davidbg379 𝕯𝖆𝖛𝖎𝖉 𝕭𝖑𝖚𝖒

Un pueblo al oeste de los Estados Unidos, aquel olvidado pueblo venia incluido con una playa, empieza a sufrir casos extraños, en un mar que susurra y guarda miles de secretos. . Aquel mar que de vez en cuando se tiñe de rojo por algún cadáver, aquel mar que tal parece tener alguna extraña maldición, alguna extraña historia que te susurran sus refrescantes brisas, el mismo siendo testigo y cómplice de todas aquellas extraños sucesos que ocurren en aquella playa, mientras sube y baja su marea, y a la mañana siguiente el mar trae un cadáver a la arena... . David Blum


Thriller Nicht für Kinder unter 13 Jahren. © TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

#muerte #asesinato #mar #arena #suicidio #odio #amor #romance #playa
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Brisas del Mar

1993...

La estupidez también es un regalo de Dios, pero uno no debe abusar de ella...

Apenas iniciaba el crepúsculo, aquel que es el destello de luz antes de que salga el sol, que estaba en el otro lado del mundo, donde sólo se podía ver el mar, aquel mar que nunca terminaba y que ocupaba un gran vasto lugar, que sólo dejaba una raya de neblina al final o quizá era hasta donde la vista podía llegar.

Los muy elaborados castillos de arena hechos por los niños del pueblo eran destruidos por las grandes olas que parecía un tsunami, parecía ser que el mar era igualitario ya que dejaba toda la arena que estaba en sus cercanías, igual a toda la demás arena y tal parece que detestaba que jugaran con su arena.

Él se había quitado la camiseta y Melanie sabía que la razón por la cual amaba a Sam era por aquello que se escondía debajo de aquella apretada camiseta. Melanie le dio un beso en la boca y Sam solamente le dijo:

—Sígueme —Y él como un demente salió corriendo a la arena...

Melanie se encontraba llorando en su cama, por temas de adolescentes, aquel era el rechazo a su cuerpo, no se sentía a gusto con el, se sentía fea, pero era todo lo contrario, sólo que las críticas de las personas crueles se apoderaron de ella hasta convencerse que era la criatura mas horrible del mundo. Ella estaba indefensa, cogía la almohada e intentaba asfixiarse con ella, pero no lo conseguía o quizá era porque no era capaz de terminar con aquel sufrimiento.

Al rededor de su cama estaba la colección de sus mejores dibujos, aquellos que había hecho con tanto esfuerzo y dedicación, entre ellos estaba un chico que por alguna razón lo había dibujado desnudo y el cual había hecho sin modelo alguno, varios dibujos de las flores de la playa, de calles del pueblo, de personas, de objetos, de formas abstractas, de bares y el último era el dibujo del faro del pueblo.

Melanie se paró de golpe de la cama y rápidamente se acordó de la existencia de aquel dibujo hecho con tantos detalles.

—Ese faro me genera intriga —Pensó para sus adentros—. Será mejor que me olvide de ello y vaya a surfear un poco —Se secó las lágrimas que tenía en todo su rostro, aquel rostro con una piel tan suave y sin imperfección alguna.

En efecto, cogió tabla de surf y se dirigió hacia la playa. En el suelo de la habitación quedó aquel dibujo del faro.

Al llegar, Melanie no estaba usando zapatos, por lo que podía sentir la suave arena entre sus pies. Los niños hacían sus castillos de arena, otros enterraban a sus padres debajo de la arena, claro sin cubrirles sus rostros; las madres se bronceaban con sus cortos bikinis, otros adolescentes fumaban toda clase de sustancias psicoactivas escondiéndose debajo del muelle, algunos chicos buscaban tesoros con sus radares de metales pero sólo encontraban tapas metálicas de cerveza y otras parejas de jóvenes simplemente se besuqueaban.

Melanie no era la única que iba a surfear, unos cuantos se la pasaban surfeando y enseñando unos muy increíbles trucos, al igual también había un chico tan guapo que hacia babear a Melanie, pero nunca se atrevía a hablarle, él en ocasiones también surfeaba.

Ella cogió su tabla de surf y muy decidida la colocó en el agua, no sin antes haberse atado a ella; la llevó hacia una zona en el que la tabla pudiera flotar empezó a bracear.

Aquel chico la miraba atentamente. Era una muy buena temporada para el surf en casi todas las playas de Estados Unidos; Melanie tuvo que esperar un poco, pero el mar no se tardó en darle una ola a Melanie.

El chico se acercó un poco al agua del mar, quizá porque creía que Melanie no era del todo capaz de lograr domar semejante ola, eso significaba que ella le importaba o simplemente era su trabajo el de salvar vidas.

