angeljkoo Ángel 🌈

❝Jimin no puede confiar en el nuevo chico de la clase, dice que le da mala espina y que no siente buenas vibras de él, peor aún, en algún punto sus amigos comienzan a pasar más tiempo con el nuevo, olvidándose un poco de su persona, quien por ser tímido tiene muchos más problemas para integrarse. Jimin entonces queda solo, y curiosamente la única persona que se preocupa por él, es el nuevo.❞ ━historia original. ━estudiantil, romance e intento de fluff. ━oneshot kookmin/jikook. No copias. No adaptaciones.


Fan-Fiction Bands/Sänger Alles öffentlich.

#jikook #kookmin #jimin #jungkook #bts # #mingguk #jikookmin
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Capítulo único.

Park Jimin era alguien por naturaleza tímido, demasiado reservado e introvertido. Pero seguía teniendo buenos amigos y cada que podía pasaba tiempo con ellos.

Resumidamente, tenía habilidades sociales y la mayor parte del tiempo sabía como usarlas. Era un joven destacado en su clase, de los mejores promedios del instituto en general; pero aún así no se jactaba de ello. Solía vivir demasiado en la rutina y las cosas nuevas no eran del todo agradables para él.

Minjoon, Jiyoung y Minsuk, su pequeño grupo. Y a quienes los conocía desde la secundaria, siendo las personas más cercanas y a quienes consideraba sus mejores amigos. Siempre juntos en todas partes, así el mismo Jimin los describía.

Simplemente Jimin era alguien sencillo, hogareño le llamaba su madre. Acostumbrado a ver lo mismo todos los días; por ello cuando un chico nuevo llegó a su clase, el equilibrio en su vida pareció entrar en desvalance.

—Buenos días, jóvenes. —el director del instituto habló justo después de pasar por la puerta—. Lamento interrumpir la clase del profesor Lee, pero quería presentarles a su nuevo compañero de clase. Por favor preséntate.

Jimin observó atento al chico de cabello oscuro, este se inclinó un poco en una reverencia y después fijó su vista por todo el curso. —Hola, soy Jeon Jungkook y vengo del instituto de Busan. Espero llevarme bien con ustedes en lo queda del curso. —Justo después lanzó una sonrisa brillante a todos.

Demasiado perfecta. Pensó Jimin.

—Muy bien, gracias jóvenes. Una disculpa profesor, no lo interrumpo más.

—Está bien, no se preocupe señor director. Jeon, siéntese... —el maestro Lee analizó a los alumnos y luego apuntó en su dirección—. Al lado del joven Park.

Por consecuencia Jimin alzó su mano de forma que el castaño le ubicara, entonces empezó a caminar en su dirección. Justo en ese momento todo pareció un típico cliché, el chico nuevo con el nerd tímido de la clase; aunque de solo cruzar miradas, Jimin dudó que realmente fuera así. Sabía que no era correcto juzgar a una persona por su apariencia sin antes conocerle lo suficiente, pero tener a un intruso en su estricta rutina jamás iba a ser algo bueno.

Jungkook se sentó a su lado en el pupitre y le dedicó la misma sonrisa que había puesto al presentarse.

Demasiado falsa.

—Hola, soy Jungkook. —Jimin le miró un segundo antes de volver a la explicación del maestro. Sin querer verse maleducado asintió en respuesta.

—Park Jimin.

—Encantado de conocerte, Jimin, espero que nos llevemos bien. —Jungkook seguía viéndole, tal vez esperando alguna reacción de su parte, pero Jimin solo pudo asentir de nuevo.

—Lo mismo digo, Jungkook.

Probablemente notó que no hablaría más porque sacó lo necesario para hacer apuntes y fijó su atención en la explicación del profesor. Ambos se mantuvieron en un silencio sepulcral hasta que la clase acabó y los alumnos salieron al receso de 10 minutos.

Jimin estaba apunto de salir también pero luego sus amigos se acercaron a su mesa, una pequeña sonrisa instantánea apareció en sus labios por verles. —Hola chico-...

