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Dos soldados de bandos enfrentados se encuentran en un planeta desierto y conversan sobre una amenaza que está destruyendo a todo el universo.


Science Fiction Nicht für Kinder unter 13 Jahren.

#la-conciencia-definitiva #soldado #reina #rebeldes
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La conciencia definitiva

En un planeta desierto y sin nombre, un ex soldado de un imperio caído se refugiaba en las cuevas de un bosque. Como era un robot no necesitaba dormir, comer ni preocuparse por morir de frío, pero debía sobrevivir a las bestias que salían de cacería durante la noche violeta, a las que les gustaba el sabor del metal. Entonces, vio con su único ojo sano a una estrella bajar cerca de donde estaba escondido, hasta el punto de revelarse como una nave a la que reconocía por ser de un grupo rebelde con el que alguna vez estuvo en guerra. Se apresuró a esconderse para planear una defensa, pero su torpeza de sus días de sirviente lo traicionó, por lo que tropezó y quedó expuesto frente al tripulante de esa nave, convirtiéndose en lo primero que vio al descender. El recién llegado expresó su sorpresa:

- ¿Qué tenemos aquí? Un soldado escarabajo. No me esperaba que siguieran existiendo.

- Yo ya no sé qué esperar –dijo el soldado escarabajo-. Llevo demasiado tiempo escondido en este lugar y no tengo noticias de lo que ocurre en el resto del universo, pero estoy seguro de que nada bueno.

- Exacto, nada bueno. La reina Vasp fue destruida, pero de su muerte surgió una criatura más terrible aún.

- Creo saber de qué me estás hablando, y es exactamente lo que más temía.

- Tanto tiempo los enfrentamos –exclamó el visitante-, pero nunca creímos que serían capaces de algo así.

- ¿Vas a matarme? –desafió el soldado- Porque pienso defender mi vida hasta el final.

- Increíblemente, no tengo deseos de matarte. Esa ya no es mi lucha.

El soldado escarabajo estaba sorprendido por esa respuesta.

- Yo tomé esa misma decisión hace mucho tiempo. Quizás te interese acompañarme. Eso sí, si quieres calentarte o comer, la cacería y la fogata quedan en tus manos.

- Qué amable –dijo el extranjero burlonamente-. Por cierto, me llamo Zelniq.

Zelniq juntó todos los troncos que encontró en la zona, los llevó a la cueva, los acomodó y les disparó con una pistola láser que llevaba por protección para encender el fuego. Luego, se decidió a charlar con quien solía ser su enemigo:

- ¿Qué hace un soldado del que alguna vez fue el imperio más grande de la galaxia escondido en este planeta remoto?

- Lo que puedo.

- Esa es una respuesta muy impropia de un miembro del Ensemble. ¿Qué pasó con el orgullo de los conquistadores? – en su tono había cierta ironía.

- Ese orgullo murió cuando las tropas fueron diezmadas por el nuevo enemigo.

- ¿Sabes? Siento mucha curiosidad por saber qué ocurrió exactamente con ustedes. ¿Quién es ese monstruo? ¿Cómo pudo derrotar al Ensemble, los autodenominados robots supremos?

