Levantó la cabeza del plato y me miró a través de sus gafas. Duró poco la imagen de su barbilla pringosa salteada de trocitos de marisco, pero lo suficiente como para recordarme que unas horas antes el plato había sido yo. Unas horas antes se había amorrado a mi coño con la disculpa aceptada de un «no puedo parar de comerte, me vuelve loco tu sabor».
5 February 15, 2021, 21:40 1We can keep Inkspired for free by displaying Ads to our visitors. Please, support us by whitelisting or deactivating the AdBlocker.
After doing it, please reload the website to continue using Inkspired normally.