JungKook le da un último vistazo a su atuendo antes de girarse hacia ambos mayores con una sonrisa nerviosa.
—¿Cómo me veo? —Pregunta, claramente preocupado.
Con pantalones negros ajustados a sus muslos fuertes, vans del mismo color y un holgado suéter con rayas azules y rosas, decir que JungKook se ve lindo es poco. Se ve jodidamente hermoso.
—Perfecto —los mayores asienten en aprobación, el leve aroma de SeokJin endulzándose en señal de que está diciendo la verdad.
—Genial —el omega suspira tranquilo antes de mirar nuevamente su reflejo. — ¿Debería maquillarme? —Pregunta mientras peina levemente su cabello.
—¿Quieres maquillarte? —NamJoon le pregunta a cambio, recibiendo un gruñido por parte del omega.
—No realmente.
—Entonces no lo hagas —SeokJin dice con obviedad, provocando que ambos le observen con mala cara. — ¿Qué?
NamJoon se cruza de brazos.
—Recuérdanos por qué dejamos que vinieras a ayudar a JungKook con su cita a ciegas.
—Porque somos mejores amigos y, a pesar de que soy un alfa muuuy idiota, ustedes me aman —SeokJin responde con simpleza, sonriéndoles de manera inocente mientras se recuesta sobre la cama de JungKook.
—Bien, tienes razón.
JungKook niega con una sonrisa y se gira hacia NamJoon, quien le observa de pies a cabeza detenidamente por lo que parece ser una eternidad. Luego, el beta le maquilla leve, cubriéndole las ojeras y resaltando sus lindos ojos.
—Perfecto —NamJoon aprueba con una sonrisa, aplaudiendo ligeramente —. JiMinnie va a quedar a tus pies cuando te vea, ya verás —le asegura.
El omega intenta sonreír, mas lo único que logra hacer es una enorme mueca nerviosa. No está seguro aún sobre la idea de tener una cita a ciegas, a pesar de que se encontrará con ese tal JiMin en menos de media hora.
—Cuéntame un poco de él, Joonie. Me relajaría bastante —JungKook le hace un puchero.
NamJoon rueda los ojos.
—No tienes que preocuparte, Kook. En serio. JiMin es un partidazo, el mejor alfa que he conocido en mi vida luego de mi HoSeokie —el beta suelta un suspiro enamorado, provocando que SeokJin finja una arcada —. Lleva poco en la ciudad, pero HoSeok lo conoce desde que eran cachorros y créeme, JiMin es muy bueno. De lo contrario, Hobi y yo no hubiésemos planeado todo esto.
JungKook miente si dice que eso logra relajarlo. Kim NamJoon no le ha dicho absolutamente nada de ese tal JiMin y aunque confía plenamente en HoSeok y NamJoon, eso le altera aún más.
—¿Tú que opinas de todo esto, Jinnie? —Kook le pregunta al mayor, ignorando por completo la mueca ofendida del moreno beta.
El alfa eleva suavemente los hombros.
—Pienso que te haría bien conocer a alguien, Kook. No puedes estar toda la vida enamorado de mí —bromea para relajar a Jungkook y, para su suerte, lo consigue — Tú ve tranquilo, cachorro, que aquí Jin Hyung siempre va a estar dispuesto a bajarle los dientes a todo aquel que te lastime —le promete.
Y SeokJin puede parecer un alfa muy tranquilo, sumiso podría decirse, mas JungKook sabe que no miente cuando le promete eso. Jin podría enfrentarse contra el mismísimo diablo sólo para defender a sus dos Dongsaengs.
—Gracias, Hyung —rápidamente, Kook se acerca a besarle la mejilla, haciendo lo mismo luego con NamJoon, quien le da una palmada en el trasero —. ¡Hey!
—Es mi forma de desearte suerte.
JungKook entrecierra los ojos, pero al final decide ignorarlo, tomando todas sus pertenencias para dirigirse hacia su auto con las piernas temblándole y el corazón latiéndole a mil. Cuenta ya con veintisiete años, no es un omega torpe de quince, pero no puede evitar sentirse así mientras conduce hacia el parque donde va a encontrarse con su cita a ciegas. JungKook sólo tiene su nombre y una vaga descripción sobre su atuendo, lo cual hace todo mucho peor pues al momento de encontrarse con JiMin, sólo puede querer huir. Y es que JiMin no es como lo esperaba.
