katyaenriquez Katya Enríquez

Caminar sola de regreso a casa, sin fijarme en el camino, fue una mala decisión.


#38 in Kurzgeschichten Nicht für Kinder unter 13 Jahren.

#historiacorta #novioobsesionado #desaparición #suspenso #descuido #oneshot #misterio
Kurzgeschichte
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Fue un error

Eran las 6:00 p.m.

Las calles estaban un poco vacías.

El ambiente estaba bastante extraño.

Mientras caminaba sentía que el viento tenía más fuerza que de costumbre, además de un mal presentimiento.

Con tal de no sentir miedo, coloqué los audífonos dentro de mis oídos.

Inmediatamente, todo pensamiento negativo sobre el clima se esfumó.

Pasaron dos minutos cuando el aire comenzó a ser más fuerte y a mover lo que se encontraba en el exterior.

—Si no me apresuro me llevará —dije con una voz temblorosa.

Me eché a correr lo más rápido que pude para no ser víctima del estado climático.

Llegó el momento en que mis pies estaban ardiéndome.

Me detuve para respirar.

Una mujer apareció.

Me habló.

No la oí debido a que estaba escuchando música.

Al detener el sonido presté atención a la señora: —¿Qué haces aquí? Es peligroso.

—No se preocupe, estoy de camino a casa —respondí—. Acabo de salir de mi clase de inglés.

Ella se acercó más para comentar: —Debes tener cuidado con el novio obsesionado. Ese sujeto se lleva a su casa a las muchachas que ve, pretendiendo que son sus novias.

—Descuide, estaré bien —mentí tras escucharla.

Di media vuelta.

Seguí andando, sin dejar de pensar en lo que me dijeron.

No quería ser secuestrada ni tampoco quería preocuparme tanto sobre algo que no sucedería.

Volví a colocarme mis auriculares.

Puse una canción aleatoria a un nivel muy bajo.

La voz de un hombre me asustó: —Eres linda. Me recuerdas a mi antigua pareja… Qué lástima que no quiso casarse conmigo.

La última frase que dijo me erizó la piel.

—¿Qué quieres? —pregunté—. Solo deseo ir a casa.

Él me contestó sonriendo: —Sabes perfectamente lo que deseo. ¿Vas a dármelo?

—¿Por qué habría de hacerlo? —solté—. No me interesa.

Caminó hacia mí y dijo: —¿Vas a casa? Deja que te acompañe. Prometo que no te haré daño.

—No, gracias. Puedo sola.

Regresé a mi misión.

El sujeto desapareció de mi visión.

Cuando llegué a casa, inserté la llave dentro del candado.

Entré.

Fui hasta la segunda puerta, la abrí e ingresé.

No esperaba lo que pasó.

La casa lucía diferente a lo que recordaba.

Examiné detenidamente mi alrededor.

Me asusté.

—Bienvenida a casa —dijo alguien sentado en un sofá individual.

Miré al joven que siguió hablándome: —Llegaste temprano.

—¿Dónde estoy? —grité desesperada—. ¿Por qué no estoy en casa?

Él se puso de pie para confesar: —Estás donde deberías estar, conmigo.

Retrocedí dos pasos para estar frente a la puerta.

No pude moverme.

Un susurro me tranquilizó.

Las palabras fueron: «Todo va a estar bien».

Parpadeé.

Luego, el joven decoró mi dedo anular con un anillo.

2. August 2022 15:23 4 Bericht Einbetten Follow einer Story
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Das Ende

Über den Autor

Katya Enríquez Estudiante de la licenciatura en Comunicación Social, amante de la lectura. Gracias a ese gusto, comenzó a escribir sus propias historias acerca de sus temas favoritos.

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PR Perla Rubí
Me gusto mucho 😳❣️
September 09, 2022, 05:59

Walter José Pallares Walter José Pallares
Me encantó el final. Suspenso hasta la última frase.
August 22, 2022, 00:21

~