Kim Taehyung luchó para mantenerse despierto, a pesar de que sus ojos se rehusaban a cooperar. Una intensa somnolencia se apoderó de él, y mantener los párpados abiertos se convirtió en un gran problema. Frustrado, decidió morderse fuertemente el dedo. Un destello de dolor lo sacudió hasta despertarse, zarandeándolo de las garras del sueño que no lo querían dejar ir.
Sus ojos se abrieron de golpe. Su boca tenía gusto a sangre. Debió haberse mordido demasiado fuerte, pero no le importaba. Sabía que tenía que mantenerse alerta.
Si quería sobrevivir...
El calor sofocante llegó primero. A continuación, el olor a hierba seca y tierra asaltaron sus fosas nasales. Si estómago s hundió. Se corazón se aceleró, igual como le había sucedido cuando vio la salvaje danza tribal de anoche.
¿Eso fue anoche?
¿O fue hace dos noches atrás? Había perdido la noción del tiempo.
La última cosa que recordaba era su prometido, Seojoon, llenándolo de alcohol. Él era un bebedor ligero. Un cóctel era suficiente para dejarlo borracho. Se acordó que no stabq en su cuarto martini cuando Seojoon sugirió que fueran a dar un paseo. La noche era joven y la luna estaba llena. Una noche romántica, había dicho Seojoon, y no quería perderse el momento. Él no quería decepcionarlo, así que lo acompañe a una excursión en Jeep; un recorrido a medianoche bajo el cielo nocturno de Serengeti.
Después de unos minutos, todo se agitó y ya no pudo recordar más.
Debió desmayarse. ¿Cómo es que terminó en ese lugar? ¿Qué le había sucedido a Seojoon?
Taehyung se detuvo y se sentó. Un escalofrío por sus terminaciones nerviosas.
¿Dónde estoy? ¿Cómo llegué hasta aquí? ¿Qué es este lugar?
Cerró sus brazos frente a su pecho, queriendo llorar. A pesar del calor implacable, tembló. No quería pensar que Seojoon lo había olvidado y abandonado ahí. Seojoon lo amaba. Le había dicho muchas veces que no podía vivir sin él.
Algo terrible debió sucederle a él y terminaron por separarse. ¿Habían sido atacados? ¿Se encontraba él en problemas?
Ahogando un grito, Taehyung se encaramó para tener una mejor visión de dónde se hallaba. Sus rodillas cedieron antes de poder levantarse completamente. Una vez más, se estrelló contra el suelo. Su cabeza dió vueltas.
Maldita sea.
Taehyung se agarró la cabeza cuando todo parecía doble. Maldijo a su puta resaca.
Una vez había tenido una fuerte resaca durante su primer año en la universidad, pero nunca de esta manera. El mareo fue tan intenso que casi se sintió como su hubiera sido drogado. Cuando era un adolescente, su apéndice explotó en medio de un partido de voleibol, y tuvo que someterse a una apendicetomía de emergencia. Cuando salió de la cirugía, se encontraba extremadamente aturdido y somnoliento por la anestesia, exactamente como se sentía ahora.
¿Lo había drogado Seojoon?
Rápidamente apartó la loca sospecha. Seojoon jamás haría algo así. Lo amaba.
Él sabía que así era. Tenía que hacer una explicación razonable para esto.
Taehyung se obligó a gatear otra vez. Sus rodillas y codos se rasparon contra la tierra seca, dejándole moretones en la piel. Se encontraba varado en medio de Dios sabe dónde, y ciertamente no era seguro quedarse en ese sitio. Había visto a los enormes felinos merodeando por el lugar. Tenía que mantenerse en movimiento. Buscar ayuda y salir de este sauna infernal.
Después de unos cuantos metros, tuvo que parar. Jadeó. El calor era insoportable. Su garganta se hallaba seca y estaba hambriento como el demonio. De pronto, el entorno se volvió silencioso.
Oh-oh. No era bueno.
Incluso las ruidosas aves dejaron de piar. La piel de gallina golpeó su carne. El cabello en la nuca se levantó. Un bajo gruñido retumbó detrás de él. Su corazón se congeló en su pecho.
Oh dios, no.
Taehyung se paró para correr, pero solo logró dar una docena de pasos cuando la fuerza lo abandonó. Cayó nuevamente a tierra, dejandolo demasiado cerca de su pesadilla viviente.
Un león gigante apareció ante el. Su majestuosa y dorada melena de suave oro fundido se meneaba por la seca y caliente brisa. Unos ojos dorados estudiaron su cuerpo, calculando. El león agitó su cola. Otro gruñido brotó de su garganta.
"Lindo gatito", susurró Taehyung. Se desplazó hacia atrás. "No me comas. No tengo buen sabor."
Por un momento, le pareció oír la risa del león. Imposible.
Él corrió a un arbusto cercano mientras el león se acercaba más, listo para saltar. Su mirada se paralizó en las enormes garras del león. Eran más grandes que los platos de la cena.
Oh dios, estoy condenado.
Los ojos de Taehyung se ampliaron en terror cuando un segundo león marchó por la densa maleza.
Estoy muerto. Estoy malditamente muerto. Ellos van a comerme vivo.
Taehyung chilló cuando el primer león puso sus garras en su pecho y lo olió, y entonces la oscuridad volvió.
Vielen Dank für das Lesen!
Wir können Inkspired kostenlos behalten, indem wir unseren Besuchern Werbung anzeigen. Bitte unterstützen Sie uns, indem Sie den AdBlocker auf die Whitelist setzen oder deaktivieren.
Laden Sie danach die Website neu, um Inkspired weiterhin normal zu verwenden.