Demon (efímero) -

Prólogo

Me encontraba corriendo por un bosque, sentía que algo o alguien me seguía, así que seguí corriendo sin mirar atrás, ya que el miedo me impedía hacerlo.

No sé cuanto tiempo llevaría corriendo, no se si horas o minutos, pero parecía más bien lo primero. Estaba comenzando a cansarme y el bosque parecía no terminarse, todo cada vez se volvía más oscuro y no se veía ninguna luz cerca. Me estaba quedando sin energía para continuar, mis movimientos se volvían cada vez más torpes, trastabillé con una piedra y caí al suelo con un fuerte dolor en el tobillo. Intente levantarme pero volví a caer. Esto hizo que me pusiera más nerviosa, ya que escuchaba los pasos cada vez más cerca, en seguida lo que o el que me perseguía llegaría a mi lado y no podría huir.

Desperté exaltada. Una leve capa de sudor frío cubría mi cuerpo, pero me recordaba que tan solo era un sueño. Aunque parecía tan real...

Sabía que en algún momento de mi vida había estado en ese bosque. Reconocía esos enormes árboles, que se elevaban hasta el cielo tapando la luz de la luna.

Me tomó unos poco minutos tranquilizarme, pero al hacerlo recordé que dentro de unas horas volvería a Obliviontown, la pequeña ciudad al norte de California donde nací y crecí.

El hecho de mi vuelta a la ciudad junto a mi padre, me ponía realmente mal.

Cuando mi padre llego a casa de trabajar me dio la noticia. Habían encontrado una parte del cuerpo de mi madre.

Tras cuatro años desaparecida, no sabía que pensar. Por una parte quería que estuviera viva, en algún lugar, que se hubiera marchado por las discusiones que tenía con papá y que volvería a casa tarde o temprano, pero por otra mis esperanzas se habían agotado. Tanto tiempo sin saber nada de ella, me daba que pensar y no nada bueno...

Mi padre perdió las esperanzas antes, tras un año de su desaparición quiso rehacer nuestras vidas en Sacramento. Intentando sobrellevar lo sucedido en un sitio lejos de casa.