—Hola ¿Jungkook, verdad? Soy Minsuk, estos son Minjoon y Jiyoung, nos preguntábamos si querías que te diéramos un pequeño recorrido alrededor del instituto, para que lo conozcas más.

El rubio calló antes de terminar su frase, un poco shockeado por lo dicho.

—Uhm... Por el momento así estoy bien, el director Liu me dio a conocer algunas cosas y si no es mucha molestia me gustaría no ir ahora. —Jungkook les mostró esa sonrisa cautivadora y perfecta de catálogo para sus amigos, estos asintieron en comprensión.

—Claro Jungkook, no te preocupes. Cuando quieras ese recorrido no dudes en hablarnos y nosotros con todo gusto te llevamos. —Musitó quién se había presentado como Jiyoung.

—Gracias por la invitación.

—De nada. —el trío dió la vuelta y casi se iba hacia la salida cuando por fin notaron su presencia. —Ah, Jimin, no te había visto amigo.

—Hey, Jiminnie.

—Hola chicos.

—¿Vamos a la cafetería? —Minjoon le ofreció.

—No así está bien, gracias Min.

—Bueno, te lo pierdes. —No le dieron una segunda mirada antes de salir. Jimin se sintió incómodo, jamás sus amigos le habían ignorado de manera tan obvia antes.

Era algo nuevo. Su mente le recordó.

—¿No saldrás entonces?

El rubio observó a Jungkook confundido. —Mmm no, no saldré.

—Bueno.

¿Por qué parece interesarte?


[...]


Las semanas que pasaron después de eso fueron extrañas e incómodas para Jimin. En estas ocasiones sus amigos le ignoraban mucho más y, hasta cierto punto, parecía que le estaban evitando.

En todas ellas buscaban a Jungkook antes que a él, y eso le molestaba en demasía. Porque vamos, era el chico nuevo, la "novedad" del curso pero con el pasar de los días tendría que esfumarse dicha novedad, aunque parecía que no estaría tan pronto a serlo.

Se estaba quedando solo, sin sus amigos cerca y viviendo realmente la situación que desde años se encontraba. No se había dado el tiempo de buscar nuevas amistades, demasiado enfrascado con las que tenía como para tratar de lidiar con conocer nuevas personas. Se le dificultaba la mayoría de las veces, aunque ahora era mejor pensar que no era así. Era un chico solitario, viendo a los demás con sus círculos de amigos y el estando en la esquina más lejana de todos.

Extraña o curiosamente, Jungkook le acompañaba.

El chico se quedaba con él en los recesos y hacían equipo en gimnasia. Taller que no compartía con sus amigos. No solían hablar mucho pero su compañía nunca parecía faltarle. Jimin no podía evitarlo, verle socializar con otros y sonriendo de esa manera que le llamó "perfecta" le causó que empezara a verle como mala espina. Era raro teniendo en cuenta que a Jimin no le gustaba juzgar sin conocer, pero percibía esas malas vibras de Jungkook.

—Hola.

—Uhm, hola.

—Minjoon y los chicos me invitaron a comer a la cafetería, me preguntaba si querías ir. —Jungkook le sonrió un poco, consiente que a Jimin no parecía agradarle su sonrisa.

—¿Ellos te lo pidieron? —preguntó esperanzado, tratando de no parecer tan obvio.

Jungkook calló un momento y rascó su nuca de manera nerviosa, tenso de un segundo a otro. —Bueno no, ellos solo me dijeron que fuera allí...

—Oh.

—Uh-hum.

—Me quedaré aquí, tengo que terminar unos apuntes de biología. —La poca decepción del rubio se filtró en su voz.

—Pero...

—Vete, te están esperando.

—Eh, yo... —al final Jungkook asintió desganado y salió del salón sin mirarle de nuevo. Jimin suspiró dramáticamente, odiaba la forma en que su amada rutina se había arruinado.

—Todo por culpa del nuevo... —murmuró para sí mismo y sacó su libreta, dispuesto a cumplir con lo dicho.

