erendidemonai Erendi Demonai

Cuento de Halloween Odalyn vive un bucle interminable la misma noche da cada año. ¿Qué lo causa? Es algo que debemos descubrir.


#53 in Kurzgeschichten Alles öffentlich.

#cuento #misterio #suspenso #crimen #bucle #halloween #31deOctubre
Kurzgeschichte
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31 DE OCTUBRE

Como cada luna llena del último día de Octubre, me encuentro mirando hacia el oscuro bosque desde la ventana de mi habitación.


Aún, y después de tanto tiempo, no he podido acostumbrarme a este paisaje. Es como si todo en el exterior se callara, tratando de no llamar la atención de presencias milenarias del más bajo astral.


Las nubes en el cielo saben mi inquietud, por lo que dejan filtrar algunos rayos de luna y calmar mi interior. Me muestran por un pequeño instante el bello paisaje que normalmente miro a diario. Aquel con los grandes árboles de copas verdes, el acantilado, y el mar.


Cuando ¡Bum! un estallido en el interior de mi hogar me hace brincar del susto, y es la llamada de atención que necesito para recordar por que me siento así.


Uno de los globos que nos compró mi padre en aquella feria, se ha roto por el viento que he dejado filtrar por la ventana. Inmediatamente me pongo en pie, cierro los cristales y comienzo mi cuenta; este es el primero de diez.


Sin perder la calma y la tranquilidad, voy a la habitación de los pequeños Lorcan y Saorise, los levanto de la cama con sumo recato, y somnolientos los llevo hasta el armario donde tengo preparado un espacio para que puedan dormir tranquilos. Son pequeños, por lo que son fáciles de engañar. No objetan cuando les digo que es un juego, y aquel que quede primero dormido es el que va a ganar. Obedientes entran recostándose sobre la cama improvisada que les he hecho, les pongo a cada uno sus audífonos con aquellas canciones infantiles que tanto les gustan y vuelven a dormir.


Apenas tengo el tiempo de cerrar la puerta con llave, cuando ¡Bam!, se escucha el segundo estallido de aquellos globos resonando por toda la habitación; ahora ha sido aquel naranja con el dibujo de una calabaza y que para nada me gustó. No sé por que Shell lo escogió, tampoco entiendo por qué mi hermana y yo pedimos tantos globos a papá, es verdad que eran bonitos, pero él no tenía por qué comprarlos todos.


Vuelvo a mi posición inicial, sentada sobre el marco de la ventana y miro expectante el paisaje en el exterior. Tres sombras en la lejanía se comienzan a notar saliendo de el bosque oscuro y tenebroso, acercándose tranquilamente a mi hogar. Su movimiento al caminar parece ensayado, un mismo vaivén en los tres donde parece que flotan sobre el suelo. Poco a poco se acercan, y a un par de metros a la entrada de mi hogar, dos de ellos se separan colocándose como vigías a cada extremo; él tercero, el de mayor altura, sigue su camino hasta llegar a la puerta, y su puño choca sobre la madera de la entrada principal.


¡Bum! El tercer globo estalla. Como si el viento supiera que algo esta por venir, se vuelve una ráfaga fuerte que golpea mi cuerpo diciéndome:


"Corre, debes intervenir".


Pero no puedo moverme, por más que intento, mi cuerpo no obedece, y solo me queda escuchar el susurro de la voz de mi madre cuando habla con aquel desconocido, mientras le ha dejado pasar al interior de nuestro hogar; no noto claramente las palabras.


《¿Qué querrá?》


Seguramente ese visitante no sabe que mi padre se encuentra en casa, que ha regresado de ese viaje largo que lo mantuvo lejos por tres años. Con mi padre en casa las cosas han cambiado, ya no logran intimidarnos, ya no accederemos a sus peticiones y tampoco pueden hacernos daño.


¡Bam!¡bum! Dos globos se han roto al mismo tiempo, las cosas se han puesto peor.


Mi padre al escuchar las voces en la planta baja, ha salido de su habitación, el intruso se burla de él diciéndole que en su ausencia mi madre lo ha engañado; han empezado una discusión.


