Año 1989
Marley iba caminando por los pasillos del instituto. El instituto Wood Hight era el único centro en el pequeño pueblo en el que vivía desde que nació. Se caracterizaba por su imponente fachada que recordaba al estilo barroco, tenía unas enormes ventanas en los tres pisos del edificio y un sótano bastante aterrador. Parecía antiguo, pero tenía todo lo necesario para un instituto; desde sala de informática hasta laboratorios. A Marley, la parte que más le gustaba era la biblioteca. Era muy grande, con varias estanterías a rebosar de libros de todos los tipos y colores. Era una buena guarida para ella.
Cada día tenía que soportar burlas de todo el mundo pero estaba acostumbrada. El silencio reinaba en el pasillo que comunicaba la biblioteca con las clases. Ella andaba rápida apretando sus libros contra su pecho. Quería ir a casa cuando antes para estudiar, no quería suspender el examen de Geografía del lunes. Para ella sus notas eran muy importantes. No le gustaba haberse quedado hasta tan tarde estudiando, pero se le fue el santo al cielo y cuando se quiso dar cuenta eran más de las nueve y media de la noche. Estaba deseando llegar a casa para bañarse y dormir, estaba muy cansada, había tenido un día de mierda.
La noche estaba nublada y un ligero pero frío viento corría por los pasillos haciendo que Marley se estremeciera. La sangre le latía en sus oídos y su corazón palpitaba rápidamente mientras caminaba a paso ligero hacia la salida. Le pasaba siempre que caminaba sola en cualquier lugar, siempre estaba alerta a todo ruido o sonido que advirtiera peligro. Como estaba pasando ahora mismo. Un ruido la alertó. Fue como de un metal golpeando otro metal, pero no estaba muy segura. Aceleró el paso, con sus latidos aumentados por segundos, quería salir de allí lo antes posible. Pero no lo hizo.
De repente, una mano en su hombro la hizo sobresaltarse. Se giró y en sus ojos se podía ver el pánico.
El sujeto levantó su arma. Solo se escuchó su grito.
— ¡Ahhhh!
En el exterior, los pájaros echaron a volar asustados por el grito tan aterrador, y las ramas de los árboles se movieron por un fuerte viento. De vuelta a los pasillos del Wood Hight, concretamente el que hacía de esquina con la cafetería, se encontraba un cuerpo inerte en el suelo. Un gran charco rojo lo rodeaba y un cuchillo con su gran hoja afilada manchada fue guardado en un pantalón oscuro. Marley fue arrastrada por las axilas por todo el suelo dejando un rastro de sangre a su paso. Su agresor abrió la puerta del laboratorio de Biología. Todo se encontraba en silencio y a oscuras. No encendió la luz. Siguió arrastrando el cuerpo sin vida de la chica hasta un pequeño cuartillo dónde guardaban un esqueleto humano y utensilios de laboratorio.
A la mañana siguiente se escuchó otro grito. Habían descubierto el cuerpo.
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