Pronto serían las vacaciones de invierno y no tendría que verle la cara a ninguno de quienes alguna vez llamó "amigos". Jimin era alguien rencoroso de primeras, jamás olvidaba algo y mucho menos si nunca se le pidió alguna disculpa, ahora el motivo de su rencor eran Minjoon, Jiyoung y Minsuk. A la primera oportunidad habían decidido dejarle y eso nunca se le borraría de la memoria, estaba muy seguro.

—Buenas tardes muchachos, hoy haremos el examen final del semestre que les comenté y espero que hubiesen estudiado lo suficiente. No regalaré ninguna décima.

Park suspiró derrotado, sabía que en el examen iría bien, no fallaba en ninguno. Pero lo que le carcomia la cabeza era la falta de motivación para todo. Sólo un par de días más.

Tal vez esas dos semanas le ayudarían a bajar la incertidumbre de haber sido desechado, su remplazo siendo alguien que pareciera no importarle ni un poco su lugar.


[...]


—¿Estás seguro que no quieres que te recoja?

—Sí mamá, solo es un pequeño convivio. Me regresaré a casa antes de que el último transporte pase. No te preocupes mucho.

La señora Park asintió poco convencida. —Está bien, de todas formas me marcas si necesitas algo o si te arrepientes y quieres que vaya por ti.

—Eso no sucederá.

Jimin recogió las llaves que estaban colgadas al lado de la puerta principal y se despidió dando un beso en la frente a su madre. Las 20:00 PM en punto y ya estaba llegando al "pequeño" convivio que había organizado Jiyoung en su casa. No sabía por qué aceptó venir pero con solo observar un momento la casa se arrepintió enseguida; estos ambientes de fiesta y descontrol no eran los más cómodos para Jimin, tenía diecisiete años recién cumplidos y definitivamente lo que sea que pasaba adentro no era apto para él.

—Bueno que va. Ya estoy aquí.

Caminó lentamente a la entrada de la casa, aunque la puerta abierta de par en par y la fuerte música provenientes de los altavoces no fueron la mejor bienvenida. La fiesta ya parecía estar en su apogeo y nunca pensó que tendría que estar en una. Armándose de valor dió los primeros pasos dentro de la casa infestada de jóvenes, algunos más borrachos que otros y unos bailando en una improvisada pista de baile.

Pudo soportar estar allí dentro casi una hora, sofocandose con los cuerpos sudados debido al exceso de calor y movimientos. En el tiempo que duró dentro sólo una vez pudo observar al anfitrión, aunque este ya se encontraba más ebrio que la mayoría de los presentes. Definitivamente este no era su lugar, y aquellos chicos no eran sus amigos. Salió por el patio delantero en busca de aire fresco, revisó su teléfono y no encontró nada interesante por un momento hasta que notó la hora exacta. 22:15 PM.

—Joder.

Guardó el teléfono y se apresuró a llevar a cualquier estación de autobuses que se encontrara cerca, solo si la suerte estaba de su lado el autobús de las diez se atrasaría y en menos de dos minutos ya estaría allí. Esperaba que eso pasara.

El par de minutos fueron más eternos de lo que hubiese querido pero el autobús no pasó por ahí y no se veía rastro de que lo hiciera. —Maldita sea...

Jimin se paró de la banca y sus piernas empezaron a llevarle por el camino a casa. No sin antes llegar a una estación de servicio para comprar algunos bocadillos para el trayecto. El lugar estaba solitario, como se esperaba a esas hora en ese distrito en específico. El chico que parecía ser cajero miraba algo en el computador sin prestarle atención, se encaminó a dónde había pan y cereales, tomó un par que eran sus favoritos y luego fue por su bebida. No esperó que al tomar la manija del refrigerador alguien más lo hiciera a su misma vez.

—Lo siento, yo-

—¿Jimin?

—Oh, Jungkook, qué sorpresa encontrarte acá.

El castaño le miró como si se hubiese vuelto loco por un segundo. —¿Qué se supone que estás haciendo aquí?

—Vine a una fiesta en la casa de Jiyoung...

