Es sábado y Son las 6:30 de la mañana y Juan salia de trabajar del su Pub muy cansado pero a la vez entusiasmado, por que dentro de unas horas se va a ir con SUS amigos a una C11511 en la montaña el fin de sanan. Mientras se dirige a su casa piensa en todo lo que tiene que hacer antes de las 4:00 de la tarde. Que es la hora que ha quedado con sus amigos para irse.
Juan por fin esta en casa y se dispone a hacer el equipaje pero esta tan cansado que cae en la cama y se queda dormido Juan se despierta y mira su reloj, son las 3:00. Tarda en reaccionar ya que sigue medio dormido. De repente da un brinco y se pone de pie, coge la bolsa de viaje y empieza a meter el equipaje: camisetas. Pantalones, calzoncillos, calcetines y la bolsa de aseo; pasta de dientes, cepillo, jabón...
Ya tiene todo preparado, vuelve a mirar su reloj; las 3:45, le queda un cuarto de hora, coge sus cosas y sale de su casa, se asegura de que cierra bien la puerta y sale corriendo todo lo rápido que puede, esta a mitad de camino y mira la hora; las 4:05, llega tarde.
Posiblemente se hallan ido sin el piensa. Por fin ve a lo lejos 4 figuras que distingue muy bien son sus amigos, que han esperado, con lo que le queda de fuerza pega el ultimo sprint y en un momento llega a su altura, cansado del esfuerzo suelta las bolsas de golpe y cae de rodillas. Sara, la más guapa pero a la vez la más pija y tonta del grupo dice:
- llegas tarde, si por mi fuera te habríamos dejado aquí Juan esta tan exhausto que no es capaz de pronunciar una palabra para explicarse, pero Manuel el más alto y comprensible del grupo, le ayuda cogiéndole las bolsas de Juan y metiéndolas en el maletero del coche y a la vez defendiéndole:
- vamos Sara dale un respiro sabes como todos nosotros que sale de trabajar a las 6:30 del Pub, no todos nos tiramos todo el día en la cama sin hacer nada viviendo de nuestros padres.
José y Maika los dos tortolitos del grupo ayudan a levantarse a Juan mientras en sus labios mostraban una ligera sonrisilla causada por la defensa de Manuel. Sara se da cuenta, enfadada y humillada se mete en el coche sin decir una sola palabra.
- ¿Qué te ha pasado? Preguntó José a Juan –
- Que cuando llegue a casa me quede dormido en la cama antes de preparar las cosas- contesto Juan - lo siento
- No pasa nada -contesto Maika- a todos nos puede pasar cuando estamos cansados
- Venga sube al coche y duerme que nos espera un largo camino –comento-Manu- . Juan. Maika y José se metieron en el coche, Manu se puso al volante. Introdujo la llave en la ranura y le dio media vuelta, el motor encendió, todos se pusieron los cinturones y Manu dijo con entusiasmo:
- ¡en marcha. próxima parada la casa de la montaña!
- ¡siiiiii! -Contestaron todos los demás con alegría excepto Sara que continuaba cabreada por el comentario de Manu- Llegaron al lugar, era de noche el sitio era muy bonito, estaba rodeado de césped un césped verde claro y suave que daban ganas de tumbarse en el y no levantarse en horas, de árboles muy altos que casi no dejaban ver el cielo, un acantilado, que podía pasar por un mirador por qua tenia unas mesitas y se podía ver la ciudad desde el acantilado, a parte de todo lo que le rodeaba la ciudad; la playa de san Ángelo. Donde todos los veranos se iban a bañar a todas horas, las montañas y por supuesto el río que se podía ver claramente como desembocaba en el mar, exactamente en la playa.
La casa estaba en mitad del césped, era de madera por fuera pero por dentro tenia la apariencia de una casa antigua aunque la habían echo hace poco. Los chicos entraron en la casa con sus respectivos equipajes. Juan se disponía ha entrar pero se detuvo y miro hacia los árboles. Por que le pareció ver una sombra, se fijo un poco mas y distinguió dos luces brillantes en la oscuridad.
- Entras o no -pregunto Manu Al ver que no entraba su amigo-
- Si. voy. es que me pareció ver algo en entre los árboles -respondió-
- Es de noche. las ramas de los árboles pueden formar figuras. serán imaginaciones tuyas, 'respondió Manu-
- Si. puede ser. Bueno voy a instalarme -concluyo Juan- Los chicos estaban en el salón; Maika y José estaban juntos en el sofá grande, Manu estaba sentado delante del fuego de la chimenea preocupándose por que no se apagara.