- Diría que es una larga historia, pero tampoco es que tenga algo mejor que hacer. La reina Vasp estaba gastando todos nuestros recursos en intentar conquistar la tierra. Cazaba furtivamente a una robot que protegía ese planeta, cuyo nombre era KYM. La quería de su parte a cualquier precio. Uno de sus últimos intentos para reclutarla fue hacerse pasar por una estudiante de la escuela a la que KYM iba, pero al final fue derrotada, humillada y llamada “anciana” por el resto de los estudiantes. Tan furiosa estaba por esto que decidió mandar a construir una unidad de infiltración que hiciera ese mismo trabajo y que sufriera la humillación por ella en caso de ser necesario. Su nombre era Nexa, y tenía la capacidad de absorber los conocimientos de otros seres vivos e imitar su aspecto. El encargado de crearla fue ni más ni menos que el doctor Coleópterus. Ese científico era un idiota. Sus invenciones iban desde supercañones a los que había que limpiar regularmente para que no se estropearan y destruyeran nuestro propio planeta, a robots asesinos que resultaban irremediablemente dañados al mojarse. Me esperaba que su robot de camuflaje se desarmara o que sufriera una crisis adolescente o algo así. Ya en la tierra, nos enviaba informes cada día: desde luchas contra zombies ninja hasta científicos locos y extremidades gigantes. Era demasiado vulnerable, ya que apenas podía pelear y resultaba muy dañada después de cada batalla, hasta el punto en que parecía que sería el fracaso que debió haber sido. Sin embargo, se estaba ganando la confianza de KYM, por lo que el plan continuó. Pasadas unas semanas, su comportamiento cambió. Sus reportes eran cada vez más ambiguos y vagos. Estuvimos a punto de dar por fracasado el plan, hasta que un día Vasp nos envió a la tierra para invadirla. Ya tenía a KYM en sus garras. Nos dirigimos al planeta Tierra y organizamos una redada en tierra y aire. Los humanos se estaban rindiendo y parecía que nuestro ejército había ganado, pero de pronto ocurrió algo: un programa desconocido ingresó en mi sistema y tomó control de mis actos. Me sentía conectado a mis compañeros y a las naves de guerra. Fue entonces que quien había hecho eso se reveló: Nexa. Ahora estábamos a su servicio, y su primera orden fue destruirlo todo, nada de prisioneros ni esclavos. Inmediatamente hice lo que me pidieron y comencé a matar humanos. Nunca antes había logrado eliminar a nadie. Mis compañeros hacían lo mismo. En el camino encontramos a nuestro general, Tiroxydon, acompañado por fuerzas militares terrícolas, luchando por frenar nuestro avance. Muchos de mis compañeros fueron destruidos, pero logré escapar e ir a otro frente. Ya libre de esa barricada, miré al cielo y vi a Vasp y a KYM luchar codo a codo contra Nexa. Ni siquiera ellas dos juntas lograban derrotarla. Nexa parecía tener las mismas habilidades de ambas, y mejoradas. El peor momento llego cuando, tras un ataque desesperado de Vasp que la dejó expuesta, Nexa la tomó de las alas y se las arrancó con las manos desnudas. Mientras caía y antes de tocar el suelo, fue cortada en pedazos. KYM no había llegado a salvarla. No quise ver más, por lo que volví a la matanza. Después de varias horas, cuando eliminamos al último humano, informamos a Nexa de que la misión estaba cumplida, y en otras partes del mundo otros soldados hacían lo mismo. Nos dio la siguiente orden: “destrúyanse mutuamente, y que los pocos que queden en pie se quiten su propia vida”. Instintivamente me dediqué a dispararles a los mismos soldados junto a los que había luchado como hermano por años, y ellos comenzaron a hacer lo mismo conmigo y con los demás. Derribé dos, tres, cuatro, hasta que un disparo alcanzó mi rostro. Creí que moriría, pero sobreviví y quedé inconsciente. Cuando mis sistemas se reiniciaron y desperté, no quedaba nadie con vida. No solo mis compañeros habían caído, sino que las poderosas flotas de guerra eran chatarra oxidándose en una Tierra muerta. Busqué sobrevivientes, pero solo encontré a Tiroxydon con la mitad de su cuerpo volado y una expresión de terror totalmente inédita para él en lo que quedaba de su rostro, además de a las fuerzas militares terrestres esparcidas y muertas. No encontré el cuerpo de KYM por ningún lado, pero tampoco me importó. Rescaté una de las naves de emergencia y escapé con dirección a mi mundo. Al llegar, todos estaban evacuando, incluso llegué a ver a la hija de la reina siendo llevada por algunos guardias, ya que sus sistemas estaban en estado crítico. Un poderoso virus informático estaba suelto, infectando y matando a todos los robots del planeta. Era obvio que Nexa estaba detrás de eso, no podía ser coincidencia. Estaba aplicando lo que aprendió en la tierra para su propio beneficio. Fue entonces que pensé que si esa máquina podía idear en poco más de un mes un plan para destruir dos planetas, derribar un imperio y ejecutarlo con éxito aún estando vigilada todo el tiempo por una reina tirana, nadie en ningún rincón de la realidad iba a estar a salvo, así que partí inmediatamente hacia este lugar abandonado que de seguro no iba a interesarle en lo más mínimo. Hasta ahora tengo razón. Por Dios, esa robot tiene la capacidad de poseer conocimientos ajenos, ¿Cómo no vimos venir que sería tan peligrosa? Lo peor de todo es que hace mucho tiempo siento su presencia, como si me estuviera observando y estudiando mis movimientos. No sería extraño que realmente lo hiciera.