Las voces suben de volumen, mi padre pide una explicación, mi madre grita pidiendo se tranquilice, y el visitante misterioso solo se carcajea a todo pulmón.


Los gritos no paran, pongo mis manos en mis oídos, me dejo caer al suelo atrayendo mis piernas hacia mi pecho y lloro. Allá abajo hay una pelea muy fuerte, todo se escucha caer y romperse, mi madre grita desesperada, y yo no sé como callar esas voces para no escucharlas más.


Mi hermana Shell sigue dormida, no sé cómo puede estar perdida en sus sueños cuando el alboroto es tremendo en la planta baja. Se escuchan pasos apresurados subiendo la escalare y que vienen directo a nuestra habitación; papá entra alterado luciendo muy pálido.


—¡Odalyn! —grita mi nombre al tiempo que atranca la puerta con una silla; después regresó, nunca lo había visto actuar como ahora.


Mira hacia la cama donde descansa mi hermana, va hacia ella y la levanta abruptamente causando se asuste, Shell empieza a manotear al creer que tiene una pesadilla, por lo que mi padre se ve en la necesidad de despertarla totalmente; Shell se talla los ojos sin entender nada.


—¿Qué pasa? —dice adormilada.


Mi padre no contesta, la jala hacia él sin dejarla poner los zapatos y van a donde me encuentro; mi padre se pone a nuestra altura mirándonos con preocupación.


—Salgan por la parte trasera, —ordena, él está muy asustado —corran hasta la cascada y escóndanse. No salgan hasta que yo vaya por ustedes—. Mi padre nos habla como cuando da una orden a su legión.


Abajo han seguido las discusiones entre mi madre y el desconocido. Mi padre se acerca a la puerta, pega su rostro de lado y escucha atento. Después de unos minutos quita la silla tratando de hacer el menor ruido posible, abre la puerta con extremo sigilo asegurándose que nadie se encuentre en el exterior.


—Vamos —con un ademán de mano nos indica que salgamos mi hermana y yo en silencio.


¡Bum! Otro de los globos revienta en la habitación, justo cuando dejamos de escuchar los gritos de mamá en la planta baja. Mi padre nos mira lleno de terror, traga saliva y contiene las palabras que Shell y yo entendemos muy bien; "su madre está muerta".


—¡Corran! ¡No se detengan! —grita repentinamente, haciendo que mi hermana me tome de la mano y jale al lado contrario de donde mi padre se ha quedado esperando a alguien.


¡Bum! Escucho otro globo reventar cuando Shell y yo salimos por la pequeña puerta que nos lleva al árbol trasero. Con cuidado, bajamos a través de las ramas, nos deslizamos por el fuerte tronco hasta que podemos tocar el suelo.


—¿Dónde está papá? —mis ojos miran a todas direcciones buscándolo.


—¡Él no vendrá! —grita Shell tomándome de mi mano otra vez.


Echamos a correr por ese sendero que lleva a la cascada de Dalurin Rilindur sin detenernos. Siento mis pulmones explotar, me duele respirar, y mi corazón palpita tan rápido que siento puedo perder la conciencia.


¡Bum! escucho a la lejanía estallar otro de los globos y veo sombras acechándonos por todos lados. Corremos y corremos llenas de pánico, asustadas pensando que algo viene por nosotras. Shell aprieta mi mano al sentir mi miedo, pero ella se encuentra igual que yo, y admiro que no pierda la concentración.


Ya estamos cerca, escuchamos las aguas rosadas de la cascada chocar con las rocas azul grisáceas que forman la saliente a un río; la guardia de Luz no se mira por ningún lado, y esto es muy raro.


Cuando llegamos a nuestro destino, Shell me guía por ese pequeño camino de piedra azul que va a la parte trasera de el velo de agua que cae a montones. El camino es resbaladizo, las rocas son cortantes, varias veces estamos a punto de caer a la fosa en la parte baja, pero al fin encontramos la grieta que días antes nos enseñó papá, una abertura de no más de un metro de alto, por uno de ancho en donde apenas si cabemos.