Juan leyendo un libro que encontró en una estantería, se titulaba la luna y el lobo.
Trataba sobre como una manada de lobos cuidaba a sus cachorros y en los días de luna llena el jefe de la manada se iba para luchar contra el jefe de otra manada.
- Me parece absurdo que estés leyendo, los libros no sirven para nada -dijo Sara a Juan-
- Bueno. Yo por lo menos se leer -contesto Juan que la tenia ganas por lo de la ultima vez Ninguno pudo aguantarse la risa, y Sara después de lanzarle una mirada de odio a Juan se fue cabreada a su habitación.
- Se nota que le tenias ganas a Sara -dijo José con una sonrisa en los labios
- Tanto se me ha notaba -le contesto Juan Todos empezaron a reír como si no hubiera un mañana. Ya era tarde y los Chicos empezaban a bostezar, sobre todo Juan. Ya que aun no habla dormido bien
- Bueno chicos yo no se vosotros pero yo me voy a acostar -dijo Juan con cara de cansancio- Si, será lo mejor -dijo Maika- José y Manu asintieron con la cabeza y acto seguido se fueron todos a sus respectivas habitaciones. Juan se acostó en la cama y se quedo dormido en seguida pero no sin antes recordar lo que vio antes de entrar en la casa, ya que le pareció un tanto extraño.
Una luz brillante alumbraba toda la habitación. Juan abrió los ojos sobresaltado, era el sol, la noche anterior se le olvido bajar la persiana. Miro su reloj, eran las 10:00 de la mañana. No sabia si habría alguien en el salón, pero no quería seguir mas tiempo tumbado en la cama, a si que se levanto se vistió, entro al baño a arreglarse un poco y bajo al salón, se encontró con Manu sentado en el sofá grande escuchando música a trabes de los cascos. Cuando Este le vio, se quito los cascos y dijo:
- ¿No puedes dormir?
- Se me olvido bajar la persiana anoche y me despertó la luz -dijo Juan aun medio dormido- ¿y tú? -Le pregunto a Manu que le extrañaba que estuviera tan temprano levantado ya que el duerme hasta muy tarde-
- No podía dormir, José y Maika estuvieron haciendo de las suyas toda la noche -contesto Manu. y es que su habitación estaba pegada a la de ellos
- Buf que mal rollo, si yo hubiera sido tu les habría dado un susto para que se callaran. le sugirió Juan
- Si bueno, pero no soy como Sara -respondió Manu-
- Los dos se rieron. Estuvieron hablando hasta que llegaron por fin José y Maika.
Visiblemente contentos después de su fiesta personal de la noche. Manu se levanto y les dejo sentarse en el sillón grande y el se fue al que estaba al lado de Juan, acto seguida entro Sara en el salón.
El día lo pasaron jugando a las cartas, dando una vuelta por un sendero que había por allí y por la tarde en las mesitas que había en el mirador. Eran las 8:30 de la tarde y ya había oscurecido. Juan decidió dejar a los demás e ir a darse una ducha.
Mientras se aclaraba el pelo le pareció oír un ruido, cerro la llave del agua y escucho un rato, se dio cuenta de que eran los chicos que habían entrado en casa y siguió con lo suyo, pero acto seguido lo volvió a oír, era como un aullido que provenía del bosque, miro por la ventana que había en la ducha, ahí estaba otra vez, la sombra y esas dos pequeñas luces brillante. Se fijó mejor y vio a una especie de lobo que le miraba fijamente. Juan cerró la ventana y termino de ducharse. Cuando volvió al salón dijo en voz alta:
- Manu. te acuerdas lo que me pareció ver ayer mundo llegamos
- - Si -contesto Manu-
- Pues lo he vuelto a ver y parece un lobo que nos vigila: Todos se quedaron callados sin saber que decir. Sara fue la primera en responder: Vale ya. creo que ya he recibido bastante castigo como para que sigáis riéndoos de mi no os parece
- Creo que tiene razón -dijo Maika
- No es ninguna broma lo he visto -afirmo Juan-
- Ayer te dije que los árboles en la noche juegan malas pasadas -dijo Manu, no Será nada a si que tranquilízate tío
- Anda baja a la bodega y tráete vino, que se ha acabado -le mando José a Juan- y a si te tranquilizas Juan le hizo caso y bajo. Estaba oscuro. Encendió la luz, pero era muy tenue, aun así se veía lo bastante como para no golpearse con nada, estuvo buscando la botella que bebían ellos, pero algo le hizo quedarse petrificado, escucho como unos gemidos de bebe. No puede ser, son imaginaciones mías pensó, se paro a escuchar unos segundos...
