Kurzgeschichte
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Pensamientos Nocturnos

Eran las 2 de la Mañana cuando el joven empezó a mirar a su alrededor, estaba definitivamente cansado y sentía pesado el cuerpo, sus ojos parecían gritarle que les cerrara pero el joven no lo lograba, miraba a los alrededores de su habitación buscando cualquier cosa en la que centrarse, ya que lo que no quería hacer era recordar, la cama se le hacía irónicamente grande tras años de que le faltara espacio y los sonidos que venían de los afueras eran cada vez más tenues, en la cama se encontraban las sábanas desordenadas y enredadas entre las piernas del mismo, podía notar la existencia del peluche que le rozaba las manos, un peluche del que no pudo armarse el valor para tirar, un peluche que él hubiera deseado que estuviera en el suelo antes de mirar en esa dirección. El chico analizó muros y el pañuelo que estaba tirado a un lado de la cama, barajaba posibilidades de cuánto tiempo había pasado desde la última vez que utilizó el pañuelo y despejó la mente por medio segundo al reírse de la idea.

Pensó que al fin podría dormir pero cuando se acomodó entre el desorden que solía llamar una cama se dio cuenta que sus ojos no querían cerrar. Frustrado ante la situación decidió quedarse así hasta caer dormido. Lo siguió intentando por lo que se sintió como al menos unas 3 horas, solo que para cuando el joven tomara su celular la realidad y los números le digan que han pasado con suerte 20 minutos. Se sintió abrumado y decidió levantarse, pensando que quizás podría descansar más tarde.

El ruido de algunos autos se podía escucharse a lo lejos, una tenue luz externa lograba entrar por la ventana y una televisión encendida con la pantalla principal de Netflix le permitió esquivar la ropa que había en el piso, se acercó a la ventana para observar el exterior, las calles estaban vacías y no se sentía más ruido que desde el interior, hacía algo de frío que estaba empezando a empañar la ventana, el joven entonces, abrió la misma y respiró un poco de ese aire fresco pero congelante, pero, se arrepintió rápidamente y no tardó mucho en sentir un escalofrío más, la pieza del pijama que le faltaba se encontraba tirada en el suelo y tras pensar que aún podía ser vestida se la colocó, ignorando por completo el resto de las prendas que pisaba descalzo, salió de la habitación para encontrarse la soledad de la sala de estar de su departamento, pensando en que le había dado un poco de hambre, intentó no mirar los papeles y lápices en la mesa, antes de irse a la cama había estado dibujando y escribiendo cosas de las que se arrepentía y estaba intentando olvidarlas, se acercó a una montaña de loza sin lavar y sacó un plato que no estaba "tan sucio", acto seguido lo colocó encima de una olla que estaba sobre una superficie de la cocina, abrió el refrigerador para encontrar entre las cosas podridas un poco de jamón y queso que aún estaban buenos, fue lo único que compró en la semana y con esto se acabaría, abrió una despensa en la que había una bolsa con fajitas las cuales serían su merienda.

Mientras el plato se calentaba en el microondas se acercó nuevamente a la ventana, esta vez del balcón, con la sola intención de mirar las estrellas, pensó en que una vez había leído o visto algo entre las líneas de "Sí alguna vez te sientes solo, mira las estrellas en el cielo, hay alguien en algún lugar que las ve contigo" tras estar mirando por un rato el cielo estrellado entre las nubes, su boca se movió y soltó una

frase que decía "no funciona" mientras una lágrima recorría su rostro, el sonido del microondas terminando le hizo levantarse y tomar el plato, se sentó en un sofá donde había tirado un abrigo, la última vez que lo utilizó fue cuando salió para ir a comprar y estaba ahí esperando la semana en la que el joven pensara en salir de nuevo y utilizarlo, ambos sabían muy dentro de sí, que ahí estaría por un tiempo más. El chico comió un poco de las fajitas, masticando con calma, no tuvo que comer demasiado para darse cuenta que no le llenaría, pero que a pesar de todo, había perdido el apetito. Fue una hora la que pasó cuando el chico terminó de comer, dejó el plato junto al abrigo y con las pocas fuerzas que tenía se volvió a tirar en cama, antes de conciliarse con el sueño, un mensaje llegó de improviso a su teléfono móvil, uno de los grupos en su Whatsapp había dejado de estar silenciado y alguien preguntaba por otra cosa, el chico cerró Whatsapp al darse cuenta que sus mensajes no habían sido vistos desde las 8:40 PM aproximadamente, el chico cambió de página y empezó a leer para intentar terminar de cansar la vista.

El tiempo pasó volando, pero el joven seguía leyendo lo que tenía en su teléfono, Pasó por páginas de información, intentó estudiar, leyó sobre una serie y pasó un rato leyendo cómics, lamentablemente toda la información que leyó no fue retenida en su cerebro, estaba pensando que con lo poco que había dormido faltaría al día siguiente y se sentía culpable por no cumplir sus obligaciones, dejó el teléfono a un lado sin cargar, pensando seriamente en dejarlo descargado para que nadie más le hablara, se acostó en la cama mirando la tenue luz del amanecer entre las cortinas, el departamento vacío que antes lo llenaba de vida, ahora estaba a punto de matarlo, fue entonces cuando sus ojos soltaron algunas lágrimas que aliviaron el dolor que sentía, no se veía, pero estaban rojos e irritados, hundió la cabeza en la tibia almohada, esperando olvidarlo todo y, no caer dormido, o caer muerto, finalmente, luego de una eternidad contada en minutos, el joven cerró los ojos definitivamente.

14. April 2020 04:34 0 Bericht Einbetten Follow einer Story
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Das Ende

Über den Autor

Giovanni DeLucchi Estudiante de Desarrollo de videojuegos con una imaginación que no le deja tranquilo, escritor desde que tiene memoria y creador desde mucho antes. Otaku, Gamer, Y todas esas otras cosas que lo hacen un inadaptado social.

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