justv Justina Viccenzo

Elma era solo una chica rara, apenas tenía amigos y cuentan que era bastante antipática ¿Cómo se conocieron ella y la chica más popular del instituto? Petra era la presidenta del consejo estudiantil, era hermosa y caritativa, todos la amaban ¿Cómo fue que terminó muerta? No existen las chicas buenas, solo las buenas mentirosas.


Jugendliteratur Nicht für Kinder unter 13 Jahren.

#romance #misterio #lgbt #rebeldía #wlw
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1: Cosas que desearía no haber visto.


 Todos tenemos un momento diminuto en la vida que nos cambia para siempre. Que recordamos años después y pensamos que allí nos gustaría regresar con un DeLorean/maquina del tiempo.

 Mi momento fue una noche fresca de octubre en la que mis padres decidieron salir a su restaurante mexicano favorito en la ciudad. Yo también hubiese ido, amo ese lugar, pero esa misma mañana había salido sin chaqueta y estaba muy resfriada.

 "Recuerda sacar la basura antes de ir a dormir, no queremos que la cocina apeste" me ordenaron por milésima vez antes de cerrar la puerta al salir.   

 Esa misma noche Cinemax decidió pasar una maratón de las películas Viernes 13, o como la mayoría las conoce "las de Jason". No pude contenerme y me quedé aplastada en el sillón hora tras hora.

 "Mierda" maldije en voz alta al escuchar que el camión de la basura estaba pasando. Mis ojos se dispararon al reloj detrás mío, en la cocina, daba las 12 y tres minutos. Salté el respaldo y mis medias se resbalaron en la madera encerada mientras echaba carrera hacia el cesto. Tomé la bolsa y me arrojé por la puerta de la cocina, a través del patio trasero y abrí la cerca. Logré encestar la bolsa como si de una pelota de basquet se tratara justo a tiempo.

 Observé con alivio como el camión llegaba a mi contenedor y lo vaciaba. Me apoyé en la cerca respirando agitada, los ejercicios extremos y el resfrío no combinaban para nada.

 Pasaron unos minutos y quedé sola en medio del agudo silencio de la noche suburbana. Mi aliento formaba vahos que se mezclaban con la niebla que inundaba aquella callejuela. Abracé mi cuerpo y me dispuse a entrar pero me detuvo en seco la imagen más extraña. 

 Mi vecina estaba saliendo por su ventana en el primer piso al tejado debajo. Vestía un vestido cortísimo y ajustado con transparencias, cargaba en la mano unos tacos aguja rojos, su cabello miel caía en sensuales ondas sobre sus hombros.

 Boquiabierta y paralizada me quedé viendo como caminaba en equilibrio perfecto por el ángulo del tejado hasta llegar al borde y descendía con la habilidad de un gato, asiéndose del tubo de desagüe y finalmente del marco de una ventana. Desapareció debido a que la cerca de su casa me bloqueaba la vista, surgió a los segundos, abriendo la puerta con naturalidad. Su actitud despreocupada se desvaneció apenas me notó parada allí. 

 Nos miramos durante una eternidad envueltas en un velo de desconfianza. Finalmente ella sonrió mostrando sus dientes blancos.

 "Elma, buenas noches."

 Estaba tan anonadada que apenas asentí, todavía con la boca abierta. 

 "Un segundo" sacudí la cabeza regresando a la realidad "¿sabes mi nombre?"

 "Por supuesto" dijo en una risilla encantadora "Soy la presidenta del consejo estudiantil, es mi deber conocer a todos los estudiantes. Y somos vecinas desde niñas" agregó guiñándome el ojo delineado con oscuro filo.

 "Tiene sentido." Me balanceé incomoda sobre los talones. Ella parecía sacada de un comercial de perfumes y yo vestía una sudadera rotosa de mi banda de rock favorita y shorts.

 El sonido de un motor me llegó desde la calle principal a lo lejos. Un motociclista con el casco cubriéndole el rostro estacionó y giro la cabeza en nuestra dirección.

 "Te agradecería que te guardaras lo que acabas de ver" me pidió al tiempo que se calzaba los tacones.

 "Lo que sea que estés haciendo no es asunto mío" levanté las palmas "En lo que a mí concierne, eres la niña buena de siempre."

 "Eso sí que lo soy, por lo menos hasta que me atrapen." Sonrió con picardía y se fue corriendo hasta el motociclista, que le entregó una chaqueta de cuero. 

 Ella se abrazó a él y se perdieron en la noche.

 ~

 *Estática*

 Voz masculina: *Carraspeo*

 —Martes del cuatro de julio del corriente año. Son las 3:56 de la madrugada. Detective a cargo: Joseph Dewar, el que habla. El sujeto es una mujer joven, en la adolescencia. Cabello castaño, corto; caucásica, y de contextura delgada; ojos también marrones. Viste una remera negra con estampado de Freddy Krueger, jeans con huecos en las rodillas y zapatillas Vans blancas. Se destaca el estado de la joven, manchada de tierra y ceniza de pies a cabeza, también se aprecian abundantes hematomas y raspones en los brazos y rodillas, lo más llamativo es la presencia de manchas de sangre tanto en la ropa como el rostro y las manos. Análisis de si es propia o ajena: pendiente.    

 *Estática, sonido de puerta abrirse y cerrarse, pasos, chirrido de una silla*

 —Hola, soy el detective Dewar. Te voy a hacer un par de preguntas y necesito respuestas en voz alta ¿quedó claro?

 *Silencio*

 —Necesito que lo digas en voz alta.

 Voz femenina: —Si, entendí.

 —Bien. Dime tu nombre y edad.

 —Me llamo Elma Armide, tengo 17 años.

 —¿En donde estudias?

 —Ya me gradué de la preparatoria McKinley, iré a UCLA el próximo semestre.

 —Cuéntame Elma ¿Conocías a Petra Webber?

 —¿Quien no? Es la chica más popular de toda la escuela, del condado. Presidenta del consejo estudiantil y del grupo de celibato, cuadro de honor, y reina de la graduación. Claro que la conozco.

 —Interesante ¿Y que hay de ti, quien dirías que eres en tu escuela?

 E.A: *Resoplo*

 —Pues nada... colaboré en el grupo de audiovisuales y mis notas no están mal.

 —Y aún así, tengo entendido que tu y Petra eran grandes amigas. Cuéntame un poco de eso.

 *Estática, dedos tamborileando sobre metal* 

  —Ah... ahora no quieres hablar. Bueno, cambiemos de tema, no hay problema. Por lo que veo te gustan las películas de terror.

 —Si.

 —Me imagino. Tienen su encanto, las persecuciones en la oscuridad, toda esa sangre y gritos exagerados... la rubia tonta que muere en los primeros minutos.

 *Estática*

 —¿Fue por eso que la mataste?

 —¿Qué? ¡No!

 —Vamos puedes ser honesta conmigo, ya terminó todo. Los créditos están rodando. Solo quiero saber por qué ¿Fueron celos, te gustaba su novio, la odiabas, la amabas?

 —¡Ninguna de esas cosas es cierta! ¡Usted piensa que sabe quien era Petra, pero no tiene idea! ¡Ninguno la tenía!

 *Golpe en metal*

 —¡Aha! ¡Entonces lo confiesas! ¡Tú la asesinaste!... ¿Que hiciste con Petra Webber?

 *Estática*

 —Quiero un abogado. 

31. Oktober 2018 16:10 0 Bericht Einbetten Follow einer Story
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