La ola ya llegaba, Melanie se incorporó en la tabla, ella creía que ya tenía a la ola domada, pero el mar le tenía una mejor sorpresa que simplemente domar aquella ola. La tabla se tambaleó hasta hacer caer a Melanie al agua, el chico se precipitó a salvarla, se podía ver su tabla flotando en la superficie. por lo que sería fácil de rescatar.

El chico sin pensarlo dos veces se sumergió en el agua para rescatarla, la tomó en sus brazos y la llevó a la superficie, luego la colocó en la tabla de surf y la llevó hasta la orilla del mar, la colocó en la arena cálida e intento reanimarla, al ver que no reaccionaba, le dio obviamente respiración boca a boca, los presentes estaban conmocionados con la situación; el chico continuó hasta que Melanie despertó y ella escupió una gran cantidad de agua salada, aquella que no la dejaba respirar.

—Me diste un beso —Le dijo Melanie sintiéndose importante.

—No, te salvé la vida —Dijo él, que se volvió hacia ella, se acercó y esta vez le dio un beso—. Esto sí es un beso —Añadió.

Él aún estaba bastante cerca, por lo que Melanie no iba a perder la grandiosa oportunidad de devolverle el beso.

—¡Que cursi! —Dijo el público mientras la gran parte de ellos se iban a continuar con sus actividades.

—Quien lo diría, tú me amas —Afirmó muy confiado—. ¿O eso era sólo por el momento? —Él le hizo una cara de ternero degollado.

—Sam, tu siempre me has hecho babear, me vuelves loca —Dijo Melanie cogiéndole suavemente la mano.

Y así pasó el día, con mucha cursilería y el único toque romántico que vuelve loco a cualquiera. Hasta que llegó la noche.

Los dos se dirigieron a aquel faro abandonado y olvidado en el tiempo, aquel faro del pueblo dibujado por Melanie, aquel que daba mucho miedo y todos ya sabemos para que se encerraron en aquel lugar, por lo que no es necesario mencionarlo, además de que la pantalla no lo mostraría nada bien.

Después de un tiempo Melanie se quedó dormida, Sam se puso su pantaloneta y vistió a Melanie, abrió la puerta del faro y la cargó por segunda vez en sus brazos. La llevó hasta la puerta de la casa de ella, tocó el timbre y enseguida abrió la puerta el padre y la madre de Melanie.

—Estábamos en la discoteca y Melanie tomó tanto trago que se desmayó —En efecto, en el faro Melanie sí había tomado mucho alcohol, pero no se desmayó, se durmió de tal manera que parecía noqueada, pero no era nada grave como para cobrarle la vida.

—¡Por Dios! pobre Melanie —Dijo la madre, el padre la cargó es sus brazos y la llevó como si fuera una bebé hasta la habitación.

—Muchas gracias chico —Le dijo el padre de Melanie a Sam.

—¿Cuál es tu nombre? —Preguntó la madre de Melanie.

—Sam, mi nombre es Sam señora —Dijo tratando de cubrirse con sus brazos el pecho descubierto ya que hacía mucho frío.

—Toma hijo —El padre de Melanie le dio un saco para que Sam no se congelara del frío de la noche de una playa.

—Gracias señor —Contestó Sam.

—¡Frank! —Dijo su mujer—. Dale algo de dinero como agradecimiento —Añadió haciéndole una gran malacara a su esposo, aquella que con la mirada le decía "eres tan estúpido".

—Muchas gracias, pero no sería cordial aceptar el dinero.

—Es de mala educación dejar a una persona con la mano extendida —Dijo muy seriamente el padre—.Tranquilo, no lo necesitamos.

—Muchas gracias —Dijo Sam—. Se los agradezco mucho —Los miró de nuevo—. Mercy —Y simplemente se marchó, mientras sus pies sentían la suave arena que era apegada al mar.

Esperó a que todas las luces se apagaran y trepó hasta llegar a la habitación de su amada, abrió la ventana y se metió en ella, caminó hasta la cama de Melanie y le dejó una nota que decía:

"Te amo.

De: Sam".

Ya saliendo de la habitación, pisó un dibujo, aquel dibujo tan elaborado del faro, le dejó la marca de su pie y salió por la ventana, claro la dejó cerrada. Bajando del techo se tropezó y cayó en varias capas de arena suave, por lo que no le dolió mucho...

Melanie siguió a Sam, tal como él se lo había pedido segundos atrás.

Sam se encontraba en la parte del mar que no era nada profunda, aquella que sólo te llegaba el agua a los pies, en donde se podía ver fácilmente el fondo del agua.

Al llegar, Sam le dio un beso y rápidamente se arrodilló sacando de su bolsillo un bonito anillo.

—¿Te casarías conmigo? —Preguntó Sam, que rogaba que ella le dijera que sí.

