— Diga su nombre.
— Amber Jinks.
— ¿Sabe porque está aquí? – pregunta la abogada.
— Sí. – respondo.
— Ponga su mano derecha en la biblia – dice una abogada, obedezco y continúa: – Levante su mano izquierda, ¿Jura decir la verdad y nada más que la verdad?
— Lo juro…
Todos en el estrado parecen demasiado nerviosos, miro a todos y todos me miran, me dan ganas de sonreír al verlo ahí frente a mí, sino fuera por las boconas envidiosas nada de esto estaría pasando, me muerdo el labio intencionalmente, él me mira y se reacomoda en su asiento.
— Tome asiento – me ordena el juez, obedezco y sé que comenzaran las preguntas.
— Señorita Amber Jinks ¿Sabe porque está usted aquí? – pregunta el Juez.
— Si – mi voz apenas y se escucha.
— Responda en el micrófono – ordena.
— Si – repito cerca del micrófono.
— Abogada – dice el juez, la abogada camina con seguridad, tiene un porte que demanda muchísima confianza, su peinado y su vestimenta es algo demasiado elegante para una situación como esta, se dirige hacia mí. Idiota.
— ¿Cómo conoció al profesor Joseph Bennett? – pregunta sin rodeos.
— Es mi profesor de asignatura – respondo segura.
— ¿Solo es su profesor? – pregunta, su actitud me da gracia nada que ver con su porte. ¿Acaso es nueva?
— Si – respondo cerca del micrófono.
— ¡Miente! – grita una de las boconas envidiosas.
— Silencio – ordena el Juez.
— Puede describirnos ¿Cómo lo conoció? – pregunta la abogada.
Tomo aire – Bien, lo conocí cuando nos dio asignatura, él se presentó, nosotros nos presentamos…
— Sea más específica.
— Creo que es usted quien debería ser más específica.
— ¿Qué paso el 19 de Septiembre del 2018? – pregunta frustrada.
— Asistí a mi primera clase de mi último año en posgrado, había caras nuevas, algunas otras conocidas.
— ¿Ahí ya conocía al profesor? – pregunta.
— No, él nos impartía asignatura en la tercera hora, de 12:00 pm a 15:00 pm. – explico.
— Antes de ese día nunca se habían visto.
— ¿Es una pregunta? – digo, mi voz es desafiante.
— Si – responde la abogada.
— Pues haga que suene como una – dice el Juez regañándola.
— Perdón su señoría, reitero mi pregunta ¿Antes de ese día nunca se habían visto? – su voz es serena.
— No – respondo.
— Describa con totalidad lo que paso el día 19 de Septiembre del 2018, de ser posible sin omitir ningún detalle.
— Bien, ese día entrabamos a clases, nuestro primer día me levante temprano, desayune y fui directa a la universidad…
Vielen Dank für das Lesen!
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