nada no se oía nada, se relajo y cogió la botella, de pronto lo volvió a escuchar, esta vez un poquito mas fuerte, provenía del fondo de la bodega, estaba asustado pero se armo de valor y fue a investigar lo que era, fue despacio por que fuera lo que fuera no quería que se percatara de su presencia ya que si era un animal podría atacarle. Empezó a distinguir unas sombras al fondo de la bodega, eran cuatro pequeñas sombras que estaban como en una especie de cama hecha de pequeñas ramas. Se siguió acercando, ya no tenía miedo, lo que tenia era curiosidad. Por fin llego a su altura y se quedo asombrado y petrificado por lo que vio y no solo por lo que vio si no por que de repente comprendió todo lo que había visto estos días. Subió corriendo al salón con la botella de vino en la mano.
- Chicos tenéis que bajar a la bodega y ver lo que acabo de ver yo -dijo Juan con una cara de seriedad que todos le hicieron caso y bajaron Cuando llegaron todos y vieron lo que había se quedaron sorprendidos, eran cuatro cachorritos de lobo
- Veis os lo dije, yo tenia rozón -dijo Juan-
- Si son cachorros de lobo pero eso no significa que haya un lobo fuera ¿no? - contesto Sara
- ¿Y como han llegado hasta aquí? -pregunto Maika
- Pues creo que acabo de descubrir eso chicos -dijo Manu a la vez que señalaba a un agujero en la pared al ras del suelo de 5O cm de altura y otros tantos de ancho-
- eso no lo han podido hacer estos cachorros -dijo Juan- Acto seguido todos lo oyeron, un aullido que los puso a todos los pelos de punta y que les izo creer lo que les contaba su amigo Juan minutos antes
- - chicos creo que lo que ese lobo quiere son sus cachones y tenernos que dárselos, no sabemos que podría pasar si no lo hacemos -sugirió Juan-
- si ya, y quien va a salir ahí fuera para dárselos, yo no pienso salir de la casa
-dijo Sara que como siempre pensaba en ella misma
- si por mi fuera te sacaba fuera y no te dejaba entrar
- dijo Maika cabreada Sara se abalanzo sobre ella, pero antes de que pudiera tocar a Maika, José las dio un empujón
- - basta ya, no es momento el momento de pelarse -dijo José cabreado Tranquila Sara no hace falta que te molestes en salir, ya salgo yo y a si con Un poco de surte me pierdes de vista para siempre, dijo -en tono de broma-
- No tiene gracia -dijo Maika preocupada-
- Es cierto, lo siento -se disculpo Juan- era solo para quitar hierro al asunto
- De todas formas iré yo -dijo Manu- si las cosas se ponen feas y hay que salir corriendo, yo soy el mas rápido de todos Todos asintieron con la cabeza sin poder dejar de mostrar preocupación por su amigo, cogieron a los cachorros y los llevaron al salón. Juan le abrió la puerta Manu
- suerte -dijo Juan- Manu asintió con la cabeza. salio fuera, con los cachorros en brazos, iba lento, con cuidado mirado que el lobo no apareciera de repente y se abalanzara sobre cuando llego a una distancia ni muy lejana ni muy cercana a la casa, los dejo en el suelo
- ¡Cuidado, no te muevas! -grito Juan desde la puerta- se levanto despacio y se dio la vuelta, ahí estaba el lobo, mirándolo fijamente sin perder detalle de Manu
- tranquilo chico, te los acabo de dejar aquí -dijo con la voz mas tranquila que le salía en ese momento Manu al lobo El lobo le miraba fijamente a Manu, no le quitaba la vista de encima. Manu no sabia que hacer, estaba paralizado. Volvió en si al cabo de unos segundos y empezó a moverse a la derecha, en círculo, como cuando en una película, los dos personajes se disponen a pelear y antes, andan en circulo como tanteándose. Manu lo que intentaba con ese movimiento eran dos cosas. La primera, alejarse de los cachorros para que el lobo pudiera llegar hasta ellos sin la necesidad de matarle y la segunda acercarse lo mas posible a la casa.