Entramos en el pequeño espacio, las paredes se encuentran húmedas y hace mucho frío, además la brisa de agua se filtra en el lugar causando que Shell y yo nos sintamos como si estuviéramos en un gran congelador. No llevamos ropa abrigadora, tampoco zapatos, solo nuestros camisones de tela ligera y pies descalzos.


Una vez adentro, mi hermana me abraza tratando de calentarme. Nuestros camisones se encuentran algo húmedos, y podemos ver nuestro aliento cada vez que respiramos. Temblamos de frío, el aire que se filtra se siente como un cuchillo cortando nuestras pieles. Nuestros dientes trinan, nuestros labios comienzan a ponerse de un color morado azulado, y poco a poco voy dejando de sentir mis extremidades .


Calladitas, prestamos atención a los sonidos del exterior, afuera se escuchan pasos, situación que hace me sobresalte y antes de que salga mi grito de terror, Shell me tapa la boca y me abraza con mas fuerza.


—¡Están por aquí ¡búsquenlas! —ordena un hombre en el exterior.


Es inevitable no sentir miedo, sin embargo lloramos en silencio. No sabemos que hacer, por lo que abrazo a mi hermana lo más fuerte que puedo, mientras ella no deja de mirar la entrada de aquel lugar.


Esta noche es interminable, el tiempo corre tan despacio que es una eterna agonía.


Afuera siguen buscándonos, ahora no son tres sujetos, son muchos más moviéndose por todo el bosque destrozando todo a su paso para encontrarnos. Su desesperación es inaudita ¿cuál es su urgencia de deshacerse de dos niñas? Su comportamiento no es normal. Una luz amarilla es notoria al otro lado de las aguas de la cascada, y los pasos no paran de romper hojas y ramas secas.


Todos buscan, pero a nadie se le ocurre mirar atrás del velo de agua. Tan cerca y tan lejos de la muerte, mi corazón ya no lo soporta y mi llanto comienza a ser mas intenso; cayendo en lágrimas de terror. Nunca una noche había sido tan horrible en toda mi vida, donde siendo una niña, entendía que un nuevo amanecer era un gran regalo. Donde deseaba regresar el tiempo y prevenir a mis padres.


—¡Shhh! —susurra Shell al ver que me salgo de control.


Mi hermana no ha dejado de tapar mi boca, mientras ella misma deja correr sus lágrimas por sus blancas mejillas y se traga sus sollozos.


Que valiente es mi hermana, a sus seis años puede controlarse y hacerse cargo de mi, de su hermana menor de cuatro años que puede causarle una muerte segura; me hubiera gustado decirle que estaba orgullosa de ella.


El tiempo transcurre, las horas mas interminables llenas de terror, angustia, tristeza y desesperación.


Shell y yo esperamos con ansias los rayos del sol, esperamos como nunca que amanezca, pero llegan tarde, muy tarde, el bosque se ilumina regresando a la normalidad cuando ya es imposible hacer algo.


Afuera escuchamos como los hombres desisten de su búsqueda y se retiran. Al ver esto, mi hermana presta atención al exterior, cuando ya no percibe sonidos de voces y pisadas, decide salir del escondite e ir directo a casa para saber que ha pasado con mis padres; aunque ya intuimos que no los volveremos a ver jamás.


—¿A dónde vas? —le pregunto con bastante miedo a Shell.


—Ya está saliendo el sol, y no se escucha nada, voy a casa a saber que pasó—ella me suelta.


Quiero ir con ella, pues me aterra estar sola. Apenas puedo acumular el valor para seguirla, cuando escucho un grito lleno de pánico y terror de parte de Shell; me congelo y mi cuerpo tiembla sin control. Mis piernas no me obedecen, estoy petrificada por lo aterrada que estoy.


¡Bum! Otro de los globos ha logrado salir de casa y el viento lo ha arrastrado hasta la copa de un árbol cerca de donde estamos. Al tocar una rama explota, y con ello veo a Shell caer al río que lleva un fuerte caudal. Por una pequeña abertura de las aguas de la cascada sigo la trayectoria de su cuerpo, es arrastrado por la fuerte corriente de las mismas y ella no pelea por salir.


