Crystal. Una histotia sensorial Follow einer Story

Suena el teléfono móvil. Una chica joven, delgada, con una indumentaria punk y su flequillo teñido de rosa, se acerca al teléfono aclarándose la voz y descuelga el teléfono:
- ¿Dígame?
- Hola buenas -responde una mujer con un tono dubitativo y preocupado-. ¿Estoy llamando al Crystal, equipo de "limpiezas específicas" del hogar?
- ¿Quien pregunta? -responde la joven haciendo hacia su derecha el típico gesto inaudito reclamando bolígrafo y papel mientras abre ligeramente los ojos.
-Disculpa mis modales hija, me llamo Paquita, mira, te llamo por que, ¿Entonces es usted no? Ya sabe, las limpiezas y eso, que a esta edad no me aclaro con estas teclas.
- Si, si, no se equivoca, soy Alice, miembro del equipo, dígame que le puedo ayudar -interrumpe la joven mirando hacia el cielo pidiendo paciencia.
-Pues mira hija, me gustaría contar con ustedes, tenemos un problema en casa... Ay mi niño... -suspira Paquita.
-¿La limpieza es un niño o el hogar en si? -pregunta Alice mientras toma nota bastante concentrada.
-Bueno, no sé, eso ya lo sabrán ustedes. Digo yo eh, yo es que no se mucho de estas

cosas -murmura Paquita angustiada.-No se preocupe; una vez allí e identifiquemos el problema, le comento el precio y los servicios. ¿Donde está ubicada? Por su acento y el prefijo desde el que llama. ¿Está usted en el sur?-Sí. Le llamo desde La Rinconada, es un pueblo pequeño de Sevilla, pero es muy bonito de verdad -recalca la anciana orgullosa de su tierra.-Perfecto, pues deme la direc... -pronuncia Alice antes de ser interrumpida por un proyectil en su cabeza-. Serás cabrón, ¡¿Me has tirado un boli!?, ¡¿No ves que estoy trabajando!? -grita Alice en dirección contraria al audífono del móvil.- ¿No querías un bolígrafo? -responde una voz infantil y burlona.Se aprecian dos risas de fondo.- ¿Por donde íbamos? -dice Alice retomando la conversación queriendo obviar lo ocurrido.- ¿Tienes niños? Bueno, hay que tener paciencia con ellos, suelen tener edades difíciles... Los míos ya son mayores, pero aún los recuerdo cuando eran unos bebés -dijo Paquita con un tono exageradamente triste.- No. No son míos, pero si son críos ¡Bastante críos! -recriminó Alice mirando hacia ellos. En fin, deme sus datos y mañana mismo partimos hacia la dirección que me facilite.-Bueno. Muchas gracias hija, viaja con cuidado eh. Llámame cuando llegues y paciencia con los pequeños, un beso niña, gracias por todo.Alice está acabando de tomar los datos de la señora. Una vez acaba cuelga el teléfono, deja el bolígrafo con firmeza en la mesa y dice con una mirada decidida a sus dos compañeros:- ¡Críos! Tenemos trabajo. -sentencia Alice con tono burlón.