El lobo ye estaba con sus cachorros y Manu a pocos metros de la casa, pero el lobo seguía mirándolo, Manu empezó andar hacia atrás en dirección a la casa, el lobo gruñó y se puso en posición de ataque. Manu se detuvo, no sabia lo que pasaba, pero antes de poder averiguarlo el lobo se abalanzo sobre el y mordió el brazo. Manu intentaba zafarse pero no podía acto seguido le desgarro el estomago, esparciendo todo su intestino por el césped. Sus amigos estaban paralizados no sabían que hacer, de un tirón le arranco el intestino y Manu murió en el acto, el lobo les miro a los chicos fijamente pero estos cerraron la puerta para que no entrara seguidamente cogió a sus cachorros y se los llevo bosque adentro.
- ¿Por que lo ha hecho si ya le hemos dado lo que quería? No lo entiendo dijo Sara preocupada.
- No lo se, -contesto José-
- Puede que... continuo Juan
- ¿Qué pasa? -le preguntó Maika-
- No se pero... puede que estemos en su territorio y solo quiera recuperarlo, el debió de hacer ese agujero en la bodega y crea que todo esto es suyo
- Pues entonces tenemos que irnos de aquí antes de que nos mate a todos -afirmo José Pues a que estamos esperando. vámonos -ordeno Sara asustada-
- Podríamos hacerlo pero os recuerdo que ninguno de nosotros sabe conducir y en el camino hay curvas cerradas y barrancos y aunque lo hiciéramos, las llaves las tiene Manu, lo recordáis -dijo Juan
- Bueno... yo se conducir. el verano pasado me saque el carnet -concluyo Sara- Todos la miraron incrédulos, se habla sacado el carnet y ni siquiera había podido sacarse la ESO, Sencillamente era increíble
- ahorraos la bromas y las burlas por favor -advirtió Sara-
- eres nuestra salvación -dijo Maika
- gra… gracias, eso no me lo esperaba -contesto Sara a la vez que le dirigirá una sonrisa
- bien pues vosotros os dirigiréis al coche mientras yo le cojo las llaves a Manu - dijo José convencido-
- ¡No! grito Maika- por que tu te tienes que quedar atrás, y si te coge y te pasa lo mismo que a Manu que pasaría conmigo, no lo permitiré, de ninguna manera -le dijo Maika a José llorando mientras lo abrazaba Petrificado, no loe habla dado cuenta de Maika, el no pretendía hacerse el héroe en ningún momento, solo que estaba mas acostumbrado a tocar y mover muertos por que trabaja en una funeraria.
- Chicos creo que de todas maneras nuestro plan se acaba de ir al garete -dijo Juan incrédulo al lado de la puerta mirando a la calle Todos lo miraron con intriga y se acercaron a la puerta, el cuerpo de Manu no estaba, solo había un rastro de sangre que se dirigía al bosque
- estupendo y ahora que vamos hacer -presumo Sara- estamos perdidos –
- tranquilízate -dijo José- tengo un móvil, llamaremos a la policía o a alguien para que nos vengan a buscar
- buena idea dijo Juan José marco el número de emergencias, todos se le quedaron mirándolo durante unos segundos
- maldita sea -exclamo- no tengo cobertura
- genial y ahora que. -peguntó Sara-
- tranquilizaos todos, no todo esta perdido, les dije a mis padres que el lunes estaríamos de vuelta si ven que no llegamos se moverán y vendrán a buscamos solo hay que esperar, hay comida y agua suficiente para una semana -informo juan-
- espero que tengas razón -dijo Maika-
- bueno mientras que no salgamos fuera no creo que pase nada -animo Sara-
- bueno de todas formas yo me voy a la cama estoy cansada -dijo Maika preocupada y desanimada
- quieres que te acompañe -sugirió José-
- no, necesito estar sola
- Vale se dirigía a las escaleras, estaba subida en el primer peldaño cuando hoyo un ruido que provenía de la bodega Todos estaban sentados en tos sofá. Cuando de pronto
- AAAAAIIHIIHH! Un grito ensordecedor que casi los deja sordos, José fue el primera que reacciono
- ¡Maikaaaaaaa! Corrió hacia las escaleras y se paro, vio un rastro de sangre que se dirigían a la bodega, bajo lo mas rápido que pudo siguiendo el rastro de sangre, Juan y Sara le siguieron, el rastro de sangre iba ha mas aya del agujero hecho por el lobo, cuando Juan y Sara llegaron José estaba paralizado con los puños cerrados, los ojos llorosos y enfurecido.
