Realidad o Ciencia Ficción Follow einer Story

Vivimos en un mundo, en el cual las únicas preocupaciones son conseguir pequeños placeres de la vida; comprar una casa, casarse, tener hijos, conseguir un buen trabajo...

Nosotros jugamos a ser dioses, a creer en adivinar el futuro. Nos encanta crear un mini yo invencible, es decir, una copia barata del egoismo.

Pero, todo lo bonito se acaba, no es un tanto irónico que en un abrir y cerrar los ojos nuestra vida se desvanece.

Recuerdo como si fuera hoy, cuando mi abuela me dijo:

<<¿Si hoy fuera el último día...?>>

No respondi...

Solo resople, y no dije nada, porque cuando llevas años aceptando que tu vida es la búsqueda de la aceptación de los demás y no lo que de verdad quieres.... Pues, inconscientemente, te acabas acostumbrando.

Seguidamente ella añdió:

<<¿Conoces una vieja historia....?>>

No supe que decir, el miedo a pensar o simplemente llegar a saber que esa historia fué el fin y el comienzo de una época cubierta de dolor y sangre que empeze a sentir una claustofobia intensa, tal era que mi abuela se percató.

Ella me dijo: << mi tesoro, no llores, esa sensación es la que hace que no ocurra de nuevo>>

Yo, con los ojos vidriosos, asentí con todo mi pensar.

Ella solo me dijo una última cosa antes de desapaerecer. << Recuerda, mi dulce niña, todo en esta vida sucede por un motivo. No dejes de creer y nunca olvides>>

Yo, me derrumbe, lo único qe quería era más tiempo a su lado, solo quería oir una vez más su voz. Me tumbe a su lado y la leí mi poema favorito.

EN LA TARDE

De cualquier forma aquellas cosas no hubieran durado mucho.

La experiencia de los años así lo enseña. Mas qué bruscamente

todo cambió.

Corta fue la hermosa vida.

Pero que poderosos los perfumes,

en qué lechos espléndidos caímos,

a que placeres dimos nuestros cuerpos.

Un eco de aquellos días de placer,

un eco de aquellos días volvió a mí,

las cenizas del fuego de nuestra juventud;

en mis manos cogí de nuevo una carta,

y leí y volví a leer hasta que se desvaneció la luz.

Y melancólicamente salí al balcón-

salí para distraer mis pensamientos mirando

un poco la ciudad que amo,

un poco del movimiento de sus calles y sus tiendas.