—¡Hola!
—…..
—¡Hola!
—…..
—¿Hola?... ¿Hay alguien?
—…..
—Do you copy?... ¡Necesito ayuda!
—…..
—¿Acaso trabajas alguna vez, Jacky?
—…..
—¿Estás en cuarentena?... ¿O has muerto de coronavirus?
—…..
—¿Es eso? ¿Has muerto?
—…..
—¡Oh, cuánto lo siento!... Sólo estaba jodiendo contigo... Pensé que eras una perra que no quería hacer su trabajo... Si tan sólo lo hubiera sabido… Bueno… parece que todos están muriendo. Sólo quedamos José y yo.
—.....
—¿Qué qué José?... El que te la puso y se fue, jajaja.
—.....
—Mentira. Sólo bromeaba. José también ha muerto. Así que sólo soy yo y mi pc. Y Facebook e Instagram. Y Twitter. Y Youtube. Y Twitch y… A decir verdad, somos varios. Y creo que pronto me uniré a ellos. Dejaré esta existencia material, para vivir para siempre en el limbo del cyberespacio. Tal vez volvamos a vernos. O tal vez…
—¡Ey, idiota!
—¿Jacky? ¿eres tú?
—Claro, imbécil. La cuarentena ha terminado.
—¿Qué? ¿Lo dices en serio?
—Así es, loser.
—¡Gracias a Dios! ¡Estamos salvados!
—Eso parece, nerd.
—Oh… y cuéntame, ¿cómo fue que vencimos al virus?
—No lo hicimos. El coronavirus mutó en virus informático y se diseminó y replicó ampliamente por las redes sociales. Facebook, Instagram, Youtube y todas esas mierdas han muerto.
—¿Cómo dices?
—Lo que oyes, palurdo. La madre naturaleza venció.
—¡NOOOOOOOOOO!
—Si. Ahora podremos recuperar nuestras vidas.
—…..
—¿Bolonio?, ¿sigues ahí?
—…..
—¿Me copias?
—…..
—¿Acaso has muerto?
Vielen Dank für das Lesen!
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