—Del imbécil. —Jungkook musitó amargamente y Jimin le miró sorprendido, desde que lo conocía el menor no solía perder su faceta de perfección ante nadie.

—Uhm, supongo.

—Pero creo tu vives en el distrito Yang, ¿no?

—Sí, es casi como al otro lado de Seúl. —el rubio habló un poco preocupado.

—Cielos Jimin, son pasada la media y no creo que haya ni un solo taxi rondando por aquí. —Jungkook parecía también preocupado y eso solo pudo confundir un poco más al mayor.

—Pues creo que no, me perdí el último autobús que iba para mi distrito.

—¿Y sabes lo peligroso que es ir a estas horas caminando por la calle?

Park tomó su té verde y caminó a la caja para pagar sus refrigerios, tratando de no prestar mucha importancia a lo dicho por el castaño. —34,000 wones.

Pagó al cajero y salió del establecimiento, sin notar el caminado apurado se Jungkook tras él. —Jimin.

—¿Si?

—Ven, te llevo a casa. —el más alto fue hacia un auto estacionado a un par de metros, sin mirar atrás para verle si le seguía o no. Lo más seguro es que asumiendo que Jimin iba tras él.

Abrió la puerta del piloto y fue cuando volteó a verle. —¿Jimin?

—¿Qué?

—Dije que te llevaría a casa.

—Mira Jungkook, no soy una chica para que pienses que no puedo cuidarme solo de cualquier cosa que haya en la calle, grabate eso. Aparte, ¿en qué momento acepté irme contigo o que tú me llevaras, ah?

—Park. —Jungkook dejó su bolsa de compra en el asiento delantero y caminó hacia él, mirándolo serio. —Quiero hacerte un favor para que te vayas a casa, no estoy pensando que eres una chica que ocupa mi protección y no sé de dónde sacaste aquello, pero si tu desición es no irte conmigo yo no tengo ningún problema. Quería ser amable, pero si no me necesitas, me voy.

El castaño parecía enojado y eso desconcertó al rubio, analizando su pequeña rabieta notó lo idiota que había sido y antes de que Jungkook llegara de nuevo a su auto se acercó a este. —Lo siento, no lo pensé bien y me siento enojado conmigo en este momento. Yo no quería desquitarme contigo...

—Bueno. ¿Quieres que te lleve a casa, Jimin? —esta vez Jeon le miró de frente y la pregunta la hizo directamente a sus ojos.

—Sí, por favor. Y si no es mucha molestia...

—Vamos entonces. —Rápido se encontro en el asiento trasero dándole Indicaciones al castaño para que le dejara en su calle, pero este se siguió negando a dejarle solo. Al final terminaron frente a su hogar y por las luces encendidas, Jimin pudo notar que su madre le estaba esperando.

—Gracias Jungkook, si no me hubieses ayudado tal vez apenas y vendría en el segundo distrito... Y lo siento por ser tan imprudente.

—No te preocupes, yo también reaccioné exagerado y el que te pide disculpas soy yo. —el alto ocultó su mirada avergonzado.

—Estamos a mano, creo. —Jimin murmuró avergonzado. Esto es tan extraño.

>>—Bueno me voy antes de que mi madre venga hasta acá y me regañe por llegar tarde, nos vemos en el instituto, Jungkook.

—Nos vemos Jimin, cuidate.

Pronto el auto negro desapareció de la calle, Jimin suspiró preparándose para lo que le dijera su madre. Ya veía venir el castigo sin teléfono por lo que restaba de vacaciones. Suspiró una última vez y sacó las llaves de la casa para abrir la puerta.

—¿Por qué llegas tan tarde, jovencito?


[...]


Las vacaciones fueron como justo Jimin había predicho, su madre le castigó el teléfono por tres días y los siguientes no le dejó salir de casa, a excepción de que necesitara de algo. Por ello fue tan agradable en algún punto regresar al instituto, aunque ese sentimiento pronto fue reemplazado con otro en el segundo que cruzó miradas con Jungkook.