Es todo lo contrario.
Para empezar, por alguna razón, el nombre 'JiMin' le hacía pensar en un alfa intimidante y muy alto, con facciones duras y quizás algún que otro tatuaje, mas el alfa que se presenta frente a él no es siquiera un poco intimidante. Es bajo (no tanto como para llamarlo enano, pero casi), tiene facciones suaves y a simple vista su piel parece ser mucho más suave que la de Kook, su rostro está maquillado de forma delicada y sus emponjosos labios brillan mucho por la leve capa de brillo labial que tienen.
El omega no sabe ni cómo reaccionar.
—¿JungKook? —Le pregunta el alfa, su voz sonando algo chillona, y Kook tiene que morderse el labio inferior para no reír. ¿Con qué clase de alfa le han emparejado?
—El mismo. ¿Tú eres JiMin?
El alfa asiente, sonriendo sin mostrar los dientes, y luego le hace una débil reverencia con la cabeza, siendo muy respetuoso y delicado sin ni siquiera intentarlo.
JungKook está estupefacto.
—Un placer conocerte, JungKook-ssi.
—Lo mismo digo, JiMin-ssi.
JiMin ensancha la sonrisa, mirando al omega con detenimiento. Claramente JungKook no es un omega bajo, tímido y torpe como se lo imaginó o como su amigo, Jung HoSeok, se lo describió. Y el que esté usando colores pasteles definitivamente no quiere decir que sea suave y delicado. Es más, JiMin puede jurar que JungKook es de todo menos suave o tranquilo. Lo ve en sus ojos, pero no le molesta. Park JiMin se siente curioso por ese peculiar omega.
Y es que en una sociedad tan pegada a los estereotipos, ante la imagen ideal de un tierno lobo omega y un fuerte lobo alfa, la apariencia de ambos hace que se observen con curiosidad, pues ninguno es el ejemplo de su jerarquía y aquello no se ve todos los días.
—¿Quieres ir al cine? —JiMin ofrece con duda, mas no dejando de sonreír.
—Sólo si vemos la nueva película de superhéroes —le advierte JungKook, relajando los hombros cuando ve que el alfa asiente entre risas. — ¡Genial!
—Después de ti, JungKook-ssi.
JungKook observa a JiMin casi como si le tuviese desconfianza, pero luego sonríe amable, logrando seguir con la pequeña conversación que el alfa crea acerca de los mejores superhéroes de todos los tiempos.
Bueno, eso definitivamente no se ve como una cita, pero no les importa.
—... y por eso creo que yo le ganaría a Hulk —JiMin finaliza, inflando mucho el pecho para hacer reír a JungKook.
JungKook realmente no entiende por qué terminaron hablando de quién de los dos le ganaría a Hulk.
—Vale, tienes razón —cede entre risas mientras se inclina para apoyarse en el hombro del alfa, su fuerte aroma a arándanos haciéndose más dulce al sentirse cerca de JiMin.
—Por supuesto que tengo razón —el alfa ignora su accionar, colocando su mano izquierda tras la espalda baja de JungKook, aunque sin llegar a tocarlo, para guiarlo hacia la fila que rápidamente avanza.
JungKook frunce mucho el ceño al ver que sus indirectas son rotundamente ignoradas por JiMin, mas lo deja pasar pues es consciente de que liberar sus feromonas de esa manera fue, quizás, muy apresurado.
—Pero debes admitir que mi táctica de ataque contra Hulk es más efectiva que la tuya, JiMin-ssi —Kook replica, haciendo reír al nombrado.
—Bueno, sí, pero yo gané, así que no cuenta —JiMin bromea suavemente.
Al llegar a la sala, manteniendo aún su charla con JiMin, la mente de Jeon JungKook aún sigue dándole vueltas al suceso anterior. Teme que el alfa tenga una mala impresión de él y le abandone con una pobre excusa, mas JiMin le sigue sonriendo, sigue siendo cálido y neutral como lo es desde que se conocieron, y JungKook no sabe exactamente qué pensar de eso.