- ¡lo siento -le presento sus condolencias Juan-
- Voy a matarlo - se dio la vuelta mientras lo decía y miro Juan- voy a matarlo y no va a nada de e1-
- Sus ojos estaban llorosos pero a la vez llenos de odio y de sed de venganza, parecía que estaba dispuesto ha hacerlo, y sin dudado en un momento aparto a Juan de su camino y se disponía a salir fuera de la casa, pero Juan le detuvo con una llave que sabia. Que consistía en inmovilizarle los brazos llevándolos por encima del cuello y con sus manos sujetándole la nuca.
- ¡suéltame! le voy a matar, no va a quedar nada de el. ni para los cuervos, ¡suéltame!
- Se que estas triste. y cabreado por su muerte y lo entiendo. también era numera amiga. pero solo conseguirás que te maten. es un lobo y su instinto es cazar y asesinar sin imponer quien sea. no puedes matarle.
- ¡Cállate no sabes si esta muerta, no lo sabes, puede que siga viva y voy a rescatarla aunque me cueste la vida!
- ¡idiota, está muerta, no viste lo que hizo con Manu! lo mato sin pestañear!
- ¡me da igual voy a ir a averiguarlo! José estaba tan enfurecido que sacaba fuerzas de donde no las tenía para zafarse de la llave que le estaba aplicando Juan. Este se dio cuenta, no tenia otra opción que de golpearle la cabeza contra algo duro y dejarlo inconsciente, tenia una pared a su derecha y con sus ultimas fuerzas que le quedaban le golpeo contra la pared lo mas fuerte que pudo dejando a José inconsciente.
Cuando José despertó. Estaba tumbado en el sofá grande. Se incorporo y vio a Juan y Sara en los dos pequeños sofás
- Hayyyy, mi cabeza -se quejo José
- Ya despertó -advirtió Sara a Juan-
- Que tal, como te encuentras -pregunto Juan-
- Bien supongo. Todo lo bien que se puede estar después de lo que ha pasado
-contesto José- Lo siento. pero era la única forma de... -se intento disculpar Juan. pero José le interrumpió antes de que terminara
- Si, lo se. tranquilo. hiciste lo correcto. además tenias ratón, me habría matado en un abrir y cerrar de ojos José miro hacia la ventana y vio que ya había amanecido, por lo tanto era domingo
- Que hora es -pregunto-
- Son las 11:30 le respondió Sara-
- Valla. pues si que he dormido
- Los chicos sonrieron, un paréntesis después de todo lo pasado, pero no era el momento de pasarlo bien. Tenían que actuar
- José ven ayúdame. coge esos tablones yo cogeré las herramientas, hay que tapar el agujero de la bodega
- Si. ya voy Los chicos estaban tapando el agujero cuando de repente oyeron como si se rompiera un cristal en el salón seguido de un grito
- Que ha sido eso -pregunto Juan-
- ¡Sara! -grito José- Los dos salieron corriendo escaleras arriba para ver lo que pasaba. Cuando llegaron no había nadie. Solo el cristal de debajo de la puerta destrozado y un rastro de sangre que conducía al bosque otra vez
- Maldita sea que vamos hacer ahora. cada vez que nos separamos uno de nosotros muere -decía desesperado José-
- Tranquilízate, primero tenemos que tapiar la puerta y luego terminar de tapar el agujero de la bodega entendido
- Vale de acuerdo
- Bien tamos Los chicos se apresuraron en terminar las dos tareas, cuando terminaron estaban agotados pero tenían que seguir adelante.
- Bien vamos a hacer lo siguiente -dijo Juran convencido de si mismo- vamos a coger todo lo que podamos utilizar como arma de la casa para defendemos.
