El amor; una palabra pequeña, solo cuatro escasas y diminutas letras, palabra que a marcado la vida de millones de personas, palabra a la que se le han atribuido infinidad de significados, cada uno desde lo más profundo que ha podido experimentado cada ser en esta tierra, una palabra que emana y sucumbe a todo aquel que la experimenta, palabra con la que se ha podido definir lo más bello, palabra tan peligrosa y placentera a la vez, una palabra que rompe barreras, creencias, estereotipos, géneros, edades, una palabra creada para nombrar el más maravilloso de de los sentimientos descubiertos por el ser humano.
El amor se experimenta de mil formas, se puede amar a sí mismo, a tu familia, amigos, pareja, mascotas, cosas materiales, naturaleza etc. Pero muchos comenten el error de creer que amar es poseer, dominar, depender, manipular y podría seguir con un millón de conceptos equívocos. El amor sin embargo es alquimia, es la esencia y espíritu sin cambiar absolutamente nada, amar es paciencia y para amar se debe ser grande de alma y espíritu.
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