¿Debería intentar una vez más sólo para comprobar qué piensa JiMin? ¿Debería olvidar todo eso y dejar que las cosas sigan su curso natural?
—Mhm. JiMin-ssi, ¿podría probar tu refresco? —Le pregunta, cortando lo que sea que el alfa esté diciendo, antes de hacer un puchero para acompañar su petición.
JiMin le observa sorprendido, todo su ser temblando pues Jeon JungKook es simplemente demasiado lindo para su pobre corazón.
—Claro, JungKook-ssi —le extiende su vaso, analizando sus reacciones —. Es de naranja, mi favorito. ¿Te gusta?
—¿Puedo ser sincero? —JungKook le pregunta luego de beber un pequeño sorbo, inclinándose sobre el cuerpo del alfa para dejar el refresco en el porta vasos. JiMin, mientras, asiente —. Es un asco, JiMin-ssi —admite con una carcajada escapándole de la boca.
JiMin abre mucho los ojos, indignado.
—¡Claro que no! Es el mejor de todos —se queja — Déjame probar el tuyo —le desafía con una mueca enorme.
Por supuesto, JungKook se inclina aún más sobre JiMin, fingiendo estar muy metido en esa pequeña pelea cuando lo cierto es que sólo está liberando sus feromonas con la esperanza de ver las reacciones del alfa, y no recibir ni una respuesta comienza a desesperarlo.
¡Prácticamente se está regalando a él!
Ugh.
JungKook debe admitir que le gusta mucho Park JiMin a pesar de que éste no cumple el estereotipo de alfa, y en verdad quiere salir con él en otra oportunidad, pero la indiferencia que recibe le provoca nervios, le hace cuestionarse sobre su apariencia y su aroma. Porque quizás JiMin no quiere un omega como él.
—Vale, el tuyo no es exactamente el mejor, pero es aceptable —JiMin dice con una sonrisa, imitando a JungKook al momento de inclinarse para dejar el vaso nuevamente en el porta vasos.
Y Jeon JungKook ve aquello como una señal divina para conquistar a JiMin mediante su dulce aroma, por lo que pone aún más esfuerzos en llamar la atención de alfa, pero falla otra vez al notar que ni siquiera el aroma del alfa muestra reacción ante su insinuación.
Park JiMin no está interesado en él.
Oh.
—Disculpa —la voz del alfa a un lado de Jeon JungKook llama la atención de ambos —, sentí tu aroma y no pude no acercarme —el alfa pelimenta sonríe enseñando sus encías, lo cual provoca que JiMin arrugue las cejas. — Hueles increíble, Omega, y me preguntaba si quisieras salir conmigo alguna vez.
JungKook abre la boca para decir algo (probablemente una estupidez, pues su Omega está herido ante el rechazo de JiMin y quiere huir de allí ahora), mas la voz de JiMin le interrumpe.
—¿Hola? —Tensando los hombros para parecer más grande, JiMin toma la mano del omega y observa al otro alfa con mala cara —. Él está conmigo.
El omega se sorprende, mientras que el otro alfa sonríe burlón, incrédulo.
—¿En serio? Porque no parecías muy interesado en él —le dice con calma, sus irises brillando en un suave rojizo que tensa a JungKook. ¿Van a pelearse ahí mismo?
JiMin frunce aún más el ceño, su olor volviéndose intimidante, mas no está aceptando el reto del otro alfa.
—Piérdete, ¿quieres?
—Piérdete tú, que ignores el aroma tan dulce de tu Omega —el otro alfa le dice y eso es todo lo que JiMin necesita para soltar un gruñido amenazante.
—No sabes nada —JiMin masculla antes de mirar a JungKook, relajando el cuerpo pues no quiere asustarlo —. ¿Quieres salir de aquí, JungKook-ssi?
JungKook asiente frenéticamente, no soltando la mano de JiMin ni siquiera cuando están fuera del cine y todas las miradas de los alfas interesados en su dulce aroma se esfuman. No entiende realmente lo que acaba de suceder o el por qué JiMin parece ser el único que no está interesado en su aroma y eso le frustra, le confunde muchísimo. ¿Qué le cuesta a JiMin darle aunque sea una pequeña señal?
El omega quiere lloriquear.