Algo raro se sintió en su interior. Pero esta vez no fue incómodo.

—Hola, Jimin.

—Oh, hola Jungkook.

—¿Cómo te fue en vacaciones? —Jeon parecía interesado en saber, así que Jimin no tuvo de otra más que iniciar una conversación con él.

—Bien, mi madre me castigó por llegar tarde la última semana y no hice mucho de todos modos. —el rubio miró a su alrededor, eran los únicos en el salón de clase a esa hora y a lo que sabía los demás llegarían faltando 5 minutos. —¿Y a ti?

—Estuvo bien, descansé lo suficiente y tampoco salí mucho.

—Supongo que es bueno, ¿tu vives en el distrito donde fue la fiesta aquella vez?

—Sí, no precisamente allí pero queda cerca.

—Ah, okay. —Jimin desvió su mirada al pupitre, sin saber como continuar con la imprevista conversación. Luego escuchó una pequeña risa y tuvo que mirar al poseedor de esta. —¿Por qué te estás riendo?

—Es la primera vez que tratas de platicar conmigo en todos estos meses que me he sentado aquí. Me parece un poco gracioso.

—Oh, ¿es así?

—Sip. —Jungkook volvió a reír de nuevo pero con su mano derecha tapó su boca, Jimin estuvo a nada de quitarle la mano de allí. —¿Por qué te cubres? Tu risa es muy bonita.

—¿Qué? —el castaño le miró sorprendido.

—¿Qué pasa? —Jimin entró en pánico, ¿lo había dicho?

—Dijiste que mi risa es bonita...

Joder.

—Ah, ¿en serio lo dije? —se hizo el desentendido.

—Sí, te escuché firme y claro.

—No lo recuerdo.

—¡Pero yo lo escuché! Admítelo, hyung. Dijiste que mi risa es bonita.

Jimin rio sin poder evitarlo, ¿realmente el chico que le transmitía malas vibras hace pocas semanas le estaba haciendo un berrinche? ¿a él? Sonaba surrealista.

—Ya, no te rías. Tal vez si lo imaginé. —Jungkook apartó la mirada avergonzado cuando su sonrisa bajó de volumen, parecía que no se había perdido ningún segundo de verlo reír.

—Ah, bueno. Eres gracioso, Jungkook.

—Puedes llamarme Kook, suena extraño que me digas Jungkook tan formalmente.

Se observaron un par de latidos, consientes de la cercanía del otro y con una pequeña sonrisa cubriendo sus labios. Definitivamente todo era tan surrealista.

—Claro, Kook. Tú puedes llamarme como quieras también.

—Me parece justo, Jimin hyung.

Pronto el salón de clase empezó a llenarse de estudiantes y la profesora impartió su clase. El tiempo parecía haber volado ya que después hubo receso. Jungkook se puso de pie y le miró. —Es cómodo quedarme aquí contigo en lo que empieza la siguiente clase, pero me gustaría que esta vez saliéramos al patio.

Jimin asintió dubitativo, caminaron esquivando a los estudiantes y luego el menor le indicó con su brazo a donde irían. Llegaron a una mesa alejada lo suficiente de la atención innecesaria y allí Jimin observó a tres jóvenes sentados.

—Hola chicos.

—Jungkook, pensé que no vendrías. —habló el chico de lentes.

—Lo iba hacer, hyung. miren les presento a Jimin, el chico de quién les hablé.

—Uh, hola... —el rubio saludó tímidamente. —Soy Park Jimin.

—Hey, hola. Yo soy Namjoon, Kim Namjoon. Voy en tercero C. —el adolescente de lentes sonrió un poco hacia él, mostrando tener hoyuelos en las mejillas. —Estos son Taehyung y Hoseok.

Ambos jóvenes se presentaron con su mano sonriéndole, Jimin devolvió el gesto. —Encantado de conocerlos.

—Los conocí en los primeros meses que llegué por un juego en línea, descubrimos que los cuatro íbamos al mismo instituto y desde antes de vacaciones habíamos acordado encontrarnos. —Explicó Jungkook.

