lepquezada Eduardo Quezada

El terror se apodera de tus sentidos. Las criaturas inimaginables que puedes encontrar te harán llorar de horror y muy posiblemente orines tus pantalones. Compilación hecha para el concurso de Halloween del 2022. L. E. P. Quezada.


#19 in Horror #7 in Geistergeschichten Nur für über 18-Jährige. © Reservados

#9historiasdehalloween #monstruos #miedo #sangre #horror #payasos # #relatosdemiedo #muerte
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I: Miedo

Había una vez un grupo de jóvenes de cuatro integrantes. Ellos disfrutaban de salir por las noches, en busca de lugares abandonados para explorarlos.

Subían sus videos a YouTube, para que la demás gente viera el resultado. Sus suscriptores aumentaban cada vez que subían un nuevo vídeo, pero eso no era lo que más les importaba, pues era solo un hobby que amaban hacer.

Decidieron ir a un panteón muy antiguo y abandonado en las afueras de su ciudad natal. Leyeron en foros de internet, acerca de algunas leyendas del lugar, las cuales eran un poco irreales.

—De verdad no creo que en ese lugar haya todo lo que se dice —comentó Rubén, el líder y fundador del grupo.

—No perdemos nada con ver. Igual sería bueno material —dijo Carlos.

—Podríamos ahora sí, usar la ouija y platicar con lo que viva en ese panteón —dijo Lucía, la única mujer del grupo, quién era la más valiente de todos.

—Bueno, ya saben qué hacer, que llevar y ahora preparen la tabla para usarla —comentó Rubén.

Las preparaciones de hicieron como cada vez que encontraban un lugar nuevo o, visitaban un lugar ya conocido, cambiando la dinámica de grabación. Esta vez, pensaron en dividirse en dos grupos y que, de ambos grupos, uno grabara la experiencia para hacer un poco más dinámico el vídeo, dando un punto de vista distinto.

Pensaron en que, si el vídeo así tenía éxito, podrían hacer uno con las cuatro cámaras grabando al mismo tiempo, y cada uno por su lado, hasta consolidar su reunión en un punto central del panteón.

La carretera estaba en completa penuria, como todas las demás, sin embargo, se sentían un poco presionados, pues el salir de la ciudad para explorar algo sumamente alejado, era un enorme peligro y no por los muertos, como ellos siempre decían, cuando les preguntaban si no tenían miedo, si no por los vivos y sus malas intenciones.

Estacionaron el auto frente a la entrada principal, para después buscar una manera rápida y sencilla de inducirse en el panteón, para si tenían que huir, la salida fuera mucho más rápida.

—Hola gente —dijo Rubén mientras se grababa al caminar, con su equipo detrás de él—. En esta ocasión, nos encontramos a las afueras del Panteón Municipal número cuatro, dispuestos a explorar —un desgarrador grito femenino, se dejó escuchar desde dentro del panteón—. Y así nos han recibido.

Todos brincaron del susto, cuando el grito se dejó escuchar. Había luna llena y eso los tenía más paranoicos, por leyendas de brujas y sus aquelarres en el interior de panteón. Se apresuraron a buscar la entrada que ya habían visto, para proceder al interior. Justo antes de entrar, otro grito se escuchó, esta vez sobre ellos. Los bellos de los brazos y el cuello se les erizó por completo.

—Estuvo por arriba de nosotros —dijo Lucía.

Entraron aún más rápido, solo para buscar que era lo que generaba esos gritos. Sintieron una pesadez enorme, que los aplastaba con cada paso, sus respiraciones se hicieron las difíciles de ejecutar y el frío en el lugar, era cada vez, más insoportable.

— ¿Por qué está haciendo tanto frío? —preguntó Carlos.

—No sé. Hay algo malo en este lugar —dijo Rubén mirando a todas partes—. Creo que será mejor irnos, no es buen momento.

Al darse la vuelta, notaron que la entrada no estaba, ya no existía ese pequeño hoyo en la pared. El pánico marcaba el inicio de esta tortuosa aventura, para nuestros exploradores urbanos.


Por el bien del canal y de todo lo que habían construido hasta ese momento, decidieron continuar con la grabación del mismo, para no defraudar a su gente, pues ya habían hecho una publicación de su próximo vídeo.