Por otro lado, JiMin se encuentra muy preocupado por JungKook a pesar de que está bien, a su lado, mas no puede evitarlo. Las palabras del alfa idiota del cine aún siguen en su mente, la cual le juega una muy mala pasada al estarse burlando de su condición.
Porque Park JiMin, desde cachorro, no tiene sentido del olfato y no puede decir con exactitud si aquel alfa tenía razón o no cuando dijo que ignoraba el dulce aroma de 'su Omega'.
El alfa suspira frustrado.
—¿Estás bien, JungKook-ssi?
JungKook se sienta en una banca, sus labios abultados en un débil puchero que preocupa aún más a JiMin.
—Quiero irme —murmura.
JungKook no sabe por qué la indiferencia de un alfa le deprime tanto, pero lo hace y él sólo quiere huir para refugiarse entre sus mantas.
JiMin frunce el ceño, sentándose a un lado del omega para acariciarle la espalda.
—¿Es por ese alfa estúpido? Porque si es así, JungKook-ssi, déjame decirte... —El alfa corta su discurso cuando oye el débil lloriqueo de JungKook —. Oye, habla conmigo, Kook. ¿Qué sucede?
El omega se hace una bolita, tapando su rostro pues no quiere que JiMin se dé cuenta de que no se considera lo suficientemente bonito para él.
—He usado mi aroma toda la tarde para darte indirectas, pero no recibí más que indiferencia de tu parte —le explica con un puchero —. Eso es más que suficiente para querer irme a mi casa, JiMin-ssi.
Oh...
¡Oh!
JiMin está estupefacto, pero pronto se encuentra soltando una carcajada que confunde mucho a JungKook. Aún así, no le explica qué sucede y sólo le da un beso en la mejilla.
—¿Qué haces? ¿De qué te ríes? —Kook frunce mucho el ceño —. Te estoy ha...
—No tengo sentido del olfato, Kook —JiMin le interrumpe con una sonrisa cálida —. Creí que NamJoon y HoSeok te lo habían dicho.
Oh.
—¿Por qué me dirían eso? Se supone que es una cita a ciegas —se queja el omega, repentinamente enojado con la diversión del alfa.
—¿Cita a ciegas? —JiMin pregunta —. Pero si yo ya sé todo sobre ti. HoSeok me lo contó antes de venir.
JungKook frunce mucho el ceño.
—¿Qué?
—Lo que escuchas —JiMin se alza de hombros —. No tenemos los amigos más inteligentes del mundo, ¿sabes?
—Bueno, definitivamente ahora lo sé —JungKook asiente, cubriéndose el rostro nuevamente al recordar toda la escena que creó por la indiferencia de JiMin. — Por la Luna, qué vergüenza.
El alfa le mira sorprendido.
—¿Vergüenza por qué?
—Por la cita, por mi accionar, por esto —JungKook señala sus mejillas ligeramente húmedas por las pequeñas lágrimas que soltó. — Esta cita es la peor que he tenido en mi vida.
—Pues, para mí, ésta es la mejor. Eres el primer omega que no huye cuando menciono mi discapacidad.
JungKook eleva la mirada.
—¿En serio?
—En serio —JiMin hace una mueca. — Gracias por no huir, JungKook-ssi.
Oh.
Sin poder evitarlo, JungKook abraza al alfa por el cuello. Le oprime mucho el corazón saber que ésa es la mejor cita de JiMin. Y pensar que para él es..
—JiMin-ssi, ¿estás interesado en mí?
—Claro que sí, JungKook-ssi —el alfa, en un acto de valentía, le acaricia la cintura con los pulgares.
—Entonces, ¿qué te parece si tenemos una segunda primera cita? ¿Mhm? —Propone con una sonrisa —. Y esta vez nos aseguramos de que sea la mejor cita de ambos —bromea suavemente.
JiMin ríe bajito, asintiendo, y eso es todo lo que JungKook necesita para volver a abrazarlo. Al final, su no-cita-a-ciegas no salió tan mal, pues JungKook tiene a un hermoso alfa abrazándolo casi con timidez por la cintura mientras le dice que, aunque no sepa a qué huele, su aroma es el más dulce y hermoso del mundo entero.
Vielen Dank für das Lesen!
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