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Era un día soleado, principios de primavera cuando lo vio y su sistema hizo corto circuito.
El niño estaba vendiendo galletas a su vecino, vistiendo nada más y nada menos que un lindo traje de scout.
El peso y calor en su estómago lo recorrió abruptamente, y él no pudo hacer nada más que correr hacia la puerta de su casa, encerrándose allí.
Unos minutos más tarde escuchó que tocaban la puerta.
-¡Señor, vendo galletas para los scouts! ¿Desea alguna?
Silencio.
TaeHyung solo podía retorcerse en el suelo, deseoso de escuchar esa voz gruñendo su nombre.
Y maldición. Era. Un. Niño.
Se arrastró hacia su billetera, y escribió en un papel. "Dos cajas de galletas con chispas de chocolate. Déjalas ahí afuera." Pasándolo por la rendija del suelo, al igual que el dinero.
Escuchó un tarareo, luego un movimiento para que al final los pasos se escucharan bajando los escalones de su pórtico.
-¡Ya está señor, que disfrute sus galletas! ¡Y gracias!
TaeHyung esperó, hasta poder arrastrarse un poco más, se arrodilló, abrió la puerta y solo su mano salió para alcanzar todo.
Cerró la puerta inmediatamente y un golpe sordo se escuchó contra la madera. Holly, el perro macho del vecino, se había dado de lleno contra su puerta, gracias a sus feromonas.
Miró sus manos, vio su cambio y la notita con más escritos atrás.
Letra desprolija pero redonda le dió un saludo, estaba escrito con un lápiz rojo chillón, y el castaño sintió su vista dañarse por eso.
"Gracias por comprar! Vendré mañana, señor!!"
Atte.: KSJ
Y TaeHyung supo que estaba más que jodido.
🐺
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