—Así es, Kook nos terminaba cancelando a último momento así que me sorprendió que viniera hoy. —Musitó Hoseok.

—Quería que conocieran a Jimin también, pero no solíamos ser muy cercanos. Bueno ¿Yoongi no va a llegar?

—Estaba en su salón anotando algo de física, tal vez y ya venga de camino.

—Okay, tenemos libre esta hora. ¿Y ustedes?

Jimin pensó un segundo antes de asentir al castaño. —Sí, creo el profe Li no alcanzó a venir.

—Muy bien. —el joven que se presentó como Taehyung aplaudió y luego le miró, sonriéndole cálido.

—Deberíamos platicar un poco, para que Jimin se sienta más cómodo con nosotros. —Namjoon sugirió.

—Hagamos eso entonces.

Jungkook posó su brazo en sus hombros, en un intento de darle apoyo en esa situación. Jimin sonrió más relajado y se acercó al grupo. Enfrascandose en una conversación de todo y nada, simplemente conociéndose más.

El rubio solo pudo observarles y agradecer internamente a Jungkook por llevarle a ellos, los chicos se preocupaban por no dejarle de lado en ningún segundo y Jimin no dudó en abrirse lo suficiente. Se sentía cómodo.

[...]



En esa tarde de abril, las cosas parecían verse de otra manera. Jimin se sentía distinto.

Y es que si prestaba mayor atención a sus emociones podía notar que se descontrolaban demasiado con Jungkook. De la nada pasaba y ese sentimiento raro sin nombre se apoderaba de su mente.

La mayor parte del tiempo en el instituto él y Jungkook se la pasaban juntos, luego en los recesos iban con su pequeño grupo de amigos. Se repetía todos los días sin falta, una nueva rutina que resultaba agradable para Jimin.

Estar con Jungkook era un punto y aparte, no podía describir lo que sentía pero el castaño le demostraba todos los días que le quería y se preocupaba por él. Lo cuidaba aunque Jimin se negara y el tiempo donde no se veían, se pasaban mensajeando por teléfono.

Jungkook había pasado de ser un completo extraño a ser algo fundamental en su vida. Y aquella tarde dudaba si contarle al menor estos nuevos sentimientos que recién nombraba.

Le gustaba Jeon Jungkook.

Estaba muy seguro de ello.

La noche anterior mientras hablaba con Taehyung pudo darse cuenta, o al menos ser capaz de afirmarlo. Ahora le carcomia en decirle a Jungkook, tenía sus dudas e inseguridades. ¿Y si se confundió todo este tiempo? ¿Si Jungkook no sentía lo mismo que él? ¿Había imaginado cosas donde no lo era?

Suspiró resignado en un intento de que su mente no le traicionara. Jungkook vendría en un par de minutos al parque donde le citó, siguiendo el consejo de Taehyung para confesarse.

¿Y si no viene?

—Hey, Jiminnie. Aquí estoy. —Jeon sonrió hacía él, no de esa manera que solía llamar "perfecta y falsa" Jungkook le sonreía genuinamente sin ninguna doble intención de por medio. Jungkook parecía que el sólo verle le provocaba la más inocente felicidad.

Y claro, nunca debía dudar que él no llegara. Jungkook siempre estaría ahí para él, sin dudarlo.

—Hola Koo, te estaba esperando.

—Perdón ¿tardé demasiado?

—No te preocupes, también acababa de llegar.

El castaño se sentó a su lado en la banca, observando el sol de primavera brillar en los rayos del atardecer.

—¿Y bien? Cuando me dijiste que nos viéramos agregaste que teníamos que hablar sobre algo, y si te digo la verdad estoy asustado en este momento. ¿Todo bien entre nosotros, verdad?

Jimin rio un segundo, enternecido por la preocupación del menor. —Por supuesto que no pasa nada, Koo. Tú y yo estamos más que bien.

Jungkook suspiró relajado. —Eso es tan jodidamente bueno, pensé que me citaste aquí para decirme que ya no seríamos amigos.