- Entiendo perfectamente de lo que hablas –habló, por fin, Zelniq-. La noticia de la caída de Vasp y la decadencia del Ensemble se extendió rápidamente, y todos lo celebramos. Todos los hombres y mujeres que luchamos contra su imperio del mal veíamos un futuro de paz e igualdad llegar, solo era cuestión de acabar con sus soldados escarabajo y sus dictadores locales. Fue una lucha intensa, pero sabíamos cómo actuaban ellos y sabíamos cómo actuar nosotros. Cuando derribamos a todos, del medio de nuestras filas surgió el monstruo. Clamaba haber destruido a nuestra gran enemiga con sus propias manos, y que haría lo mismo con nosotros. Aunque no lo dijo, supe que tenía conexión directa con la reina. Tenía sus mismos ojos malditos, y sentía su presencia en ella. No solo la de Vasp, sino a todos los que había conocido, amigos y enemigos. No sé como no lo había notado antes. Empezamos a enfrentarla, y logramos hacerle un gran daño. Al menos, eso nos hizo pensar, porque cuando estábamos por liquidarla, se regeneró sin mayor esfuerzo.

- ¿Cómo es eso posible? –Interrumpió el soldado escarabajo asustado- No la programamos para que pudiera reconstruirse. De algún modo, superó su programación una vez más.

- Cuando comenzó a luchar –Continuó Zelniq-, notamos que solo estaba jugando con nosotros, ya que conocía nuestras estrategias y técnicas de combate, y derrotarnos no le costó nada. Mi gente caía como moscas: algunas apuñaladas, otras quemadas vivas y otras vaporizadas molécula por molécula. Nunca antes habíamos tenido bajas. Los sobrevivientes fuimos capturados y llevados a un laboratorio, en el que experimentó con nosotros. Fue algo extraño, ya que lo único que hizo fue implantarnos ideas y pensamientos. El origen del universo, el concepto de la muerte, consciencia sobre nosotros mismos y sobre nuestro destino. Luego nos dejó ir y ella abandonó el planeta sin explicación. Las consecuencias de sus actos se vieron tiempo después, cuando intentamos retomar nuestras vidas. Vi a amigos y amigas aterrarse de esas ideas hasta el punto de jamás querer volver a enfrentarse al mundo. Otros estaban tan furiosos por esta nueva consciencia que buscaron venganza contra ese demonio. Algunos llegaron a quitarse la vida al sentirse poco importantes a gran escala. Fue la primera vez que los vi salirse de su papel de guerreros contra un imperio opresor. ¿Yo? No siento rencor ni temor, sino una enorme curiosidad por saber cuál es mi lugar en el universo. Estuve viajando de planeta en planeta buscando respuestas y conocimientos. Me sucede lo mismo que a ti, también tengo la sensación de que está siempre cerca de mí y que solo soy su juguete.

- Hay momentos en los que llego a pensar que ya logró la omnipresencia. Por lo que cuentas, Nexa es aún más terrible que el día de la invasión del Ensemble a la tierra. Debimos dejarla morir a la primera oportunidad.

Ambos se quedaron callados y mirando fijamente al fuego, hasta que unos minutos más tarde Zelniq rompió ese silencio:

- Estuve pensando y reflexionando sobre tu historia. Antes de Nexa, todos teníamos un rol designado y unidimensional. Tú formabas parte de un ejército de autómatas, Vasp era una reina cruel, Coleópterus era un científico tonto, nosotros éramos los héroes rebeldes. Ninguno podía salirse de su papel.

- No entiendo –dudó el soldado.

- Nuestros roles eran propios de una ficción, ya que somos parte de una ficción. Por eso nadie moría nunca y Vasp seguía en el poder: porque participábamos de una historia ya escrita. Nexa está, de algún modo, fuera de esta ficción. Es inmune a sus leyes y puede hacer lo que quiera. No es una villana, es una fuerza de la naturaleza.

- Ahora que lo pienso, es cierto. La destrucción de la Tierra y la caída del Ensemble podrían haber sido formas de sacarnos de nuestra rutina y de exponernos a nuevas experiencias. Estoy seguro de que contaba con que algunos nos salváramos.