luego ya veremos que hacemos
- De acuerdo -contesto José-
- Bien. en una hora presentaremos en el salón todo lo que hayamos encontrado
- Esta bien Los chicos peinaron toda la casa en busca de objetos que pudieran usar pera defenderse, paso la hora que acordaron y los dos chicos se reunieron en el salón. José encontró un bate de béisbol, un tridente para manejar el fuego de la chimenea y una daga. Juan por su parte encontró una escopeta de caza y sus respectivos cartuchos, y una catana Bien, por lo que parece estamos bien armados, y ahora que -pregunto José
- Creo que la única salida será esperar a que vengan a rescatamos
- Estas loco, nos matara antes de que vengan
- Siempre que nos caza es por que nos separamos. si no nos separamos no hay problema
- Si pero, y si le tendemos una trampa -propuso José-
- A que te refieres. que estas pensando
- Uno de nosotros se queda de cebo aquí en el salón, otro se esconde en la cocina con la escopeta y cuando venga a por el del salón el otro dispara y se acabo
- Buena idea pero para eso tendríamos que quitar los tablones de la puerta
- Pues los quitamos, menudo problema
- De acuerdo, yo me quedare de cebo mientras tu te escondes en la cocina
- Si Los chicos se dispusieron a ejecutar el plan, Juan en el Salón de cebo con la catana y José en la cocina. Ya había pasado más de una hora, y el lobo no picaba. José arto de esperar se fue al salón frente a la puerta.
- Creo que esto no funciona –dijo- a lo mejor es mas listo de lo que pensábamos
- Puede ser -dijo Juan. dándole la razón a su amigo -
- ¡cuidado! Advirtió Juan a José José se dio la vuelta y vio al lobo abalizándose sobre el, no le dio tiempo a utilizar la escopeta. Derribo a José y la escopeta callo a 2 metros de José, el lobo aprovecho y le mordió la pierna. Juan se dirigió hacia el lobo con la catana en la mano, el lobo le vio y huyo no sin antes arrancarle un buen trozo de carne a José de la pierna, Juan le tapono la herida lo más fuerte que podía para que paran de sangrar
- Venga aguanta no te mueras. no me dejes sigue con migo -le decía Juan a su amigo
- Me duele. nnn no creo que salga de esta
- No digas tonterías claro que saldrás de esta y nos tomaremos unas cañas en el bar cuando te recuperes
- ojala. pero creo que me voy a reunir con Maika y los demás
- No. no te mueras sigue con migo, no me dejes
- José miro por última vez a su amigo. Juan veía como su amigo se Moria en sus brazos y no podía hacer nada para evitado, sus ojos se iban apagando, le estaba mirando por ultima vez, hasta que al final los ojos de su amigo solo miraban a la nada su amigo había muerto. Juan abrazo a su amigo con todas sus fuerzas, llorando. Era el que mas fuerte habla sido del grupo, El que les habla liderado hasta el último segundo contra ese lobo. Pero ya no podía mas, necesitaba desahogare sacar todas esas lagrimas aguantadas por todos sus amigos fallecidos. José, Sara, Maika y Manu. Sus mejores amigos. Que conocía desde preescolar, con los que labia compartido alegrías y penas estaban todos muertos. Pero no servia de nada seguir llorando por ellos, Tenia que hacia algo. Miro a la derecha y vio la escopeta, también tenia la catana en la mano y la daga encima de la mesa, tenia todas las armas listas para ser utilizadas, entornes su mirada cambio. bía dejado de llorar y de pensar en sus amigos ahora lo que su mirada transmitía era odio y sed de venganza, a si que rompió un trozo de su camiseta y se la ato a su cintura lo mas fuerte que pudo a modo de cinturón y ahí se guardo la daga y la catana, cogió la escopeta también y miro por ultima vez a su amigo y salio a cazar a su enemigo.
Ya no era la misma persona de antes, lo único que quería era matar a ese animal le costase lo que le costase. No quería escapar por que sabia que le encontraría y no serviría de nada, tampoco esperar por que no sabia si funcionaria esa estrategia a si que armado con la catana, la daga y la escopeta se adentro en el bosque siguiendo el rastro de sangre de Manu. Iba despacio para que el lobo no se percatara de su presencia, miraba a los lados una y otra vez De vez en cuando miraba detrás pero no veía nada. De pronto vio que se movía un arbusto se acerco cautelosamente, cogío la catana y cuando estaba delante del arbusto una bandada de pájaros salieron del el, del susto Juan lanzo la catana lejos sin darse cuenta y desapareció el cayo al suelo del susto, malditos pájaros.
Pensó, entonces sintió la respiración de algo o alguien en la nuca, no le hacia falta girarse pan ver que o quien era. Ya lo sabía.
