Mi otro abuelo tenía una cadena de oro que enseñaba orgulloso sobre su pecho peludo debajo de una camisa abrochada solo en la parte inferior. Camiseta blanca de tirantes con manchas, barriga y nariz de alcohólico, cientos de lunares de todo tipo y tamaño le recorrían todo el cuerpo. Olía a tabaco, vino tinto barato y "passata di pomodoro". Me dijeron que tenía una pistola, pero yo no la vi nunca. Me dijeron que la tenía para protegerse de los mafiosos que lo querían extorsionar. Pero quizás la usaba para otros fines. Tenía una tienda de caza y pesca y en la trastienda algo parecido a un taller de carpintería. No sé si se ganaba la vida con esos negocios o con otra cosa, pero recuerdo el olor a serrín y a madera recién cortada. Nunca llamaba a mi abuela por su nombre. Se dirigía a ella con expresiones como “aei” y “ou”. Nunca era cariñoso conmigo ni con nadie. Supongo que con sus hijos lo había sido aún menos que ahora con sus nietos. No sé si sigue vivo. Hace tiempo que ya no sé nada de él.
Vielen Dank für das Lesen!
Wir können Inkspired kostenlos behalten, indem wir unseren Besuchern Werbung anzeigen. Bitte unterstützen Sie uns, indem Sie den AdBlocker auf die Whitelist setzen oder deaktivieren.
Laden Sie danach die Website neu, um Inkspired weiterhin normal zu verwenden.