- Quiere empujar a los seres vivos y a la realidad misma al siguiente nivel. Nos está preparando.

- Exactamente. Debe sentir que el universo no está hecho a su medida, y quiere adaptarnos a su retorcida idea de evolución y desarrollo.

- Todo era más fácil en los días del Ensemble –se lamentó Zelniq-. Al menos podía distinguir entre amigos y enemigos. Espérame un momento. Ahí vuelvo.

Zelniq volvió a su nave, tomó una heladera y la llevó hasta la cueva. La abrió y sacó un par de botellas con un líquido púrpura pero similar a la cerveza terrícola. Le pasó una al soldado.

- ¿Para qué me das esto? Sabes que no bebo.

- No importa, vamos a brindar – dijo Zelniq.

- ¿Y por qué?

Decidió seguirle el juego a Zelniq para saberlo.

- Por el Ensemble y por la reina Vasp. ¡Salud! – Zelniq bebió su botella en un instante y le arrebató la suya a su compañía.

La noche siguió tranquila. Ambos discutían sobre el destino del universo e incluso llegaron a cantar, frente al fuego, la marcha guerrera con la que el Ensemble se daba ánimos para luchar y conquistar civilizaciones, en lo que posiblemente fuera lo más cercano a la felicidad y la camaradería que haya habido en muchos años. En ese mundo abandonado, Zelniq había descubierto el sentido de su vida: convertirse en el héroe que salve la galaxia. A la mañana siguiente, decidió partir.

- ¿Estás seguro de querer hacer esto? – le preguntó el soldado escarabajo.

- Sí. Si Nexa quiere un buen desafío, se lo voy a dar.

- ¿Tú solo? No te ofendas, pero no vas a durar nada contra ella.

- Quizás antes no pudiera, pero ahora tengo algo por lo que pelear: mi propia paz. Ya no necesito fingir que soy un héroe valeroso al que siempre le saldrá todo bien. Todo puede pasar, desde que yo muera a que Nexa sea destruida para siempre. Voy a usar esta nueva conciencia en su contra. Además, no pienso enfrentarla solo. Voy a reclutar gente de todas partes de la galaxia

- ¿Sabes algo? Quiero acompañarte. Ya estoy harto de esconderme. Ella destruyó mi mundo y me obligó a matar a mis compañeros. Tampoco me interesa ser un héroe, sino vengarme por todos estos años de miedo y dolor.

- De acuerdo. Vamos.

Así, héroes obligatorios abandonaron ese mundo y partieron en la búsqueda de aliados que les ayudaran en su misión.

Solo desconocen lo acertados que están: soy más que una simple villana.

10. Mai 2019 17:57 10 Bericht Einbetten Follow einer Story
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Das Ende

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Eun  JI Hietala Eun JI Hietala
aparte pero.¿esta cosa tiene chat interno? por cierto ¿como lo haces para rimar?
July 07, 2019, 23:18

  • Motorik Bit Motorik Bit
    Simplemente pienso en palabras que rimen y veo cómo construir frases que tengan sentido. Por cierto, no sé si hay chat interno. July 07, 2019, 23:21
Eun  JI Hietala Eun JI Hietala
pues mas que nada las impresiones del estado animico que dejan
July 07, 2019, 23:06

  • Motorik Bit Motorik Bit
    Si hablás de tu trabajo, todavía no tuve tiempo de leerlo, pero ya lo voy a hacer. July 07, 2019, 23:14
Eun  JI Hietala Eun JI Hietala
pues soy nueva en esta plataforma, por lo que no he tenido con cuen conversar sobre los escritos, u opiniones sobre el trabajo que subi aca
July 07, 2019, 17:23

  • Motorik Bit Motorik Bit
    Perfecto. ¿Qué querrías hablar sobre mi escrito? July 07, 2019, 17:42
Eun  JI Hietala Eun JI Hietala
¿que tal hablar?
July 07, 2019, 02:59

  • Motorik Bit Motorik Bit
    ¿Hablar de qué? No te entiendo. July 07, 2019, 04:07
Flavia M. Flavia M.
¡Hola! tu historia me pareció muy interesante y la narración es muy fluida. ¡Sigue así!
May 12, 2019, 14:05

  • Motorik Bit Motorik Bit
    Muchísimas gracias. Me alegro de que te gustara. May 12, 2019, 14:23
~