Quinto elemento.
A veces siento que ya no tiene sentido escribir,
que ya todo fue dicho y todo fue realizado,
que mis ideas se acaban y las hojas quedan en blanco,
la máquina de escribir deja de teclear,
la vida deja de fluir.
Pero después recaigo en que este arte,
como todo arte, es infinito,
y si es infinito también es perfecto,
porque ambos conceptos escapan de nuestro conocimiento,
¿Acaso conoces algo infinito?
¿Acaso conoces algo perfecto?
No en este dialecto, no en esta vida de polos,
pero hay una joya que brilla entre las cenizas,
un final feliz dentro de una historia triste,
el arte, el quinto elemento.
Y lo gracioso es que no soy poeta,
ni siquiera escritor,
mucho menos un lector,
ni filósofo ni cocinero,
ni siquiera viajero.
¿Que soy entonces?
Aquí va la realidad, y es que soy,
solo un muchacho valiente,
que los huevos le llegan a los talones,
un diferente que piensa distinto,
que recae en la redundancia y la hipocresía,
que soy imperfecto como vos y tu vecino,
soy humano pero no demasiado humano,
soy sujeto pero no sujetado,
vivo la vida como si supiera,
y mi clave del éxito no es más que esa.
Tengo mis demonios con los que convivo,
pero de tanto vivir con ellos ya me hice amigo,
me tomo una cerveza con ellos y deliro,
me fumo un porro y juntos nos reímos,
a veces también invito a la parca,
y siento que cuando muera ella me despedirá,
con una abrazo fuerte y un beso letal,
y allí seguiré flotando entre ustedes,
seres vivientes, seres muertos en vida,
seré su mejor sueño y su peor pesadilla.
Vielen Dank für das Lesen!
es un poema bastante bueno me siento identificado, y para decir que no eres poeta la verdad te luciste
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