Me dijiste que no me moriría sin vos, déjame decirte que te has equivocado.
En ese inequívoco momento de despedida, plagado por un incesante movimiento de las masas
Me dijiste adiós con la mano, y te fuiste.
Volviste a tus pagos, tu dulce hogar.
Dejándome con medio beso y una frase sin sazón.
Anda, vos no te vas a morir sin mi y yo no me voy a morir sin vos
Exclamaba dulcemente mientras su mano se entrelazaba con la mía.
Para que después la suelte
Abruptamente.
Ahora tomo el mate cocido con azufre
Y todas las mañanas desayuno un vaso de cerveza con media buscapina
A las 6 am te mando un mensaje con la esperanza de que me contestes
Sabiendo de tu tempranera naturaleza
De que te despiertas para ver el amanecer.
Así como lo vimos juntos
No paro de pensar en ese amor
O en el atardecer
Arde troya, como arde el sol en ese pueblito cerrado en el que vivís.
Yo soy un bicho de ciudad y me derrito al ver tu rostro
En una tierra donde pensar diferente es pecado
Y donde en semana santa se come pescado
Soy una cucaracha que se pega a la acera de las calles
Y escapa hacia un lugar donde pueda anidar
Y cada tanto le crecen alas, con las que puede volar...
Agonizando en el suelo de las calles
Habiendo sido pisoteada
Pienso que tenias razón.
Y que no te ibas a morir sin mi
Y yo tampoco me iba a morir sin vos
Matias Exequiel Perez Rubiño.
Vielen Dank für das Lesen!
Wir können Inkspired kostenlos behalten, indem wir unseren Besuchern Werbung anzeigen. Bitte unterstützen Sie uns, indem Sie den AdBlocker auf die Whitelist setzen oder deaktivieren.
Laden Sie danach die Website neu, um Inkspired weiterhin normal zu verwenden.