—Bueno te dije que vinieras aquí porque... Si tengo algo que decirte en realidad.

Jeon le miró atento, enfocándose a todo en su persona. Jimin no pudo mantener el contacto visual por más de cinco segundos, se sentía nervioso por lo que diría a continuación.

—Yo... y-yo creo que estoy enamorado de ti. —Lo soltó sin más.

—¿Qué?

—Si, yo, lo lamento. Apenas me dí cuenta de ello y quería decírtelo para que tú decidas el futuro de nuestra amistad. Ya sabes no es necesario que me correspondas porque te sientes presionado, sé que está mal que sienta esto por ti pero no pude evitarlo, Jungkook. —Respiró y tomó aire tratando de continuar sin trabarse—. Lo siento de nuevo, me gustas y creo que en serio. No me odies, por favor...

El silencio que surgió justo después de su confesión se sentía extraño, esperaba que Jungkook se riera de él o que lo rechazara definitivamente. Sin embargo, este le tomo de sus manos sin musitar palabras.
Lo que sea que pasaba jamás había pertenecido a los escenarios que su cabeza creó desde la noche anterior. Pero tampoco lo rechazaba.

El silencio se rompió cuando Jungkook rio, con su mano libre tapando su boca. Jimin le observó incrédulo. —¿Qué? ¿De qué te estás riendo?

—Yo... Bueno, me parece graciosa esta situación. Ya que yo también quería confesarte que estaba enamorado de ti. —el castaño limpió lágrimas imaginarías.

—Ah, menos mal. Espera ¿qué? ¿Tú también estás enamorado de mi? ¿Planeabas confesarte? —Jimin jadeó sorprendido.

—Sí, quería confesarte mis sentimientos pero todavía no encontraba el momento exacto. Parece que también me ganaste ésta vez, ¿eh?

—Oh, vamos... ¿Hablas en serio?

Jungkook sonrió y le miró directo a sus orbes miel, tal vez tratando de transmitir por ellos más de lo que las palabras podrían. —Me gustas, Park Jimin. Lo haces desde que te vi en ese pupitre alejado de todos el primer día de clase, lo seguiste haciendo cuando me mirabas desconfiado al pasear con los estúpidos de tus ex-amigos y también cuando me encontraste en el estación de servicio. Me enamoré de ti antes de darme cuenta y luego pareció que me empezabas a aceptar en tu vida, fue algo que no esperé que sucediera pero de igual manera estoy feliz de que pasara. Fuiste algo que no esperé Jimin, y estoy agradecido que me quisieras también contigo.

Jimin no supo cómo reaccionar en ese instante, su primer instinto fue lanzarse a abrazarlo y besar todo su rostro. Así que lo hizo. Se abrazaron hasta que se fundieron en el otro, y entre risas y besos babosos sus labios conocieron por primera vez los del contrario. Explorando y amando la sensación de tocarse, fue algo más inocente que nada el primer contacto. Jungkook fue el que se escondió en el cuello de Jimin, avergonzado.

—¿Demasiado cursi lo que dije?

—Fue complemente perfecto, Koo. Me dejaste sin palabras. —Jimin acarició su cabello oscuro feliz, también avergonzado por lo dicho.

—¿Somos novios ahora?

—¿Quieres que lo seamos? No me interesan las etiquetas pero lo que sea que tú quieras lo respetaré. —Park besó su sien.

—Me encantaría llamarte mi novio, Minnie.

—Entonces eso seremos, cariño.

Volvieron a reírse avergonzados de todo, sin importarles ni un poco estar en medio del parque y ni que el hermoso atardecer llegara a su fin. Se olvidaron de todo estando con el otro, porque lo único que realmente importaría siempre era el nunca dejarse de ver cómo en ese momento.

Cómo si el mundo entero lo tuvieran en sus manos.


[ ♡. ]


5. August 2022 19:35 0 Bericht Einbetten Follow einer Story
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Das Ende

Über den Autor

Ángel 🌈 Adaptaciones e historias de mi autoría. Inkitt: luvsjoon / autumnknj

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