Tenía dos opciones. La primera coger la escopeta y dispararle en toda la boca o salir corriendo con la escopeta la primera era complicado ya que tenia que cargar la escopeta primero para poder disparar y no le iba a dar tiempo. Opto por la segunda para que así le diera tiempo a cargar la escopeta y disparar. Salio corriendo todo lo rápido que pudo, cargo la escopeta se dio la vuelta y disparo. Pero ya era tarde, no haba nadie. Había desaparecido. Metió otros dos cartuchos en la escopeta y siguió el rastro seco de sangre pero esta vez sabia que le estaba acechando, solo tenia que adivinar donde para poder disparar, de repente vió moverse un arbusto y disparo instintivamente, pero lo que mato no era el lobo si no un conejo. Distracción suficiente pura que el lobo aprovechara y le saltan encima. Juan se dio cuenta y con la escopeta le dio un golpe al lobo corno si la escopeta se tratara de un bate de béisbol, le dio tal golpe que lo desplazo 4 o 5 metros en el aire y cayo al suelo, Juan volvió a cargar la escopeta, solo quedaba un cartucho cartucho y apunto al lobo, esta vez no podía fallar solo tenia un cartucho y lo tenia a tiro. Disparó pero con los nervios fallo el disparo y le dio al árbol que había al lado del animal. No le quedaba otra tenia que correr hacia el camino lo mas rápido que pudiera por lo menos ahí tendría una ligera ventaja, ya que por lo menos era un sitio abierto y no le podría emboscar. Corrió lo más rápido que podía, el lobo le seguía, le estaba alcanzando. Juan por fin diviso el camino, lo alcanzo y fue camino abajo.
No podía mas estaba cansado, tenía que pensar en algo y rápido por que le estaba alcanzando. Entonces diviso el acantilado en una curva del camino y se le ocurrió algo, pero tenía que ser muy preciso y rápido. Con las últimas fuerzas que le quedaban corrió lo más rápido que podía hacia el acantilado, tan rápido que ni el se lo creía.
Llego al borde del acantilado y se dio la vuelta, esperando al lobo, este salto hacia el para atacarlo y cuando parecía que le iba a cazar, con un rápido movimiento se tiro por debajo del lobo y quedo detrás del lobo apoyado en la montaña el lobo aterrizo en el camino pero derrapo dio media vuelta y por poco cae al vado pero se libro. Su plan había fallado, -a lo mejor tendría que haber esperado un poco mas- pensó. Pero no tenia tiempo de lamentarse ni de pensar en que pudo haber fallado, tenía que pensar algo y rápido, si no quería que ese fuera su ultimo instante de vida.
El lobo le estaba mirando, saboreaba su victoria, se le caía la baba, se acercaba poco a poco a su próxima comida.
Juan estaba de espaldas a la montaña mirando al lobo a los ojos, pensando que podía hacer para librarse de el, Juan se estaba haciendo daño en la espalda, no era la roca de la montaña lo que le hacia daño, era mas como algo que tenia en la espalda. Entonces se dio cuenta, no todo estaba perdido, le quedaba la daga, tenía que pensar algo y rápido no tenia muchas fuerzas para hacer algo que necesitara mucho esfuerzo a si que tenia que arriesgarse y ser paciente y estar tranquilo hasta el ultimo momento, era su ultima oportunidad para acabar con todo esto, si fallaba seria su fin.
Tenia a su presa acorralada y agotada, sabia que no podía salir corriendo y ya no tenia nada con que defenderse y ahora estaba jugando un poco con el para agotarlo mentalmente, su presa no tenia ninguna posibilidad de supervivencia.
El lobo salto a por su presa, Juan seguía inmóvil sentado en el suelo aparentando que este era su fin el lobo ya podía saborear la carne de su presa en su mente, cuando faltaban pocos cm para que le alcanzara, Juan saco la daga del cinturón y de un salto se abalanzo hacia el lobo clavándole la daga en el estomago. Los dos cayeron al suelo, quedando Juan encima del animal, este seguía vivo y moviéndose para intentar matar a su presa, aunque estaba malherido, Juan siguió apuñalando al lobo una y otra vez.
- ¡MUERE HIJO DE PUTAAAAAA!- gritaba Juan mientras seguía apuñalando al animal- El animal ya estaba muerto, pero el seguía apuñalándole, no por que creyera que seguía vivo si no simplemente necesitaba desahogarse y esa era una buena forma.
Al cabo de un par de minutos se detuvo y se tumbo de golpe en el suelo al lado del cadáver del animal, estaba exhausto y cubierto de sangre del animal pero la pesadilla había terminado
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