Con mucho miedo y más del que se acostumbra en este caso, avanzaban en completo silencio, entre ruidos que no sabían si ellos los generaban o algo cercano.

— ¿A dónde iremos? —preguntó Emilio—. Por qué aun debemos hallar un lugar para jugar a la ouija, si es que ese sigue siendo el objetivo.

—Creo que ese debería ser el punto culminante de todo esto, pues además de explorar, dijimos que usaríamos la tabla, para contactar con algo dentro de este panteón, sin embargo, no creí que esos gritos fueran tan...


Un fuerte golpe, como si de un árbol cayendo se tratara los asustó, por suerte, habían comenzado a grabar nuevamente, para explicar un poco la situación. A lo lejos, vieron que algo cuadrúpedo, de al menos un metro veinte de altura, delgado y sin pelo, con unos ojos rojos que calaban en el alma, y un rugido audible mientras se acercaba a ellos.

— ¡¿Que mierda es eso?! —exclamó Lucía viendo como esa cosa corría hacia ellos.

— ¡Vámonos! —exclamó Rubén.


Corrieron como si ni hubiera un mañana, mientras que Rubén giraba para grabar a la criatura, se dio cuenta de que arriba de esa cosa, había algo más, un ente que flotaba, algo siniestro, que no logró reconocer de ninguna forma, ni darle un aspecto físico con su mente, pues era algo que jamás había visto y algo que quizás nunca había tenido forma.

Intentaron perderlo, girando repentinamente en un pequeño grupo de árboles, perdiendo así el contacto visual con la criatura, por lo que pensaron también esa cosa, habría perdido el contacto de ellos. Buscaron un lugar cercano para esconderse y lo encontraron; una tumba tipo mausoleo abierta, disponible para su utilización como escondite.

— ¿Que era eso? —preguntó Carlos.

—No tengo idea, pero parecía que venía por nosotros, y quizás no tenía buenas intenciones —dijo Lucia.

Rubén revisaba el vídeo que había grabado de la criatura y de la cosa flotante sobre esta, pero no logró encontrar forma alguna.

Pasaron un rato en silencio, mientras que Rubén pensaba en que era lo mejor para el grupo, pues no quería arriesgarlos, no quería ponerlos en más peligro del que ya los había hecho pasar.

—Creo que será mejor permanecer aquí hasta que salga el sol. Quizás no sea el lugar más apropiado para descansar, pero deberían dormir un poco —dijo el líder acercándose a la puerta para echar un vistazo por la ventana.

—Por más que lo intentemos, sabiendo que eso anda ahí afuera, sería imposible dormir, realmente no podríamos —dijo Emilio.

—Te comprendo, por eso les dije eso, no podré dormir en absoluto —dijo Rubén abriendo la puerta—. Estén atentos al radio, iré a colocar una cámara, quizás podamos al menos, ver que está pasando afuera.


Al salir del lugar, sintió una presión enorme, como si debajo del agua se encontrara, sintió que algo lo observaba, pero actuó como si eso no estuviera pasando, él deseaba poder tener a salvo a sus amigos y a la mujer que ama, pero que no sabe que lo hace.

Buscó un árbol cercano, pero to había cambiado mucho, era totalmente otro bosque. El giro que hicieron ya no existía, es decir que ahora, solo era una línea recta, con un bosque sin fin. Sintió la curiosidad de avanzar más, pero prefirió enviar el dron, para estar con más seguridad.


Volvió al mausoleo y lo recibieron con mucho entusiasmo y preocupación, pues parecía que el tiempo avanzó sumamente rápido para ellos y muy lento para Rubén, como si estuvieran en una dimensión diferente dentro del mausoleo, pero al salir, es otra diferente.

— ¿Por qué tardaste tanto? —preguntó Lucia un poco preocupada, al borde el llanto.

—Pero, si no me fui ni cinco minutos —dijo Rubén tomándola de los hombros, luego la abrazó y ella a él.

—Te fuiste horas —dijo ella mirándolo a los ojos—. Escuchamos el mismo rugido de antes merodear por las afueras de este lugar, pesamos que te seguía, pero...

—Solo pasaba por el lugar —dijo mirando a sus demás compañeros.