—Pero Sam, tan solo llevamos un año —Dijo Melanie desconcertada.

—Quiero tener una familia contigo —Dijo Sam tratando de convérsela, aún seguía arrodillado—. ¡Te lo ruego! —Añadió.

—No, aún no es tiempo para casarnos —Respondió Melanie.

La ira se apoderó de Sam, quien cogió una inyección con una gran dosis de heroína y se la enterró a Melanie mientras ella estaba distraída viendo las olas del mar. Melanie cayó en segundos al agua. Sam dejó caer el anillo con el que quería que Melanie se casara con él.

Ya cuando Melanie estaba desmayada, la arrastró por todo el borde del mar, no había testigo alguno por la hora en la que habían salido, además de que no era un pueblo muy poblado. La siguió arrastrando hasta llegar al faro.

La cargo en sus brazos y la llevó a la cima del faro, donde se encontraba aquel gigante bombillo que guiaba a los barcos en el pasado. La colocó en una mesa, tristemente y la abusó sexualmente. Luego de terminar cogió un arma y le disparó directamente a la cabeza.

—Podías haberte evitado todo esto con un simple sí —Dijo el asqueroso de Sam.

Cogió un cuchillo y se corto una parte del brazo, para desangrarse, pero era un proceso muy doloroso y además de demorado, por lo que cogió nuevamente su arma y se la colocó en a boca, esa era la mejor decisión que podía haber hecho para el mundo y sin pensarlo dos veces apretó el gatillo.

Ambos fallecieron aquel día, no fue como Romeo y Julieta, no, fue completamente distinto, las causas fueron que la chica había sido decidida en su respuesta con un directo no, y el chico por haber sido un psicópata al no respetar su decisión, y simplemente haber esperado un tiempo más.

Los dos cadáveres estaban en la cima de aquel faro, aquel faro maldito, sus gotas de sangre se derramaban en el suelo, hasta formar un charco de sangre, formaron un río rojo hasta que ambas sangres se juntaron formando un solo charco de sangre. La cabeza de Sam quedó por fuera del faro por una ventana, por lo que su sangre caía en el agua del mar, tiñendo el agua de un rojo fuerte.

—Mamá, algo le pasa a ese chico —Dijo un niño señalando preocupado hacia el faro.

—No mires hijo —Dijo la madre y rápidamente le tapó los ojos con las manos—. Todo está bien cariño, ¿quieres que juguemos algo en casa? —Dijo mientras llevaba a su hijo a la casa para que no viera aquella escena del crimen.

La madre cogió temblorosamente el celular, marcó al 911 y alertó sobre el aparente suicidio. Luego de un tiempo se sacaron los cadáveres del faro y se determinó que era un homicidio y un suicidio...

—Te amo Sam —Dijo Melanie.

—Yo más Melanie —Dijo Sam.

El mar ocultó al anillo, ¿solo ocultó al anillo o también ocultó algo más?

No todos los cuentos con princesas o con un gran amor juvenil terminan con un muy bonito final feliz.

El mar sólo hizo sus refrescantes brisas, aquellas brisas del mar que abarcaban a todo el pueblo y más allá de el mismo, aquella brisa de agua salada.

8. Mai 2020 22:09 3 Bericht Einbetten Follow einer Story
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Das Ende

Über den Autor

𝕯𝖆𝖛𝖎𝖉 𝕭𝖑𝖚𝖒 Nació en 2005, en Cali - Colombia, empezó a escribir a la temprana edad de trece años una novela romántica, la cual decidió abandonar para no causar daños oculares a sus lectores y así ahorrar varias demandas. Siempre fue un chico al que todos lo tacharon de raro; ha ganado premios como Mención Especial en el XIX Concurso Escritores Autónomos de la Universidad Autónoma de Occidente, obtuvo una Mención de Honor en Sea Shepherd Uruguay, participó en el Intercolegiado del Teatro Municipal de Cali.

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𝕯𝖆𝖛𝖎𝖉 𝕭𝖑𝖚𝖒 𝕯𝖆𝖛𝖎𝖉 𝕭𝖑𝖚𝖒
Querido lector, gracias por elegir mi historia y tomarse el tiempo de leerla. Aprecio mucho a mis lectores y por ello quiero saber su opinión. Siéntase libre de escribir un comentario al respecto, puede ser de las cosas que le gustó, las que no, lo que puede mejorar o lo que desea que pase en un siguiente capítulo. Si desea hacer la opinión en privado puede mandarla a través de mi correo personal: davidblumguerrero (gmail). Gracias ❤️
December 27, 2022, 18:07
Iván Selbor Iván Selbor
Muy bien estructurados los diálogos. Felicitaciones para tu edad.
May 14, 2020, 20:19

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