-No sé, hoy me siento diferente, siento un impulso, una voz, casi un grito que me pide que asesine a mi madre y a mi padrastro, me siento confundido, me siento desesperado, pero tengo que hacerlo; veo a mi Padre parado al lado de mi cama pidiendome que lo siga y decido hacerlo y en un abrir y cerrar de ojos estoy en la cocina escogiendo un cuchillo, el mas grande, el mas afilado.
HAZLO SIN PIEDAD!, me grita mi padre, sigo confundido, pero debo hacerle caso, es mi padre.
Siento como me hierve la sangre con cada paso que doy, pero cada paso, es una vocecita interna que me dice, debes hacerlo, debes hacerlo, debes hacerlo.
Cada vez me encuentro mas cerca del cuarto de ellos, mi papá ansioso me mira y me dice cuan orgulloso está de mi por cumplir sus ordenes, lo que no logro entender es como nadie se ha levantado con tanto ruido que el ha hecho.
Una vez afuera de su cuarto oigo mil voces con diferentes tonos (tonos que nunca habia escuchado) gritarme hazlo, hazlo y luego termina con tu dolor, entro decidido y como no hacerlo, si mi padre, que es mi ejemplo me lo está pidiendo? Como no hacerlo si todas las voces me lo piden a gritos?.
Una vez al lado de la cama miro a mi padre, quien cambió su apariencia orgullosa a una vengativa, sus ojos oscuros, su mirada reflejaba rabia y me da la orden final, me muestra en su cuello y señalando con un dedo que era lo siguiente y así lo hice.
Empecé a degollar lentamente a mi padrastro con una mano y con la otra le tape la boca, las voces me hablaban de manera tan euforica que como negar el placer que me produjo cortar cada centimetro de piel de mi padrastro, sentir su sangre fluir entre mis manos y por su cuerpo y como, además con el corte perdio toda capacidad de pedir ayuda. Mire sonriendo a mi padre quien me devolvio una sonrisa y un aplauso suave, para no despertar a mamá, quien seguía.
Esta vez papa se quedo callado, no me miraba, ni me respondia, cuando me acerque a mi madre fueron aumentando las voces que me suplicaban que empuñara el cuchillo de una vez por todas, que dejara la cobardia, que fuera hombre y cada vez mas duro y mas duro.
Me dolia la cabeza, sentia como la sangre fluia rapidamente por todo mi cuerpo y sentí tanto desespero que les grite LARGUENSE y mientras grité, grito mi mamá a quien le habia clavado el cuchillo en su corazon.
Rapidamente mire a mi papá quien me dijo, hijo, estoy orgulloso y todas las voces gritaban a cantáros la alegria que les produjo mis acciones, pero esto no fue todo, terminé internado en un hospital psiquiatrico a las afueras de mi pequeño pueblo donde quieren lavarme el cerebro diciendo que mi papá no pudo ordenarme nada ya que llevaba muerto 7 años.
Vielen Dank für das Lesen!
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