fémina en cuestión no era más que una... recién nacida.

Así que había sido algo más como un experimento. Y como todo experimento, tenía sus pautas, su hoja de ruta con un objetivo: Sobre el cielo, un chico mitad ángel-mitad demonio haría vida y tendría descendencia.

Bajo la tierra una chica mitad demonio-mitad ángel haría vida y tendría descendencia.

Sí, el primer resultado "satisfactorio o no", había sido para los Nigrum.

Aunque su pareja no le provocaba ese inconveniente desagrado por ser mestiza, mitad Alba Uigiliarum y Trahentium Nigrum... aún cuando Annel no tuviese sangre bastarda y no fuera más que un feliz evento, había desaparecido hace 30 años, una noche antes de cumplir sus fugaces 15 inviernos; edad que entre ambas razas era concebida como la de "la primera iluminación" en el caso de los Alba y la de "plenitud sexual" entre los Nigrum.

Y allí se había detenido todo, pues toda cooperación terminó después de lo ocurrido con Annel.

Los Alba culparon a los Nigrum y viceversa, ambos creyeron o dieron a entender que el otro no consideraba satisfactorio... el cruce. De cierta forma, Annel había sido enterrada como un erróneo daño colateral en su inacabable rivalidad.

Como si nada, una provechosa y ambiciosa cooperación terminó en nada. Y Cray, bueno Cray no sabía del todo qué pintaba en todo eso... Solo sabía que estaba muy, muy jodido. Y que su desventaja se había convertido en una excusa más para que los Nigrum pudiesen ir contra los Alba.

Así que habían pasado 30 lentos y tortuosos años desde que Annel desapareció dejando a Cray sin la posibilidad de ser un Nigrum a plenitud, ya que el sexo incrementaba o mermaba el poder del demonio y lo que el "practicaba" solo lo mantenía como un especimen mediocre. Sin embargo, aunque eso significase "medio vivir", aun así estaba muy por encima de los humanos.

Naturalmente Cray había tenido sexo con más de las que cualquiera podría recordar, incluso para ser un Trahentium Nigrum él era de gran casta y su reputación siempre le había dado la ventaja de conseguir cada vez más Nigrum hambrientas de sexo.

Y... claramente eran diablillas, estaba familiarizado con el término, las muy malditas sabían el "problemilla" que tenía y aún así no les importaba que él no consiguiera lo que deseaba mientras ellas lo hicieran.

"Insastisfacción", esa era la palabra que mejor lo definía. Insatisfecho de placer, insatisfecho por tener que ir en contra de su vínculo monógamo para recibir una desabrida sensación en blanco y negro.

No había ninguna ganancia en ese círculo de existencia sin sentido.

'¿Qué estoy haciendo aquí?', se preguntó Cray mentalmente, o eso creyó hasta que su colega humano le respondió.

— Bueno estamos esperando a las bellezas del internado Sunshine. Pero eso ya lo sabes... ¿A que te estás refiriendo esta vez? Has estado actuando raro, otra vez, como si fuese una gran novedad — Dijo Brandon moviendo sus dedos impacientes sobre la baranda de las escaleras.

Brandon era un humano bastante aceptable, seguramente algún antepasado debió ser un Nigrum, era apuesto para la media de humanos masculinos y tenía una malicia bastante alta... incluso, dentro de él había un pervertido que retozaba con los inocentes, y no tan inocentes, estudiantes del internado que quisieran mejorar una nota, pero eso no era de su incumbencia.

Tal vez, a Brandon le iría muy bien en el Purgatoriumpor llevar una vida aprovechándose de los hambrientos menores, con suerte sería seleccionado para descender a su reino de desenfreno y decadencia, en lugar de ascender al aburrido reino de los aburridos y fríos Alba Uigiliarum.

Cray sacó el pensamiento de su cabeza, no era importante, parecía que siempre perdía la perspectiva ese día, Halloween, noche de brujas.

La víspera de las "Free souls", como fuese que la llamasen, para él no era más que la noche en que Annel se había esfumado sin dejar rastro.

Aunque la chica se crió en su reino, se creía que la parte Alba dentro de ella la hacía terriblemente tímida, la mantenía lejos de socializar con los demás Nigrum con normalidad, así que aún en contra de la voluntad de su padre -un conocido VIP de su raza, así como su propio progenitor-, ella había permanecido escondiéndose en sus aposentos durante prácticamente sus 15 años de vida, así que no había nadie que pudiese siquiera suponer a donde ella se había escapado, o con quién.

A decir verdad, Cray se había reunido directamente con Annel pocas veces, y esas se reducían a ocho en todos esos años; cuatro hasta que la chica cumpliera los 12 años, dos veces durante sus 13 y dos veces cuando cumplió los 14 y el tenía 119 años, lo recordaba bien, su padre la había forzado a celebrarlos en "familia", lo que los involucraba inmediatamente a sus padres Nigrum, otros familiares y a él.

Su familia pasó dos días de fiesta por ello.

Por la unión total que se avecinaba, ya que su sangre ya había sido vinculada inmediatamente después del nacimiento de Annel.

Cray sintió su miembro vibrar ante el recuerdo de la chica, que con 14 años ya era hermosa y sensual, pero que decía, más que hermosa, era cegadora... Su cuerpo estaba bien definido, con unas curvas deliciosas, el largo cabello rojo y rizado rozaba pecaminosamente su vaporoso vestido negro que llegaba solo un poco más bajo que el nivel de sus glúteos -con el que se veía visiblemente adorable e incómoda-, sus ojos eran de un verde muy claro, casi etéreos, no había ni una peca en su cara, era pulcramente blanca, no un blanco pálido enfermizo, no, era un blanco que la hacía brillar... Como un maldito irresistible y sexy ángel quimérico de los que hablaban los ignorantes humanos.

Cray gruñó... ¿Cuándo la perspectiva de su parte Alba lo había endurecido?

'Definitivamente estoy empeorando'... Dentro de poco empezaré a tener sexo desesperado con chicos igual de desesperados por tener algo de atención, pensó fúnebre.

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May 20, 2020, 9:53 p.m. 0 Report Embed Follow story
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