《¿¡Por qué no intenta salir!?》


Quiero ir a ayudarla, quiero sacarla de ahí. Entonces, y sin importarme el peligro de afuera, salgo del escondite y comienzo a correr siguiendo la corriente del río, sin embargo, no me doy cuenta de lo que hay al frente, y choco con algo muy duro al no perder de vista a Shell en las aguas del río y caigo al suelo de sentón.


Frente a mí, se encuentra el hombre que mi madre dejó entrar a nuestro hogar, el hombre es alguien de piel muy blanca, de ojos color rubíes y semblante lúgubre sombrío. Porta una venda que le tapa el ojo izquierdo, de cabellos largos negros y al ver sus vestimentas, no puedo creer lo que ven mis ojos; es el General del Reino Oscuro, el hombre de pupilas ardientes como el fuego y armaduras negras con ese demonio en su pecho.


—Así que aquí estabas—. Su voz es tan fría, y su mirada sombría cuando me mira.


En su mano trae una daga, la hoja de la misma aún conserva la sangre que cae al suelo en gotas. Al verla entiendo lo que ha pasado con Shell, y el por que no hizo nada por salir de ese río; ahora solo quedo yo.


—Ningún testigo... —menciona tan frío.


El hombre, toma mi camisón a la altura de mi pecho y me levanta sobre el suelo. Alza su brazo donde sostiene la daga, cuando está a punto de apuñalarme, el último de los globos, uno de color verde, se atraviesa entre ambos y la punta del cuchillo lo truena ¡bam!


Con este último estallido, la luz del sol sale completamente y con ello, la pesadilla de cada luna llena se disuelve.


Me pongo en pie sin poder evitar llorar desde el fondo de mi corazón. Los extraño, pero es aún más horrible vivirlo una y otra vez sin poder cambiar nada, por que "algo" me impide hacerlo. Cada año, tomo la forma de veinte años atrás. Vuelvo a ser una niña de cuatro años de edad y no sé como parar este bucle sin fin.


Quedé viva por pura suerte, pero mi hogar guarda la energía de lo que pasó esa noche. Cada 31 de Octubre, de cada año, se repite el suceso una y otra vez.


He tratado de salir de este lugar, pero no puedo. Cuando llego al límite donde termina el bosque Mrak, no puedo ya avanzar. No puedo cruzar un paso más, no puedo pisar el Bosque Idan que pertenece al Reino de Luz.


Mis hijos Lorcan y Saorise no saben lo que pasa adentro de nuestro hogar, ya que tienen tres y cinco años, pero al siguiente año, cuando ellos tengan la edad que mi hermana y yo tuvimos esa noche, podrán verlo también.


No sé que hizo mi madre, pero fue algo que no le agradó al Creador de Oscuridad, y por eso, a toda nuestra descendencia la maldijo a vivir este tormento. Nos encerró en una burbuja dimensional, y nos condenó a vivir en este lugar, a los horrores que solo suceden dentro del Bosque Mrak.


1. November 2022 22:54 7 Bericht Einbetten Follow einer Story
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Das Ende

Über den Autor

Erendi Demonai Para mi no existe el: "Y vivieron felices por siempre..." por que simplemente la vida real no es así. Mis personajes nunca llegarán a declararse, por que de hacerlo terminarán con el corazón roto o muertos. Escribo Fantasía, Fantasía Epica y Ciencia Ficción. Las Realidades Alternas me gustan.

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mb michael barrios
Me gusto.
December 13, 2022, 02:51
maria candelaria figueroa maria candelaria figueroa
Muy buen relato, me atrapo y fui entendiendo todo.. excelente
December 09, 2022, 19:02

  • Erendi Demonai Erendi Demonai
    Hola! Muchas gracias por leer y gracias ias por compartir tu opinión. December 10, 2022, 03:21
Marco Campos Marco Campos
Muy buen trabajo.
December 09, 2022, 01:18

  • Erendi Demonai Erendi Demonai
    Gracias, que bueno que te gustó. 😉😉 December 09, 2022, 05:04
The Monster The Monster
Estuvo genial.
December 08, 2022, 01:40

  • Erendi Demonai Erendi Demonai
    Que bueno que te haya gustado ¡saludos!😃😃 December 09, 2022, 05:03
~