Pasaron un rato pensando en que era lo que estaba pasando, porque estaban atrapados ahí sin posibilidad aparente de regresar a sus casas. Lo único que pensaron fue en salir, tratar de volver por donde habían llegado y documentar todo lo que puedan, tanto con el dron, como con las cámaras de mano y de deportes. Se armaron por completo de valor y salieron del lugar, y ahora había cambiado de nuevo, volvió a ser como antes, como antes de meterse al lugar. Aprovecharon eso y se echaron acorrer de regreso a la entrada, que quizás podría estar o no, pero intentarían saltar el muro para escapar de una vez por todas.


Un grito ensordecedor los asustó, los hizo paralizarse, pues parecía que ese era el objetivo de dicho grito. Reaccionaron para después huir lo más rápido que pudieran, sin embargo, dado a sus grandes esfuerzos, la cosa volvió a aparecer, pero ahora no estaba sola, lo seguían dos más y otras cosas deformes, sin forma aparente. Corrieron con todas sus fuerzas, pero la desesperación al no avanzar nada, y solo ver como la salida se iba alejando de ellos, supieron entonces, que ya no tenían salvación, que todo estaba perdido, pero, Rubén se detuvo, y ellos avanzaron, quizás no todo estaba perdido, quizás con el sacrificio de uno podrían salvarse los demás.

— ¡¿Que estás haciendo?! ¡Corre! —exclamó, Lucia preocupada.

—Todos juntos no podremos salir, solo así ustedes han podido avanza. Lo siento, pero me quedaré, es lo que me dicen que haga —dijo mirando con los ojos llenos de lágrimas—. Quisiera haber podido tener más tiempo a tu lado. Estos dos años juntos, han sido los más hermosos y excitantes, pero, nunca pude decirte lo mucho que te amo.

Ella avanzó hacia él, pero este retrocedió. Lucia comprendió que no había nada que ella pudiera hacer al respecto y que solo debía irse.

—Yo también te amo, Rubén, por eso debes salir junto con nosotros, debes hacerlo, ¡maldición! ¡tienes que! —dijo ella ya entre lágrimas.

—Perdóname, no puedo, ellos no lo permitirán, no me dejan ir, perdón.


Rubén desapareció en una densa neblina y una puerta apareció frente a los tres restantes. El silencio y el dolor, el miedo y la impotencia se apoderó de todos. La luz del sol acaba de empezar a brillar cuando ellos salieron. Lucia cayó al suelo sobre sus rodillas mientras lloraba la perdía de su amigo y enamorado y, lo más doloroso para ella fue que él, sentía lo mismo.


Cuatro meses han pasado desde que Rubén desapareció en aquel panteón. El video que se subió luego de una semana de grabado, rompió récords del canal, ganando millones de visitas en cuatro días, haciendo que un montón de gente buscara al líder perdido, generando más perdidas, pues nadie sabía, que provocaba los cambios de tiempo, las desapariciones y todo. Algunos dijeron que los perros pelones que aparecían, de alguna forma, guiaban a una persona de cada grupo, sin ningún propósito visible.


Pasó un año y Lucia estaba en su casa, mirando los videos con mucho detenimiento, escuchando con atención, pues todos los días había comentarios de cosas nuevas que se descubrían en el video de al menos dos horas de duración, algo que para ellos no fue así. El timbre de su casa sonó y ella dio un salto.

—Debo dejar de ver esta cosa —dijo mientras se ponía de pie para ir a la pueta y ver de quien se trataba, pues no estaba esperando a nadie.


Al abrir la puerta, su corazón se aceleró de golpe y casi gritó del miedo que le genero ver a Rubén, de pie, con los ojos irritados, ojeras muy marcadas y un rostro más delgado, demostrando haber pasado hambre.

—Hola.

21. Oktober 2022 11:18 3 Bericht Einbetten Follow einer Story
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Lesen Sie das nächste Kapitel II: La Criatura de Majalca

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Marco Campos Marco Campos
Es muy bueno, pero tiene un error al principio, Cambia el " había una vez" no es un cuento, es un relato de terror. Por lo tanto debe mantener sus elementos.
December 14, 2022, 13:55
Leonardo Nin Leonardo Nin
Excelente relato. Deja mucho al misterio, espero por más capítulo.
October 24, 2022, 16:17

~

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