Desde el principio del tiempo, el hombre ha estado siendo observado por seres y poderes, desconocidos.
No importa donde uno trate de escapar, ahí está. No hay forma de escapar, el horror cósmico está ahí.
El desquiciado cursó de acción y reacción sólo conducirá al final al caos y la entropia, para luego dar paso de nuevo al orden y al progreso, sucediendo uno al otro eternamente.
La tecnología da paso a la magia, la magia da paso a la tecnología, ninguna siendo la definitiva de la otra, pero si siendo la definitiva en sí misma.
Cuentan los sabios, que cuando el gran orden se complete, y el supremo reloj este colmado con las arenas del tiempo, entonces vendrá un ciclo diferente.
Un ciclo sin tiempo, sin límites ni restricciones.
En ese tiempo veremos al Dios del Tiempo mostrar su rostro, y su alegría por la obra terminada.
El inefable Aforgomón, avatar de Yog-Sothoth, nos observa y nos conmina a seguir por el sendero trazado por su dedo, en reverente asombro de sus poderes y conocimientos.
Más, todo eso no nos interesa, ya que en esta era, una lucha secreta se lleva a cabo. Desde el exterior vinieron ellos, los Dioses Exteriores, los Antiguos, los Grandes Antiguos, y la Raza Excelsa de Yith, y todos ellos sabían que este mundo sería solo uno de los muchos preparados anteriormente por su Dios, para servir de campo de batalla para sus ejércitos.
En una guerra secreta, entre el caos reptante, y aquel que nadie ha visto jamás en su verdadera forma, y que tiene un sinnúmero de Avatares a su disposición. Ese que es todo en uno, y uno en todo, y que es poseedor de mil nombres.
Todo el escenario está listo, los Dioses observan y sonríen, pronto dará inicio la batalla.
Sólo una batalla, una más de un número incalculable de batallas repartidas en toda la eternidad.
Continuará...
Más allá de la realidad... El supremo Yog-Sothoth. Erfahre mehr darüber Yogsothoverse.
Vielen Dank für das Lesen!
Wir können Inkspired kostenlos behalten, indem wir unseren Besuchern Werbung anzeigen. Bitte unterstützen Sie uns, indem Sie den AdBlocker auf die Whitelist setzen oder deaktivieren.
Laden Sie danach die Website neu, um Inkspired weiterhin normal zu verwenden.